Vida pausada en Jayena



El municipio granadino sigue teniendo su principal motor económico con el cultivo de olivos
. El diario Granada Hoy, en su edición del 1/2/2011, dedica este artículo a Jayena en su sección; La Granada del siglo XXI.

A menos de cincuenta kilómetros de la capital granadina, rodeado por las sierras de Játar y de la Mora se encuentra el municipio granadino de Jayena, que cuenta con un importante entorno natural, por lo que goza de zonas de acampada bien acondicionadas que se convierten en uno de los principales atractivos de este pueblo. La localidad, de poco más de 1.200 habitantes, es un lugar ideal para la práctica senderismo y otros deportes al aire libre.

"Si hay que destacar algo del pueblo me quedaría con la zona de El Bacal, junto al río Grande, es un lugar que atrae a numerosos visitantes interesados en el contacto con la naturaleza", apunta Mónica Peregrina, una vecina de Jayena, que aunque crítica con algunos aspectos que podrían mejorarse en el pueblo, afirma también que es un buen lugar para vivir, por la tranquilidad y la confianza entre los vecinos.

Si hay una fecha que los vecinos de este municipio granadino esperan cada año con impaciencia esa es la del 13 de junio, para celebrar la Romería de San Antonio de Padua. La celebración, que varía de día para que coincida con fin de semana, reúne a los vecinos del pueblo y de otros cercanos para disfrutar de un día de campo al mediodía, que se acompaña de una comida y de música que ameniza una jornada de fiesta. "Lo mejor del pueblo es nuestra romería, ese día nos juntamos todos", asegura tanto Mónica, como Ana Díaz Abril, que lleva 25 años viviendo en el pueblo.

Ana habla también de la tranquilidad que se respira en las calles jayenuzcas. "Aquí nos conocemos todo y aunque no hay muchas actividades, la verdad es que se vive bien".



De fiesta en fiesta, la feria de agosto es el otro momento grande de Jayena. El sol del verano y las vacaciones provocan un aumento considerable de los vecinos, entre los que vuelven a su municipio para disfrutar de las fiestas y descansar y los jóvenes de pueblos cercanos que se acercan a Jayena para celebrar con ellos su feria.

La cercanía del pantano de los Bermejales y su zona de ocio suponen también un motivo que anima a muchos a visitar Jayena, así como la posibilidad de disfrutar en los bares del pueblo de la tradicional gastronomía.

La agricultura continúa siendo en Jayena el principal motor económico de sus habitantes. Los campos de olivares rodean casi todo el pueblo y el tomate cherry es otro de los cultivos más habituales en las tierras de esta localidad granadina. En las afueras de la localidad hay además varias almazaras en las que se produce aceite de oliva. La construcción tuvo un importante auge y durante algún tiempo daba también trabajo, pero ahora con la crisis esto ha cambiado", apunta Mónica Peregrina.

No se puede obviar tampoco la importancia que está tomando el queso de cabra que se elabora de manera artesanal en el municipio y que empieza a ser cada vez más conocido fuera de Jayena. La Cueva de la Magaha es el nombre propio de un producto que está dándose a conocer poco a poco unido a la localidad de Jayena.

Los pequeños comercios forman parte de la vida diaria del municipio, "aquí tenemos de todo", afirma Ana Díaz. Aunque no hay grandes comercios dentro del término municipal si que existen pequeñas tiendas para cubrir las principales necesidades de los vecinos y bares en los que se pueden degustar los platos típicos de la zona como las migas o las calderetas.

Naturaleza, buena mesa y vecinos acogedores forman un municipio por el que merece la pena pasar.