Deja de mirarme el escote



Los ojos también los tengo muy bonitos.

 Porque en el fondo te aprecio, me permito darte algunos consejos para afianzar no tu masculinidad ni tu genitalidad, si no tu humanidad. Lo que te hace hombre no es ni lo que te cuelga entre las piernas ni otros atributos sexuales secundarios si no lo que tienes dentro del cráneo y, sobre todo, el uso que le das. Y francamente, en este instante, con tu mirada fija en mis tetas, no parece que lo uses en demasía.

 Sé que existe el mito de que las rubias de abundante pecho son tontas. E incluso conozco a alguna de mis amigas que explotan ese recurso en su provecho. Nadie mejor para fingirse tonta que una mujer inteligente Pero no es así. Es decir, puede haber rubias tontas, pero no creo que el porcentaje sea mayor que entre otras tonalidades del pelo. Pero también hay hombres tontos entre todos los tipos posibles. Si subes un poco la mirada y dejas de imaginar eso que estás pensando, puede que descubras que mis ojos además de bonitos reflejan mi inteligencia. Y si hicieras la prueba de intentar verme como un ser humano y no como un objeto cinegético, como una pieza más que añadir a tu colección, podrías ver que, dentro de este cuerpo, que tanto te atrae, hay una persona compleja, llena de ideas, proyectos, sueños e ilusiones profesionales que ya ha recorrido un largo camino, pero a la que aún le quedan muchas metas.

A ti el hecho de ser hombre te ha abierto puertas profesionales con mucho menos esfuerzo que a mi.
 Puedo ser tan competitiva como tú, y, profesionalmente mejor que tú. Sí, no te molestes. A ti el hecho de ser hombre te ha abierto puertas profesionales con mucho menos esfuerzo que a mi. Para llegar donde he llegado he tenido que demostrar más inteligencia, aptitudes profesionales y astucia que tu. Igual que el resto de las mujeres con independencia de su color de pelo, su atractivo físico o la falta de él. Es mucho más fácil ser hombre que mujer y no sólo en el ámbito profesional en el que nos movemos si no en la vida en general. A ti te basta con acreditar tu profesionalidad y poco más. Yo tengo que demostrar mi profesionalidad y dejar claramente establecido que quien me paga, me paga únicamente para hacer mi trabajo, pero para nada más. En ti eso se da por supuesto.

 Por eso te aconsejo que seas humilde y que dejes de creer que tu masculinidad depende de tu entrepierna y pruebes a relajarte y no considerar que toda mujer que se pone en tu camino es una pieza más. ¿No te cansa la constante tensión? Tómatelo con calma y piensa que es posible una relación de amistad entre tú y una mujer. Solo basta con que ella sea inteligente y, créeme, que hay muchas mujeres inteligentes con las que podrías disfrutar de una charla agradable, una copa y unas risas sin tener que intentar capturar la pieza. Además, si te elige como amigo, es porque confía en tu inteligencia.

 Si, ya sé que vas a decirme que para eso ya tienes a tus amigos. Haz lo que quieras, pero, créeme que te estás perdiendo muchas cosas y que una relación de amistad con una mujer te enriquecería.

...hace rato que no me miras las tetas y estás pendiente de mis palabras, seguro que empiezas a darte cuenta de que además de una rubia atractiva soy una persona a la que vale la pena escuchar.
 Si me estas escuchando con atención, y creo que sí, porque hace rato que no me miras las tetas y estás pendiente de mis palabras, seguro que empiezas a darte cuenta de que además de una rubia atractiva soy una persona a la que vale la pena escuchar. Ese es el primer paso para acceder a la comprensión cabal del mundo. De un mundo habitado por hombres y mujeres. De un mundo en el que la participación de los hombres nos es necesaria a las mujeres para cambiarlo, para dar pasos camino a la igualdad real, a los mismos derechos, deberes y responsabilidades.

 A un mundo en el cual tu y yo podamos ser colegas de profesión y amigos sin necesidad de que tenga que estar constantemente en guardia ante tus intentos de ligue. Porque te aprecio como amigo pero nada más.

 Hay mucho más de lo que crees dentro de una mujer. Atrévete a explorarlo y no te quedes en la superficie. Seguro que te sorprendes.