Multitudinaria adhesión contra la violencia de género en Alhama



Alhama volvió un año más  a estar presente en el día contra la violencia de género, esta vez con una gran participación gracias a la presencia de los más jóvenes, asistiendo la mayoría de alumnos del IES Alhama y también de los centros de primaria.





 El Ayuntamiento había organizado toda una semana de actividades contra la violencia de género, pero fue el jueves 25 de noviembre, el día central de dichas actividades, día que se dedica a la mentalización contra la violencia de género.





 Sonia Flores Moya, ganadora del cartel contra la violencia de este año



 La jornada comenzó en el IES de Alhama, ya que a primera hora de la mañana se entregaba en este centro el premio a la ganadora del concurso del cartel contra la violencia de género, que recayó en Sonia Flores Moya, con una dotación de 400 euros. Este acto contó con la presencia del propio director del IES, la concejala de Igualdad y la presidenta de la asociación de mujeres de Alhama (AMAL).








 Una vela por cada una de las víctimas de este año 2010




 El taller ocupacional de la Comarca de Alhama se sumó al acto



 A continuación se inició una marcha desde la plaza del Rey hasta el paseo del Cisne encabezada por la concejala, y teniente de alcalde Sonia Jiménez, Olga Manzano, directora del Instituto Andaluz de la Mujer, representantes de AMAL y el director del IES Alhama, Octavio Martínez. Más de quinientas personas recorrieron las calles alhameñas en señal de protesta ante este tipo de violencia que ya se ha cobrado más de sesenta muertes en España.

 En el Paseo del Cisne, la concejal de Igualdad, junto con la directora del Instituto Andaluz de la Mujer y el director del IES, leyeron un manifiesto contra la violencia de género, abogando por la ?igualdad real entre personas? haciendo un llamamiento a la sociedad y el importante papel que juega esta para evitar las diferencias que llevan a la violencia de género.

 Por último, la asociación de mujeres y la concejala se desplazaron hasta la casa de Fatiha el Khatiri, asesinada el pasado once de octubre y la calle dedicada a Pilar Maldonado López, también víctima de la violencia de género el dos de julio de 1995, para hacer una ofrenda floral.

 Ofrenda floral en la puerta de Fatiha el Khatiri, víctima el 11/10/2010

 Ofrenda floral en la calle que lleva el nombre de Pili Maldonado, víctima el 02/07/1995

     
  MANIFIESTO 25 DE NOVIEMBRE DE 2010.
DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
 
 
 
 

 Hoy, jueves 25 de noviembre de 2010, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, la Concejalía de Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Alhama junto a las mujeres y hombres que nos hallamos en esta plaza queremos hacer un llamamiento a toda la ciudadanía para conseguir erradicar la violencia machista en nuestro municipio, una de la manifestaciones más virulentas de discriminación por razón de sexo y en la que todos y todas debemos implicarnos.

 La Violencia de Género, es la manifestación extrema de la desigualdad en el ámbito de la pareja, en las relaciones personales y familiares, y en la sociedad, y tiene su origen en los valores que han sustentado el patriarcado.

 Por ello, la única forma eficaz de prevenir la violencia contra las mujeres consiste en avanzar hacia la igualdad real de las personas.

 Algunos hombres no aceptan negociar las relaciones personales desde el plano de la igualdad y cuando las mujeres quieren romper la relación o manifiestan su desacuerdo respecto a la misma, las amenazan, las coaccionan, las lesionan y hasta las matan.

 La violencia de género es un fenómeno mundial que se da independientemente del grado de desarrollo de los países, y que afecta a muchas mujeres de distintas clase sociales, etnias, edad, formación…Es muy complejo, y por tanto, muy difícil de erradicar.

 A pesar de los importantes avances legislativos que se han producido, tanto a nivel andaluz como estatal, debemos tener en cuenta que las leyes por sí solas no pueden cambiar lo aprendido a través de una socialización patriarcal, y diferenciada por sexo.

 Actualmente existe una mayor concienciación social al respecto, pero aún quedan mensajes en las familias, en la educación, en los medios de comunicación, en la publicidad, que siguen transmitiendo una imagen de las mujeres que denigra profundamente su papel en la sociedad, situándolas en una posición de subordinación, las desprecia y las anula. Las hace responsables, incluso, de la violencia a la que están sometidas. Y la responsabilidad es,  en todo caso, del conjunto de la sociedad.

