
Alegres por ser su último día como alumnos de cuarto, se despidieron por todo lo alto con sonrisas aunque como siempre también aparecieron las lágrimas, pero en esta ocasión de alegría, por ver como sus profesores estaban orgullosos de haber pasado un año con ellos y sacar todo lo bueno (y… lo malo, si es que lo hubo), en una bonita tarde en la que se reunieron para despedir a los alumnos y alumnas de cuarto de la ESO.