La luz y los horizontes de Juan Manuel Brazam o la visión de un alcalde

La luz y los horizontes que llenaron de color y formas sus cuadros


Antonio Molina, alcalde de Alhama de Granada de 1987 a 1996

 Juan Manuel Brazam, para la mejor historia del Arte de nuestro tiempo –también Juan Manuel García Maldonado-Brazam para esta su tierra natal que le dio la primera Luz y los Horizontes que llenaron de color y formas sus cuadros-, acaba de obtener el galardón de pintura más importante de cuantos se otorgan en esta ancha y extensa España, tan prolífica a lo largo de la historia a la hora de dar al mundo genios de la pintura.

 El Premio de Pintura BMW, que ahora se ha otorgado en su quinta edición, está considerado como el más importante y prestigioso a nivel nacional, se concede atendiendo, única y exclusivamente, a la verdadera calidad de la obra artística, contando el mismo con un jurado constituido por personalidades de reconocida valía artístico-cultural, bajo la presidencia del director de la más alta institución española del Arte, la Real Academia de San Fernando.

 Esto es motivo más que suficiente para que, una vez más, Alhama estera esté orgullosa de contar, entre sus hijos, con un valor artístico de esta gran proyección nacional. Ahora bien, nos faltaría visión sí, al hablar de Brazam, en esta su tierra, no intentásemos captar que él no ha sido jamás, ni lo es, artista de acierto eventual en una obra, sino que es, como se ha puesto en evidencia por las mejores críticas de arte nacionales, pintor destacado de la pintura moderna española que, con el conjunto de su obra, ha creado nuevos caminos para la expresión pictórica.

 En el transcurrir del tiempo, Brazam ha sabido, en su diversidad y en su permanente lucha por ampliar los horizontes del arte, alcanzar la definición de excepcional y, con ello, recibir la justa admiración y el respeto del mundo artístico andaluz y español.

 Alhama, que en alguna ocasión ha podido no estar acertada a la hora de manifestar su amor a sus más destacados hijos, jamás ha regateado el reconocimiento de los valores y calidades de los mismos y, menos aún, cuando estos, al alcanzar su triunfo, se han pronunciado como hijos de esta tierra.

 No sé si alguna otra vez ha sonado con tanta fuerza y con tan noble motivo, el nombre de Alhama en el vetusto Salón Magno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, o si se le ha pronunciado, en estos últimos años, a la Reina de España. Lo que sí creo que debe quedar plena constancia es de que este insigne hijo de Alhama que es Brazam, al recoger el más alto galardón de la pintura actual y ante las más representativas figuras y personalidades de la Cultura y del Arte de España, no dudó en reconocer sus raíces, su tierra natal, y pronunció el nombre de su y nuestra Alhama.

 Va a tener ahora Alhama la gran oportunidad de contemplar la obra reciente de este destacado hijo suyo. Y, al mismo tiempo, Alhama le va a poner de manifiesto tanto su afecto como su reconocimiento. Todo ello, además, con nuestra gratitud porque no ha dudado, ni en lo más mínimo, el aceptar la invitación hecha para que esta muestra fuese inmediatamente posible para todo el pueblo de Alhama, a pesar de que, en estos mismos meses, está realizando una larga serie de exposiciones que comprenden gran parte de la geografía española y diversos países de la europea. Desde el pasado septiembre y hasta el próximo junio, ha expuesto en Madrid, Salamanca, Valladolid, Palencia, Zamora, Málaga y Almería, cuatro más en Suecia y una en Holanda.

 Y en medio de todas estas, con especial significado de reencuentro emocional con lo que siempre es la persona y jamás dejará de serlo, con lo más esencial de su propia existencia en recuerdos y sentimientos, la exposición de alhama.

 Junto a Juan Manuel, Alhama entera ha de expresar su gratitud al Área de cultura de la Excma. Diputación Provincial de Granada, por hacer posible este magnífico catálogo, así como hemos de manifestar también nuestro reconocimiento a cuantos compañeros de Corporación, funcionarios municipales y colaboradores en general han hecho posible la realidad de esta importante muestra pictórica.

 Hemos dicho y mantenido, en todo momento y circunstancia, que los pueblos, si quieren elevar su espíritu y, con ello, alcanzar la mejor consideración sobre sí mismos, tienen que reconocer y destacar a todos sus hijos que realizan la buena tarea de cada día y, en especial, a aquellos que alcanzan la cumbre por el acierto de su hacer profesional o vocacional, sea del orden sea, desde el cultural al artístico en su máxima expresión, del social al ciudadano en toda su dimensión, del deportivo al benéfico en toda su grandeza, porque, en síntesis, esas singularidades son la más transcendentales e imperecederas aportaciones de cada tierra, de cada pueblo, al engrandecimiento de toda la humanidad. 

Antonio Molina Gómez
Alcalde de Alhama de Granada.
Marzo, 1991.