Primera boda civil en el ayuntamiento de Jayena



Más felices que las perdices.
Lorenzo y Mari Carmen, dos jóvenes de Jayena, protagonizan el primer matrimonio civil celebrado en este Ayuntamiento.

16/01/2005.- Minutos antes de las doce los primeros invitados fueron congregándose a las puertas del Ayuntamiento de Jayena. También lo hacía el alcalde de la localidad, José Fernando de Cara, ligeramente nervioso pues no en vano iba a celebrar la primera boda civil de este consistorio entre dos de sus convecinos: Lorenzo Aguado, camionero de 35 años de edad y María del Carmen Medina, de 26. Unas notas musicales comenzaron a sonar por el equipo de megafonía cuando por fin llegaron los contrayentes.



 En la primera planta les esperaba el primer edil en una sala que quedó pequeña para acoger a los numerosos familiares y amigos que no quisieron perderse ni un detalle de tan inusual ceremonia. Una vez colocados los novios y los padrinos, Antonio Medina, padre de la novia y Adoración Fernández, madre del novio comenzó el acto. “No hemos reunido en este salón de plenos para asistir a la celebración del acto jurídico voluntario y consentido de matrimonio civil…” Comenzó a leer con tono formal el alcalde a lo que siguió las relación de los derechos y deberes recogidos en los artículos 66, 67 y 68 del Código Civil. Miradas de complicidad entre los contrayentes. Intercambio de sonrisas.

Kilos de arroz



Tras ponerse de pie el alcalde haría la esperada pregunta de “Lorenzo ¿consientes en contraer matrimonio con Mari Carmen? Tras el sí rotundo del novio vendría la segunda “¿vienes libremente sin coacción o amenaza a celebrar este acto de matrimonio?”. A continuación tocaría el turno de la novia y el acto de la colocación de los anillos que concluiría con la típica declaración de ambos como marido y mujer. Aplausos, besos de los recién casados y firma del acta matrimonial, mezclados con alguna lágrima furtiva de la madrina y mucha alegría por parte de los presentes que quisieron felicitar a los ya esposos que recibieron la primera lluvia de arroz al asomarse a la ventana de la casa consistorial. 



Tras abandonar el salón otro nutrido grupo de personas les esperaba con varias decenas de kilos de arroz y palomitas que lanzaron contra los recién casados. Más felicitaciones fundidas con abrazos y besos antes de subir en el flamante Mercedes que les trasladaría hasta El Padul a donde volverían a reunirse en un restaurante con los 240 adultos y 40 niños invitados a esta celebración. De esta forma el sexto de los hijos de Manolico “la Bicha”, como es conocido Lorenzo en su pueblo natal y Mari Carmen, la “Meína”, se casaron y desde ALHAMA COMUNICACIÓN les deseamos que sean felices y coman muchas perdices.