Nuestra Alhama, por diversas y fundamentales circunstancias, ha sido lugar visitado a lo largo de todos los tiempos por viajeros escritores de los más diversos países, consiguiendo con ello una gran proyección.
Nuestra Alhama, por diversas y fundamentales circunstancias, ha sido lugar visitado a lo largo de todos los tiempos por viajeros escritores de los más diversos países, consiguiendo con ello una gran proyección.
¿Y quién no al ver que se quedaba sin la bella Granada? Alhama era el lugar ideal para un buen retiro tras la derrota total. Pero la reina Isabel quería mucho a Alhama para que esto fuese ni siquiera una hipótesis.
Jamás he recibido encomienda, en este orden de cosas, que más me haya honrado y satisfecho, junto con la fijación de las armas del escudo de Alhama, que el que estudiase y propusiese cual podía ser la Bandera de nuestra Alhama.
Fantástico y heroico caballero de leyenda que descolló en Alhama, que Inocente García Carrillo, partiendo del “Libro de los repartimientos”, confirma que, entre otras propiedades, tuvo la del Molino Mochón, en “El Vadillo” alhameño. Fue el que llevó a cabo, partiendo de Alhama, la histórica aventura de colocar las palabras “Ave María” en la puerta de la mismísima mezquita mayor de Granada.
La primera vez que vino a Alhama fue acompañando a Fernando el Católico, a socorrer y abastecer la ciudad. Bendijo sus tres mezquitas en iglesias y, en nombre de la reina, las dotó de sus enseres necesarios para el culto.
Somos descendientes de los que ganaron aquella guerra. Hemos permanecido en este lugar y narrado su historia desde crónicas cristinas durante siglos. Pocas han sido las excepciones a esta realidad, entre estas está el relato que nos ofreció, finalizando el siglo XIX, un gran orientalista, catedrático de la Universidad de Granada, que lo hizo desde crónicas musulmanas, Leopoldo de Eguílaz Yanguas.
Hoy, 28 de febrero de 2015, hace exactamente 533 años que los alhameños musulmanes, que tanto valor demostraron en la defensa de lo que era su población, se vieron derrotados. En honor y homenaje a aquel demostrado amor que nuestros paisanos moros de aquel momento le tuvieron a esta tierra que justamente era la suya, voy a referirme hoy a una de las pocas satisfacciones que tuvieron, entre tantas derrotas que les infringieron los cristianos durante aquellos años, como fue la actuación y victorias de El Zagal, "El valiente", sobre los castellanos en el año de 1485.
Iñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, de exquisita formación humanística y militar, fue, ha sido y será un alcaide de verdadera leyenda para Alhama y la Historia. Y no tan sólo por la idea del “papel moneda”, que casi es anecdótica, aunque con enorme proyección y relevancia para nuestra ciudad.
Luis Fernández Portocarrero, otro excepcional personaje para nuestra Historia. Culto, con formación renacentista y una interesante obra literaria. El más joven alcaide de Alhama, demostró sus dotes para la guerra y para la oratoria, pronunciando una arenga en Alhama para descontentos y asustadizos que ha pasado a la Historia.