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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña
Fue después de esto cuando entró a su servicio Mariquilla apodada ‘La Enana’ por su menguada estatura.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña

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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
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Aunque analfabeto como casi todos los de su generación, fue Frasquito hombre emprendedor especialmente en ganadería. Amaba toda clase de cuadrúpedos y no había feria en la comarca a la que él no asistiera.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña

Pocos personajes ha dado Santeña que tan significativamente la representen en el apartado que ahora tocamos como Frasquito El Gato.
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Un carpintero de la localidad tuvo la desgracia de ver cómo un incendio arrasaba su taller levantado a fuerza de trabajo y de préstamos.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña

En la casa de Teresica, sita en el Mentidero entre el callejón Ancho y el callejón Estrecho, había una pequeña habitación con puerta a la calle, y aquí vino a vivir un lojeño, barbero de profesión, huyendo del hambre y de la represión política de su ciudad.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
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De todos es sabido que la Naturaleza, tan pródiga en dones y maravillas por doquier, no parece tratar de igual modo a los mortales; de ahí que, para muchos, en vez de solícita madre, no merezca otro apelativo que el de descuidada madrastra. Y viene tal comienzo al relato como anillo al dedo.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña

Una clara mañana del mes de mayo entró por El Carril un hombre con dos burros cargados de sendos capachos-jaulones donde, a través de la rejilla de tomiza, podían verse unas hermosas y crestudas gallinas.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
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Un día de mediados de noviembre, cuando ya oscurecía y el frío empezaba a hacerse notar, se presentó en la posada de Santeña un forastero bastante atípico por la clase de equipaje que traía.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
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Cuando a Santeña empezó a venir pescado, lo traían de Alhama. Y el primero en hacerlo fue un hombre apodado Chova, que lo traía a cuestas.
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- Escrito por: Antonio Robles Ordóñez
- Categoría: Memorias de Santeña

Durante los años del hambre, eran muchos los personajes que desfilaban por el pueblo, en su mayoría procedentes de las ciudades. Venían a las poblaciones pequeñas buscando el pan de cada día sabedores de que sus gentes son caritativas y solidarias, algo que no ocurre generalmente en las grandes urbes.