Son centenares, casi 1400, los españoles que colaboran como cooperantes internacionales de ong’s, aportando su granito de arena para que los países del tercer mundo se acerquen, mínimamente a los estándares de bienestar de que gozamos los que , simplemente, hemos tenido la suerte de nacer aquí; casi que estoy también por englobar en esa categoría de héroes a los soldados españoles que en misiones internacionales, Afganistán, Líbano, sirvan de ejemplo, dejan bien alta la enseña española cada día. Gente que vive, lucha y se esfuerza cada día para que el mundo sea un lugar mejor para todos.
No, no me refiero con esa palabra a los muchachos de "La Roja" por mucho que me congratule de que estemos en, creo, semifinales. Me refiero a los equipos de neonatología de los hospitales Puerta del Mar de Cadiz y Virgen de las Nieves de Granada que, según leí en la edición impresa de ayer de Ideal, están aplicando una nueva terapia para reducir las secuelas neurológicas que la falta de oxigeno provoca en los recién nacidos en casos de partos problemáticos, con la consecuente mejora de la calidad de vida de estos niños y de sus familias.
Lo primero que aprendí recién retornado a Alhama, fue que aquí nadie se puede encontrar solo durante mucho tiempo, la hospitalidad de las gentes de esta tierra hace que uno se encuentre como en su casa desde el primer día. Lo segundo fue aprender a responder a la pregunta ¿y tu de quien eres?; la mejor forma de responderla era contestar, según la edad del interlocutor, hijo o nieto de Granico Oro; después claro, había que aclarar de que Granico Oro era hijo.
Ignoro como anda el Sistema Sanitario en España y Andalucía, me refiero al puesto que ocupa y esos detalles técnicos tan del gusto de los economistas neocon: si es sostenible, si deberíamos pagar por usarlo etc; si se que hay mucha gente de otros países de Europa, y de la Europa más prospera, que acuden a España de turismo medico, es decir a gozar de nuestro clima, gastronomía y servicios médicos. Por algo será.
Mucho ha llovido ya desde que llegué por primera vez a este pueblo, como hijo de emigrantes retornados, y durante estos 28 años, mes arriba, mes abajo, han sido tantos los cambios de todo tipo que se han producido en Alhama, Andalucía y España, que creo que merece la pena hacer el ejercicio del recuerdo, que no de la nostalgia, para ver como éramos hace casi tres décadas y como somos ahora. Creo que hemos ganado con el paso de los años y que esta Alhama en la que ahora vivimos es mucho mas habitable que aquella a la que llegue una madrugada de Carnaval del año 1982.
Y nada mejor como ejemplo, que este medio del que me valgo para dar a conocer mis reflexiones: Cuando llegue aquí les puedo asegurar que aun no existía el teléfono automático en toda la comarca, concretamente en Ventas de Zafarraya no llegaría hasta el año 88, si la memoria no me falla. Hoy prácticamente todos disponemos de las más amplias facilidades para comunicarnos: Teléfono, móvil, correo electrónico... pero seguro que más de uno aun recuerda que era eso de "poner una conferencia".