Un poco de relax


De cuando en cuando conviene abandonar el ajetreo cotidiano y dedicar unas horas, mejor si son días, a algo tan fácil de hacer, como no hacer nada, estar, como el oso de la foto, simplemente así.

 Y es que la dura tarea cotidiana llega a agotar incluso a los más excelsos trabajadores, que fatigados de sus ocupaciones deben irse a Puerto Banús a descansar cuatro días, laborables, por supuesto, o a Polonia a ver a la Roja, después de haber presionado a Europa para que nos den cien mil millones de euros a un interés, barato, barato, paisa...

 Por eso yo hoy, cansado por mis labores y, como no puedo irme a Puerto Banús, ni creo que el lujo de aquellas zonas se adecuase a mis gustos sencillos y ordinarios (bajos, bastos y de poca estimación, los define la RAE, aunque yo quería decir corrientes) decido entregarme a las delicias del ocio desconectando de la lectura de la prensa, la televisión y la radio: Hoy, nada que me recuerde la  extenuante  entrega con que,  quienes nos gobiernan afrontan nuestros problemas, el ardoroso esfuerzo con que se afanan en que el crédito fluya de nuevo para que las empresas contraten, las familias consuman, los mercados se relajen y confíen nuevamente en nuestro país.

 Lo que sí es cierto es que un poco de relax, de descanso y de ocio es absolutamente necesario a todos. Este agobio que nos invade, esta lasitud que nos consume y el miedo a no encontrar trabajo, a perderlo, al calentamiento global, a la crisis... que empieza a dominarnos deben cesar siquiera por unas horas para dedicarlas a descansar, leer, oír música, mirar la vida pasar, acariciar, ser acariciados, mimar, dejarnos mimar...

 Las posibilidades de ocio y relax que ofrece Alhama y su Comarca y su amplia oferta lúdica y cultural son bastante amplias y están al alcance incluso de quienes no gozamos de la posibilidad de cargar nuestros gastos al erario público y los cargamos a nuestro bolsillo.

 Salir a la calle sonriendo, pasear por nuestros campos, tomar algo en una terraza, reunirse con un grupo de buena gente a hablar de libros, que es otra forma de hablar de la vida, siempre lo leído, si es bueno nos recuerda lo vivido; todo ello son formas de olvidarnos por un rato de nuestros problemas, para después, con vigor renovado afrontarlos, cada uno su problema concreto, su hipoteca, su trabajo y todos juntos los problemas de todos.

 Un poco de relax; imitemos al oso de la foto y, permitámonos estar un rato "a pata tirá". Pero solo un rato. Después al tajo, a la lucha y a la calle. Para intentar cambiar las cosas que no nos gustan.