 Cuando se conoce algún caso de asesinato por violencia de género, las muertes de las mujeres generan un dolor en la ciudadanía que dura poco. Además, no hay una posición crítica basada en el conocimiento de este fenómeno: el rechazo es emocional, afectivo, pero no se reflexiona sobre el origen del mismo, no se genera un rechazo social.

 Es necesaria una educación en valores democráticos que implica colocar a las mujeres en el lugar que les corresponde. Se hace necesaria también una revisión profunda de las ideas sexistas, así como de los estereotipos de género que están en la base de las conductas a modificar. Y en mayor medida, además, porque es un problema que también afecta directamente a las hijas e hijos de las mujeres que sufren violencia de género.

 Educar en igualdad es el camino más seguro para evitar los comportamientos machistas y las ideas sexistas que perpetúan la falsa creencia de superioridad del hombre sobre  la mujer y el uso de la agresividad como instrumento para ejercer el poder sobre ésta. La prevención y la educación deben ser los principales instrumentos en la lucha contra la violencia de género y una buena información la mejor forma de concienciar a la población sobre este grave problema.

 La igualdad real entre mujeres y hombres constituye la defensa más eficaz frente a los malos tratos. El poder de decisión de las mujeres, el que puedan participar en igualdad en los espacios públicos, la utilización de un lenguaje e imágenes que no atenten contra  su dignidad y, definitiva, una educación en valores contribuirá a ello.

 Por todo ello todas las personas aquí presentes suscribimos este Manifiesto y nos comprometemos a trabajar para la erradicación de este delito, que afecta al conjunto de la sociedad. Para ello, se debe crear un clima de tolerancia cero ante la violencia de género, de apoyo incondicional a las víctimas y de condena firme al agresor.

 No hay que esperar a que la violencia se produzca, sino que se debe actuar cuando aparecen los primeros indicios.

 Luchemos todos juntos por una sociedad en la que existan unas relaciones responsables, compartidas y respetuosas en las que las diferencias de sexo, género o raza no sean elementos de discriminación, sino de tolerancia, de complementariedad y de desarrollo individual y social, para una ciudadanía plena.

 
     

25/11/2010 - Granada Hoy: A Paqui ya no la lleva su madre al colegio.

25/11/2010 - Granada Hoy: Quince granadinas viven pendientes de un GPS por riesgo extremo de maltrato.

     
 

A Paqui ya no la lleva su madre al colegio

 
 
Sandra García / Secretaria de Igualdad del PSOE de Granada

 
 

 Paqui está entre los 800.000 niños que sufren en su entorno la violencia de género. Ella, en su más temprana infancia, ha vivido un verdadero calvario. Un día del pasado mes de octubre, su padre asesinó a su madre. Ocurrió en Alhama de Granada. La víctima se llamaba Fatiha. Era una mujer discreta y trabajadora y tenía tres hijos a su cargo. Paqui es uno de ellos.

 La pequeña tiene amigos y amigas. Juega, ríe y llora, como cualquier niña de cinco años, pero no es como las demás. No tiene madre; tampoco padre. Su vida se vio truncada, maleada y destrozada porque su padre no entendió la decisión de su madre de separarse. No entendió que Fatiha era libre. No entendió que nadie tiene derecho sobre nadie. No entendió la clave de la convivencia, que es el respeto a las decisiones del otro.

 La madre de Paqui nunca denunció maltrato. Lo llevó en silencio, el mejor cómplice del agresor. ¿De qué le sirvió? De nada. Por eso, tenemos que poner todos los medios para que las víctimas no callen. Aquí no vale la indulgencia. No. La denuncia puede constituir la línea que separa la vida de la muerte.Y la sociedad que calla, o que encubre, también es responsable. No hay que dejar ningún resquicio para la impunidad del agresor.

 A Paqui ya no la lleva su madre al colegio. Su historia, que para mí es muy cercana, es como la de otras pequeñas que han perdido a su madre por la violencia machista. Este año, 63 mujeres han sido asesinadas a manos de sus maridos en España. En muchos casos, como en el de Fatiha, no había denuncias ni sospechas de que su ex pareja pudiera ser un maltratador. Pero las apariencias engañan, porque a veces el maltrato se esconde detrás de la cara más cortés y más educada.

 ¿Cuándo entenderemos, hombres y mujeres, que hay que desterrar la violencia machista y el modelo social que la ampara? Es tarea y responsabilidad de todos trabajar desde la unidad para cerrar esta auténtica herida social.