
Como todos los niños de mi generación, e incluso de generaciones anteriores yo también he jugado a las bolas, a la lima, a batallas campales y a todo cuanto la imaginación o el capricho del momento dictaminase.
Hace ahora poco más de un año, titulaba una de mis mirada “Todos a la cárcel” y en él me congratulaba de la noticia de la creación de un museo en el antiguo edificio de la cárcel.
Pinta muy bien en estas fechas la testosterona española, como demuestran la selección nacional de fútbol, contra Francia y Portugal, el tenista Rafa Nadal y uno que corre mucho con el coche, cuyos éxitos personales todos celebramos como propios.
Suele leerse y escucharse en estos tiempos que con trabajo, sacrificio, esfuerzo y austeridad saldremos de esta crisis financiera. Y me propongo reflexionar hoy, precisamente sobre trabajo, esfuerzo y austeridad.
De cuando en cuando conviene abandonar el ajetreo cotidiano y dedicar unas horas, mejor si son días, a algo tan fácil de hacer, como no hacer nada, estar, como el oso de la foto, simplemente así.