La consideración de Alhama como ciudad



 Jamás olvidaré cuando llegábamos, todo orgullosos como alhameños, a afirmar que mientras nuestro pueblo era “Ciudad” la misma capital de España, Madrid, tenía la consideración de “Villa”. Se nos decía que ello, ¡cómo no!, era debido a los Reyes Católicos, pero no profundizábamos más en la cuestión, cuando esto viene a producirse casi en los mismos momentos de la conquista de la ciudad por los cristianos, en marzo-abril de 1482.

El Conde de Tendilla, un alcaide de leyenda para Alhama y la historia

 

 Iñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, de exquisita formación humanística y militar, fue, ha sido y será un alcaide de verdadera leyenda para Alhama y la Historia. Y no tan sólo por la idea del “papel moneda”, que casi es anecdótica, aunque con enorme proyección y relevancia para nuestra ciudad.

Luis Fernández Portocarrero, singular caballero y alcaide de Alhama


 Luis Fernández Portocarrero, otro excepcional personaje para nuestra Historia. Culto, con formación renacentista y una interesante obra literaria. El más joven alcaide de Alhama, demostró sus dotes para la guerra y para la oratoria, pronunciando una arenga en Alhama para descontentos y asustadizos que ha pasado a la Historia.

Diego de Merlo, el primer alcaide cristiano de Alhama


 Participó y fue decisivo en la elección de Alhama para ser atacada. Igualmente en la de su defensa y conservación. Destacó entre los heroicos e históricos caballeros relacionados con la ciudad y fue su primer alcaide. Los Reyes Católicos siempre reconocieron y destacaron su ejemplar lealtad y probada valentía.

Juan Ortega de Prado, el capitán escalador que inició su leyenda en Alhama

 

 Numerosas poblaciones de España se disputan su nacimiento. A los madrileños se les llama “gatos” por él. Todo comenzó por el heroico asalto a Alhama. Su histórica participación en la guerra de Granada está en la Leyenda.

El último alcaide moro de Alhama

 

 Aquella noche de la batalla “Tenebrosa”, como se denominó a la de la pérdida de Alhama, él se encontraba fuera, con permiso real, en las bodas de su hermana. Hubo de sufrir por la pérdida de toda su familia y de la plaza, de la que era su alcaide. Muley Hacén consideró que no había sabido guardar bien tan preciada ciudad-fortaleza, por lo que mandó cortarle la cabeza. Este fue el triste sino del último alcaide moro alhameño.

Don Rodrigo Ponce de León, el héroe que introdujo a Alhama en la historia


 La decisión del ataque a Alhama en febrero de 1482, como desquite por el asalto musulmán a Zahara, así como la de su conservación para Castilla, la tomó don Rodrigo Ponce de León, compartiéndola con el asistente de Sevilla, don Diego de Merlo, así nuestra ciudad entraba en la Historia y hasta en la Leyenda.

Fernando el Católico y Alhama, una transcendental relación histórica

 

 La conservación de Alhama a toda costa, acudiendo a ella reiteradamente para socorrerla y abastecerla, con los primeros años de la guerra de Granada, hicieron que Fernando el Católico, V de Castilla y España y II de Aragón, además de quedar históricamente vinculado con nuestra ciudad, se convirtiese en el admirado y renombrado rey-soldado de la época y de la Historia.

Muley Hacén, el último sultán al que perteneció Alhama


 Hace años, bastantes, ya escribimos en varias ocasiones de Muley-Hacén en relación a su histórica e importante relación con Alhama, como se ha reflejado en la serie “Isabel”. Su pérdida al ser conquistada por los cristianos fue, en definitiva, el inicio de su fin como sultán de Granada. Sus reiterados intentos por recuperarla supusieron una verdadera desesperación para él. El valor de los que la defendieron, contra tan duras arremetidas por parte de las tropas granadinas, quedaba para siempre reflejado en las tres escalas que los Reyes Católicos situaron en el escudo de armas que dieron a tan preciada, por ambas partes, ciudad-fortaleza.

La advocación de la primera iglesia de Alhama a la Encarnación


 La mezquita mayor de Alhama, cumpliéndose el mandato de Isabel la Católica, fue consagrada y se puso bajo la advocación de Santa María de la Encarnación, como ya estaba previsto antes de ser conquistada la ciudad, desde cuando tuvo noticia de la violenta discusión entre su embajador y aquel abencerraje que manifestó que "María no quedó virgen tras parir a Jesús".

El príncipe Juan y Alhama, un gesto más de Isabel la Católica


 Era tal el significado y afecto que la gran reina Isabel la Católica le tenía a Alhama que, siempre que tuvo oportunidad para ello, bien lo puso en evidencia. Así cuando organiza la Hacienda privada del Príncipe de Asturias, su amado hijo Juan, incluye a Alhama entre las ciudades de la misma.