Despertando palabras de La Comarca de Alhama



 No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor, “bichear” en internet, ver los mensajes de WhatsApp, o sencillamente ponerse unos minutos a escuchar cualquier conversación en la calle, para darse cuenta de que el lenguaje, tal como lo conocíamos, está tentado de muerte.


 No es únicamente una cuestión de ortografía, que esa es ya una batalla perdida, sino sobre todo de vocabulario. Estamos perdiendo palabras en nuestras conversaciones con una rapidez impresionante, y a este paso no tardará en llegar el día en el que manejemos tecnología de ultimísima generación en nuestras comunicaciones, y paradójicamente, nos comuniquemos con el prójimo con broncos chillidos guturales. Y así vamos dejando en el camino del abandono y la desidia esos tesoros vivos que son las palabras, acunadas en la indiferencia donde mueren de olvido en la memoria. Por ello resulta hermoso y hasta emocionante, embarcarse en la labor de rescatar de la recóndita y sombría caverna del pasado, vocablos que yacen sepultados en la herrumbre del olvido, y aflorarlos. Palabras que conocieron nuestros abuelos; términos muertos, rancios o viejos, de nuestro idioma que, bien ya en desuso ya en vías de extinción, viven prácticamente muertas, en el total olvido. Otras, forman parte del pasado al haber desaparecido su causalidad, pero merece la pena pronunciarlas y escucharlas, aunque sea por un instante, con toda la frescura del expresivo contenido que tuvieron antaño.

 Porque las lenguas vivas son dinámicas. A ellas se agregan y añaden frecuentemente nuevas voces que incumben a contextos anteriormente inexistentes, y de ellas se apartan otras cuyo significado ha dejado de existir. Una manera de manifestar y poner en valor la belleza de nuestra lengua y de contribuir y aportar a enriquecer nuestro vocabulario, es despertar esas palabras, salvándolas del olvido. Palabras, significados y sonidos de antaño que un día se escucharon en nuestra comarca, y hoy descansan en la memoria colectiva de nuestros pueblos.

 Así mismo, aquí se exponen algunos términos, y se refiere su significado popular, para información más extensa y académica, animamos a visitar El Corpus Diacrónico del Español (CORDE), que es un corpus textual de todas las épocas y lugares en que se habló español, desde los inicios del idioma hasta el año 1974, en que limita con el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA). El CORDE está diseñado para extraer información con la cual estudiar las palabras y sus significados, así como la gramática y su uso a través del tiempo.

 Cuenta en la actualidad con 250 millones de registros. Hoy es fuente obligada para cualquier estudio diacrónico relacionado con la lengua española
- http://www.rae.es/recursos/banco-de-datos/corde.
- http://dle.rae.es/?w=diccionario.

Breve diccionario de palabras en desuso de Jayena:

Abarruntar.- (barruntar). Prever, predecir o presentir por alguna señal o indicio.
Acarrear.- Transportar en carro. En otros tiempos significaba específicamente el transporte en carros de la mies segada, desde la tierra a la era, para ser trillada. Por generalización, acarrear agua, leña, o cualquier otro producto.
Alacena.- Término con el cual se designaba el hueco o huecos abiertos en una pared y dotados de puertecitas, habilitados para guardar objetos, en las casas, vajillas, cubertería, vasijas, etc.
Alcancia.-, Así se llamaba a la vasija normalmente de barro cocido en cuya parte superior se abría una corta hendidura por la que se introducían monedas para guardarlas. Lo que hoy se conoce con el nombre de hucha.
Alfaca.- (faca).Cuchillo de grandes dimensiones y con punta, que suele llevarse envainado en una funda de cuero.
Atroje.- (troje). Habitáculo que sirve para almacenar el trigo y la cebada, a modo de pesebre y forma rectangular con los tabiques extremos están inclinados hacia adelante. En ocasiones se les colocaba una tapa.
Barcinar.- Acarrear la mies (trigo, cebada, etc...) a la era
Botica. Farmacia. Boticario o boticaria el farmacéutico o farmacéutica.
Bute.- Asustaniños. También Hombre del saco o sacamantecas. Generalizando persona poco amable, huraña, intratable y solitaria.
Cabestro.- Cuerda de esparto o de cáñamo que se pone en la jáquima de la caballería para conducirlo
Cacico.- Cazo pequeño.
Calentura.- Fiebre
Candil.-. Artefacto metálico que se llenaba de aceite, al que se adhería una torcida, la que se encendía y que servía para alumbrar
Cantarera.- Mueble de madera con cuatro patas y dos o más agujeros en la parte superior para colocar cántaros.
Cántaro.-. Recipiente cerámico con el asa y boca redonda y pequeñas, útil para trasportar agua, aceite y otros líquidos.
Cascar.- 1. Hablar. 2. Morir
Cebollazo.- Golpe o caída.
Chacha.- 1. Escupidera, orinal. 2. Mujer mayor, generalmente la abuela de la familia o de la casa. Tía.
Chuminá.- Tontería
Churrete.-. Mancha que ensucia las manos, la cara u otra parte visible del cuerpo. “¡Lávate los churretes antes de comer!”
Curiana.- (cucaracha).
Damajuana.-. Garrafa. Recipiente de vidrio o barro cocido, de cuello corto, a veces protegido por un revestimiento, que sirve para contener líquidos. Normalmente se usaba en el campo, para mantener el agua fresca.
Dañino.- Persona, animal o cosa que hace y realiza el mal.
Debalde.-. Gratis, sin costo (lo obtuvo debalde)
Escardillo.-. Azada pequeña para escardar
Espachar.-. atender, o todo lo contrario, echar, expulsar de algún lugar.
Estrujar.-. Oprimir una cosa hasta obtenerle el zumo o lo que contenga
Farfolla.- 1. recubrimiento de la panocha o mazorca de maíz. 2. en plural y figuradamente, algo con poco interés o de poco valor
Fuyero/a.-. Persona que usualmente falsea. Se dice también del que hace las cosas mal
Gavilla.- Manojo de mieses que el segador, formaba y ataba durante la siega de las mismas.
Majano.-. Cúmulo de piedras que se acopiaban de las tierras que se labraban, para facilitar las labores agrícolas.
Mugre.- Suciedad de mucho tiempo
Perra.- Por este nombre se conocía vulgarmente la moneda de cobre que podía tener el valor de cinco céntimos, y entonces se llamaba «perra chica», o de diez, en cuyo caso se conocía como «perra gorda».
Tomiza.- Cuerda hecha de esparto.