
Entre la enorme herencia inmaterial que nos legó mi padre a mí y a mis hermanos, están las anécdotas de su infancia y juventud.

Entre los sencillos placeres de los niños de nuestra generación se encontraba el coleccionismo de cromos.

Hay gente que incordia un día y es mala, otra incordia un año y es peor.

Hey Joe, where you goin' with that gun of your hand? (Joe, ¿a dónde vas con esa pistola en la mano?).

Que, por estas tierras, entre el sur de Europa y el norte de África, somos viscerales, es indudable.

Si no crees en mi voz, cree en la risa de un niño.