Unos olivos muy especiales



Aceite virgen extratardío. En una finca de Jayena la recogida de la aceituna se prolonga hasta las puertas del verano
 
Imagen superior: Luis Durán muestra como se realiza la recogida.

16/07/2005.- Como se podía leer en los antiguos tebeos lo que ocurre en Jayena es “increíble pero cierto”. Pese a que el termómetro roza los 30 grados una cuadrilla de unas veinte personas se afana en estos días, (mediados de junio), por recoger la excelente cosecha de aceituna, tarea que este año se han prolongado hasta después de San Juan. Una vez recogida se traslada a la propia almazara del cortijo del Marqués donde se elabora un aceite de excelente calidad. Aún quedan más singularidades: los centenarios olivos no se podan ni limpian y el orujo, las hojas secas, el alpechín mezclado con turba se utiliza desde hace décadas como abono natural.

El cortijo Rota también conocido en la zona como el cortijo del Marqués cada vez es más conocido dentro y fuera de la comarca de Alhama, en especial,  por los amantes del queso curado de cabra y los requesones ya que en su entorno se encuentra la quesería artesanal “Cueva de Magahá”. Situado a unos tres kilómetros de la población en un carril que en su mayor parte ha sido asfaltado por el ayuntamiento se encuentra esta finca en la que, pese a estar a las puertas del verano, todavía están en plena recogida de la aceituna.

Alto rendimiento 
 Interior de la almazara del Cortijo del Marqués, de Jayena
Luis Durán es actual encargado de la finca, función que ha desarrollado su suegro hasta su jubilación. “El cortijo está ahora repartido entre varios herederos, yo llevo la parte de don Antonio Melgarejo”, nos informa antes de explicarnos que “la presente campaña se inició concretamente el 25 de febrero y si no surge ningún contratiempo finalizará en torno al 24 de junio”. Cada jornada varias cuadrillas recogen del suelo unos siete mil kilogramos de aceituna cuyo rendimiento ronda los 30 grados. En el suelo con unos rastrillos de plástico se reúne la aceituna, se echa en cajas que se vacían en los remolques en los que serán transportados a la almazara. Allí se limpiará de hojas, tierra y polvo y será convertida en un aceite de profundo sabor e intenso color que será almacenado en los nueve depósitos con capacidad de 180.000 litros cada uno.

En total son alrededor de 8.500 olivos principalmente de la variedad hojiblanca  aunque también  hay algunos marteños a los que se ha instalado un sistema de riego informatizado.  Este olivar está situado a una altitud cercana a los 900 metros. Desde hace más de medio siglo a estos olivos sólo se les ha cortado alguna rama seca ya que la norma es no podarlos ni varearlos cuando la aceituna está verde pues se pierden los tallos más jóvenes. Incluso entre ellos aparece uno con su propia historia. Durante una gran nevada un tronco cayó al suelo por el peso de la nieve pero sin llegar a partirse. La esposa del dueño pidió al casero que no se cortase como sería lo habitual. Desde entonces es conocido como el “olivo de la señora”, un octogenario ejemplar del que cada campaña se suelen recoger más de 300 kilogramos de aceituna.