Quema un colchón en la calle para que le hiciera caso la Guardia Civil



"El Latero", de Ventas de Zafarraya, por esta forma de llamar la atención, ha sido condenado a nueve meses de prisión.


 Manuel Martín Palma,. vecino de Ventas de Zafarraya y conocido en el pueblo como 'El latero', ha sido condenado a nueve meses de prisión a sus 65 años de edad por haber prendido fuego a un colchón viejo abandonado en la vía pública, en un arrebato de locura cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol, según su letrada de oficio, Inmaculada Castillo. Los hechos por los que ha sido juzgado ocurrieron el día 28 de abril de 2012, cuando Manuel regresaba a la casa en la que reside desde hace unos dos meses, de ver un partido de fútbol en un bar, en donde consumió cierta cantidad de cervezas y también diversos vasos de vino.

 En el camino a su casa sobre las diez o diez y media de la noche, se cruzó con un vecino que iba con su perro y acompañado de un amigo. Manuel Martín le dijo al vecino que encerrase al perro ya que toda la noche está ladrando y no lo deja dormir. El dueño del perro no dijo nada al respecto, según la versión de Manuel, y al hacerle caso omiso, le apostilló que llamaría a la Guardia Civil. Cuando llegó a su domicilio, no se lo pensó más, y llamó a la Guardia Civil en dos ocasiones, según indicaba ayer Manuel a este periódico. Según su versión la Guardia Civil no llegó, y fue entonces cuando para obligar a la patrulla a que fuese a su casa, le prendió fuego a un colchón abandonado en la calle que se encontraba sobre la fachada de su vecino. Al emprenderse las llamas en el colchón, otros vecinos de la calle, alertaron a la Guardia Civil. Pero entretanto, llegó el supuesto dueño del colchón, que era el vecino acompañado de su perro, y que le molestaba a Manuel por las noches porque no paraba de ladrar. Manuel dice que se encontraba distanciado del fuego.

 El dueño del perro, al ver el colchón ardiendo en la fachada de su casa, lo apartó de la pared y volcó, cayendo sobre un quad de su propiedad y del remolque que estaba aparcado a su lado. En pocos segundos, el vehículo y el remolque estaban ardiendo al ser de material y pintura inflamable. La patrulla de la Guardia Civil según Manuel Martín, llegó entretanto, alertada por otro vecino que informaba del incendio. Según la letrada, Inmaculada Castillo Jiménez, su defendido reconoce que por su estado de embriaguez, increpó verbalmente a los agentes; y éstos al comprobar los hechos, de que prendió fuego al colchón, lo detuvieron, siendo esposado y trasladado al acuartelamiento. Pero antes lo llevaron al centro de salud de la localidad.

 Ahora, espera que a sus años, no entre en la cárcel, ya que no sabía lo que hacía por el alcohol, y que los vecinos de Ventas de Zafarraya comprendan que fue un arrebato en ese momento de crispación de prender el colchón, porque quería que los agentes le hiciesen caso, dentro de su estado de embriaguez, que le mermaba sus condiciones mentales, y sin ser plenamente consciente de los hechos. Manuel asegura que no quería en ningún momento que el quad se quemase, ya que ni siquiera lo había pensado, ni se le había pasado por la cabeza. Tampoco pretendía hacerle daño a su vecino, solo quería que la Guardia Civil le llamase la atención para poder dormir por las noches, pues argumenta "que al ser el dueño del perro, chatarrero, arrastra hierros a deshoras", y el can atado a la puerta de vigilante de los hierros viejos, no cesa de ladrar. Una situación muy molesta, para Manuel, que estaba casi desesperado, pues veía pasar hora tras hora sin pegar ojo en las madrugadas, con el ladrido perenne en los oídos, lo que le lleva a un estado de crispación al no descansar, por un lado, y de impotencia, por otro, al no hacerle caso el vecino.

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