Lo que podía haber sido un sábado mas del mes de agosto de 2011 y mas concretamente el sábado 20 a las 9 de la tarde, se convirtió en un derroche de alegría que impregno a cerca de ochenta jameños y jameñas que venidos de toda la geografía nacional, amigos y amigas venidos de Málaga, Madrid, Toledo, Cataluña, Comunidad Valencia, País Vaco o desde la cercana Granada o Loja, se reencontraron en el restaurante Raya bajo la convocatoria del encuentro generacional 1963, 64 y 65.
Con una puntualidad casi británica, a las nueve de la noche ya se concentraban en la entrada del restaurante casi cuarenta personas, y no tardaron muchos minutos en estar presentes todos los amigos y amigas que lo fueron en su infancia y adolescencia, y que ahora han reforzado esa amistad, que el paso del tiempo no ha podido mermar, yo diría que la añoranza ha reforzado o aumentado esa amistad latente y presente en los corazones de todos y cada uno de nosotros. Con una expresión típica jameña nos saludábamos todos : ¡ÑA cuanto tiempo!.
La tarde, la noche y la madrugada transcurrieron como no lo podía haber previsto el mejor guionista de cine, pues todo salio como todos esperábamos o mejor, ya que la guinda a este pastel,”encuentro”, tan organoléptico que impregnaba todos los sentidos y todos los sentimientos, la puso Bruno, conocido en Alhama por “Bruno el Suizo”, que se desplazó precisamente desde Suiza para esta ocasión, y convirtió el salón del restaurante en una galería de arte, llena de paneles con fotografías de los años 70, agrupadas en temáticas y que nos daba una retrospectiva visual a nuestra época de juventud y adolescencia, sino bastó con esa guinda, ya que el pastel era muy grande, cerca de ochenta amigos y amigas, Bruno puso otra guinda más al hacer un pase de mas 130 diapositivas que recogían aspectos cotidianos de una Alhama que ya sólo está en el recuerdo, y también fotografías de unos jóvenes alhameños, que hoy, ya no tan jóvenes, fuimos sorprendíamos al vernos en esta proyección que no sabíamos ni que existía
La noche avanzó en la discoteca Santana que tubo la deferencia de pinchar, música de los 80, y que con una apertura del viejo tema “Buenas noches, bienvenidos hijos del rock and rock”, de Miguel Ríos, comenzó otros de los momentos vividos, o revividos. La noche se quedaba corta y no daba tiempo a intercambiar palabras de afecto y de cariños, recuerdos y vivencias, a contar el presente y a muchas cosas más.., lo demás queda en nuestros corazones y en nuestra memoria por siempre jamás…
También un ¡bravo! por el servicio y para despedir el encuentro de forma dulce
Agradecemos a nuestro querido Gallo su aportación gráfica.
Y aquí la foto de grupo.
