Jayena vive el día de la cruz marcado por la pandemia del Covid-19, por segundo año consecutivo, pero con sentimiento, ilusión e imaginación



Bajo el lema “Ve preparando tu Cruz que nosotros ponemos el resto” el Ayuntamiento de Jayena ha animado a sus vecinos a participar en la fiesta del día de la Cruz.

 Una fiesta del día de la cruz que, a pesar de la pandemia, va creciendo año a año, entre las celebraciones más queridas de los jayeneros. El Ayuntamiento ha repartido entre los vecinos participantes en las 15 cruces realizadas un pack pro-cruces compuesto de habas, saladillas, y rebujito, para alegrar la fiesta, aunque fuera de manera intima en sus hogares.

 El color, el sentimiento y porque no la alegría han sido la estampa que las 15 cruces han mostrado al vecindario jayenero, de una manera preferentemente virtual, teniendo en cuenta las medidas de seguridad vigentes por la pandemia.

 No solo el sol y el calor han lucido el pasado domingo 2 de mayo, día al que se adelantó la celebración del día de la cruz en Jayena, sino el colorido que ha engalanado muchas de las calles de la población, así como patios y portales. Además de las cruces en patios y terrazas, las calles donde se han ubicado cruces que se han podido ver, siempre bajo las pertinentes medidas de seguridad Covid, han sido: Calle de las Cruces, Calle Correos, Calle Constitución (frente a almacén fe materiales Franalex), Calle Jesús y María, Urbanización puente verde calle de abajo y calle del medio, Calle Carpinteros (junto al ayuntamiento) y Calle Delicias.

 Todas las cruces en esta edición han merecido un primer premio, pues todas han sido muy elaboradas, detallistas, bien adornadas y construidas con cariño, genio, creatividad y mucho corazón. Pero merece especial mención por su significado, la llevada a cabo por Nani Morales, con dedicatoria especial a su madre, fallecida recientemente, una vecina muy querida en el pueblo al igual que toda su familia.

 Por otra parte, subrayar así mismo el gesto de María José Hidalgo y Gabriel López que han tenido el detalle de pintar la Cruz Chiquita, que se encontraba en un estado lamentable de pintura, hecho que ya ha sido resarcido por estos dos devotos vecinos. Señalar la importancia de esta Cruz (La Cruz Chiquita) en el origen de la celebración actual del día de la Cruz en Jayena, cuando allá por 1992 Katy Valenzuela reiniciara esta celebración en la villa jayenera.




El símbolo de la Cruz en Jayena, un poco de historia

 Según algunos de los vecinos más viejos del pueblo, la Cruz Chiquita data de tiempos del terremoto de Andalucía de 1884, cuando los entonces habitantes del pueblo decidieron (en su creencia) proteger el pueblo de malos augurios, y catástrofes instalando cruces como la mencionada en la entrada de los caminos a la Villa. Otras cruces esculpidas en losas de piedra de 40 por 90 centímetros, (como la que hoy se puede observar, algo deteriorada, en el camino de subida a la mesa de Jayena); “protegían”, el pueblo ubicadas, una cercana al antiguo molino de pan en el tradicional camino a Almuñécar y Otívar por el paraje de Turillas hacia los Prados de Lopera, otra en el camino a Granada en el denominado paraje del Salaillo, y otra en el camino de las Albuñuelas. Como se ha mencionado estas cruces estaban grabadas en grandes piedras con medidas de entre 40 por 80 y 90 centímetros. Si bien todas ellas han ido despareciendo, y cayendo en el olvido. Aunque aún quedan una, olvidada eso sí, que se puede ver en la vereda que sube a la Mesa de Jayena, que lleva al denominado paraje Cruz de Loa Llanos. Un cruce de caminos que comunicaban en tiempos no muy lejanos entre otros lugares Jayena, con Fornes, Arenas del Rey, y Játar, además de ser servir de vía de comunicación a los resineros, carboneros y arrieros de la época entre otros. Mas importantes y de un origen más antiguo debían de ser las Tres cruces que se encontraban en las inmediaciones de lo que hoy es la calle de Las Cruces. Estas de piedra y bien talladas ubicadas al pie del cerrillo de Los Claveles. Aunque la celebración del día de la cruz en Jayena, no supone un revulsivo para el turismo y su economía, ni una tradición antigua, si ha sido este un símbolo religioso venerado en la población por diferentes motivos no siempre de origen festivo. Teniendo muchas de ellas probablemente un origen antiguo, desde al menos la cristianización producida tras la conquista cristiana de la población, y la posterior expulsión de los morisco que la habitaban, que, aunque más tardía también se produjo. En aquella época se produjeron misiones de cristianización como la que se narra en El Libro de Misiones del Sacromonte, Periodo 1612-1621 (Documentos del Sacromonte de Granada II): En quatro de henero de mil y seiscientos y doze, por decreto del abad y cabildo del Sacromonte y con licencia y bendición del señor don Pedro Goncalez de Mendoca, arcobispo de Granada, el qual les concedió todos sus casos y vezes, partieron a misión del Sacromonte los señores doctor don Pedro de Áuila y licenciado Joan de la Fuente, canónigos del Sacrornonte, juntamente con el señor licenciado don Goncalo de Áuila, presbítero vecino de Granada, varón de grande sanctidad y prudencia, y muy exercitado en el trato de las almas, para los lugares que abaxo se dirá. [Margen izquierdo:] Señor doctor don Pedro de Áuila, señor licenciado Joan de la Fuente, canónigos; señor licenciado don Goncalo de Áuila, presbítero. Este día llegaron a Jayena, que estará de Granada seis leguas, lugar pequeño de don Pedro de Granada. Aquí estuuieron todos tres días. Predicóles el día de los reyes el señor don Pedro de Áuila y dijoles la misa cantada; confesaron y comulgaron todos los del lugar con mucho afecto. [Margen izquierdo:] Jayena.

 O la posterior fundación por los dominicos de cofradías bajo la jurisdicción de Santa Cruz la Real de Granada, Cofradía del Rosario la de Jayena fundada por el presentado fray Pedro de acosta en el año 1784. Que también fomentó este culto, así mismo muchos mayores recuerdan las misiones de los jesuitas del año 1933 por el jesuita padre Martín Santaella, o las posteriores de los años 50 del paso siglo, que fueron rescatando y conservando la veneración a la Cruz Chiquita en sus etapas.