Aquí, la Candelaria

 

No es casualidad que la palabra "hogar", defina a la vez el fuego de la cocina y el espacio íntimo en que habitamos; el fuego, desde su dominio por el hombre ha sido compañía constante proporcionado luz, calor,seguridad y comodidad.

 Fruto de esta estrecha relación entre hombre y fuego son las fiestas que tienen como parte esencial el fuego, la fogata, la candela, la lumbre. Y es que sentimos ante el fuego una cierta fascinación que nos lleva a poder pasar horas sentados delante de una lumbre viendo el espectáculo, siempre cambiante, de las llamas.

 La verbena de San Juan en Cataluña, "la nit de foc" en Valencia son los ejemplos más conocidos de celebraciones populares que tiene lugar alrededor de una hoguera, que no en vano fue el fuego regalo a los mortales del titán Prometeo quien lo robó a los dioses, dice la mitología. Más seguro es decir que fue fruto del azar o  del ingenio humano el dominio del fuego. Dominar el fuego y perfeccionar las técnicas de caza, supuso el inicio de ese largo camino que llamamos historia de la cultura.

 Celebramos, pues fiestas como nuestra Candelaria que hunden sus raíces en el principio de nuestra historia como especie dominante de este viejo planeta.

 Este 2 de febrero, nuevamente los fuegos iluminarán nuestras calles, el vino, el chocolate, las migas y cuantas viandas se deseen competirán con los cantes de las coplillas de merceor  y niñas, y no tan niñas serán columpiadas entre risas y buen humor. Tiempo de compartir con amigos y vecinos unas horas de alegría, coplas, comida y vino,  y de recuperar esas letrillas de merceor que son parte de nuestro patrimonio cultural popular.

 La ocasión lo merece, es una de nuestras tradiciones,  que además entronca con tradiciones mundiales milenarias, reconvertidas por el Cristianismo en festividades religiosas, en este caso como festividad en honor de la Virgen de la Candelaria, si bien en el caso de la nuestra toda connotación religiosa ha desaparecido, caso contrario de la Romería del Vino, que empezó laica y ha terminado por ser una fiesta religiosa más.

 En todo caso,disfrutemos un año más de una de nuestras fiestas, junto con el carnaval, más populares y conocidas y demostremos nuevamente que aquí sabemos divertirnos además de saber trabajar, que todo es preciso.