Pedro, el de los mulos (2)



El ejemplar de esta semana trae un inédito poema de La Gata sin nombre y un breve ensayo de Silverio el Tigre, este sitúa al “yo” poético del poema en torno a principios del siglo XV, dice que el “yo” del texto lleva a cabo una visión.


La gata sin nombre, segunda entrega
Un relato de José Ignacio Molina Benítez

 Me caparon cuando era pequeño, recuerdo a la veterinaria – tienes que conocerla, una mujer con un abdominal como el sinónimo de un cojín, no con cara de palo, con cara de osito amable – , me dijo con una malafollá de tinte y corte amable – casi como si el corazón de una peluquera tuviera –, “te quitas el lastre de los huevos pero tienes más polla que la gente de la Joya”. Supongo que su hábito en el arte de desensamblar testículos le había sugerido una rima tan fuera de sí, pero luego continuó recitando unos versos muy perro-benjapradianos que dejaban entrever la influencia de los ensayos de Guillén Maldonado – uno de nuestros gatos más emblemáticos, ilustrado y alhameñista de honoris causa, doctor en leyes y filosofía, historiador, presidente bonachón, orador de larga resistencia y con buena cintura para los silencios, un gigante entre gigantes que si hubiera vivido en tiempos de la gran batalla de Alhama, habría convencido al alcaide moro para que se fuera a Bagnères de Bigorre a las bodas de su prima, y que de camino preguntara en Baeza por Livia, la hija de la oliva – , me dijo que perder las pelotas no es igual que perder la intuición, que escribir la libertad en los gemelos es poner los focos en lo importante de la vida, mirar a donde no desvencijan los motivos, que si la independencia define a los gatos, en 1898 Cuba debió tener zarpas y bigotes. Puede que sea un gato cursi o llámame delicado, habitúo a comer huevas de salmón, me acicalo para salir a mi balcón de verja barrocoandalusí, me gusta que me den con el cepillo por el lomo – ese ciempiés de plástico me somo-eriza, me atraviesa como una hilera de placer de un ovillo interminable – pero si me pones los rapeos flamencos de Lola Flores o de la Mari Pelae y saco la vena, me da un nervio y un aire, me sube un temperamento y un baile ¡que abro mares!. El otro día mismo, resulta que Federico – que tiene que tener muchísima fe todavía si quiere ser rico –, el gato okupa, vamos, el tejadista del vecino venía mira con una retahila, mira un rencor enhebrado con un hilo de envidia, con unas acusaciones tan miserables como que mi familia tira comida a la basura, cuando todo el mundo sabe que las destino al Ayuntamiento, ¿quién se creerá que dona las “bolsas oro” el Día de puertas abiertas en el basurero? ¡Que no se puede ser más tonto que ser gato y votar a un gato negro! Perdonadme vecinos – los siete u ocho que me estáis leyendo, según las últimas estadísticas – , pero es que me da una rabia, ¡me da un agua hervía que lleno estanques!.

 He escuchado la maqueta de la Gata sin nombre, La Tarata, y al igual que Pedro es posiblemente el último regazo de una estirpe, la Gata sin nombre parece venida de otro lugar, de un sitio al que no puedo dirigirme si no es con la palabra silencio, una última estela de la vieja guardia, un ángel de la guarda de Pedro. Recuerdo esa canción, “la milonga del destino” se titula,

Por cada parado un ladrido
en la ciudad alhameña
solo tengo pobres maullidos
mis penas silban por las peñas,

Prima, este mundo se despeña
pero una pista yo anido,
en el centro de la telaraña
hay un tesoro escondido.

Yo soy una gata perruna
que vive entre los borricos
no es de plata mi fortuna
pero Don Pedro es mi mocico

me parece totalmente ubicada no en otro tiempo, sino en el centro de una paradoja, Guillén escribió que el reverso de los perros vendrá con los versos de los gatos. Es decir, creo que los gatos pueden alcanzar la vía unitiva con los perros a través del arte y la Gata sin nombre podría ser un médium. Decidí seguir una pista que había sugerido el maestro Donan, el antequerano, gracias a su conocimiento del latín y griego y sobre todo a sus estudios en las ciencias ocultas – sabía cosas, como por por ejemplo, la técnica antiquísima del baño en mercurio para preservar durante siglos libros o, que en las imprentas tramaban códigos secretos como bajar levemente la grafía de un número, descolocar letras, errores a propósito, donde iba una mayúscula ponían una minúscula y cosas de ese tipo – pudo comprobar que Iñigo López de Mendoza, el Conde de Tendilla, tenía misteriosamente una obsesión por los gatos, habiendo extraído numerosos mensajes codificados en sus cartas– aplicaba los antiguos métodos de formas exactas, la numerología de Pitágoras, pistas imperceptibles que daban lugar a patrones secretos–, los encontraba incluso en sus retratos, hasta encontró la cara de un gato bordada en su capa cuando visitó el museo de casa natal. Sabemos que los Reyes Católicos lo nombraron embajador ante el Papa, por lo que es lógico que se reunieran infinidad de veces en el Vaticano, a esto hay que añadir los hallazgos en las últimas investigaciones del maestro Don Luis – sacó a la luz dos mensajes encriptados dentro de una carta de la reina al conde, las dos palabras hacían una “X” sobre el texto, G A T O M U L O y B U R R O T E C A en latín, coincidiendo la “O” de BURRO y la “O” de GATO en el centro exacto del texto –. Es posible que estemos ante un enigma que lleva en la sombra siglos, se me levanta la cola solo de pensarlo.



 Federico está siendo muy servicial conmigo, hicimos las paces y ahora me llama cariñosamente “Pasisco Pollalisa”, me embaucó con su fetiche colección de bolas de pelo y con unas sinceras disculpas. Me ha hecho socio de número en el club de Los gatos literatos y por la raja de la puerta trasera me deja cada viernes a primera hora su edición semanal. Son muy detallistas, al abrirla cuando la olfateas deja un gusto delicado de pescado fresco. La portada es del ilustrador Asier de López, creador de la famosa de colección Ña el niño Pepe López con la que conquistó al panorama comarcal y sureste de Granada con un arte de filosofía confusionista, con eso que llaman lo ordinario-extraordinario. El ejemplar de esta semana trae un inédito poema de La Gata sin nombre y un breve ensayo de Silverio el Tigre, este sitúa al “yo” poético del poema en torno a principios del siglo XV, dice que el “yo” del texto lleva a cabo una visión, “si la larga noche, como sabemos, remite a la Edad Media, quién sea que sea el sujeto, está intuyendo la llegada de los primeros conatos del capitalismo, el motor de los artesanos en las afueras de esas ciudades, ingentes bolsas de pobreza y muerte, la advertencia de que ese nuevo orden social que llegaba iba a ser sinónimo de explotación” destaca el Tigre.

El horizonte una brecha de luces,
como burbujas
alumbran en el contorno el eco de las ciudades
un bulevar de almas, un murmullo de manos,
de ovillos de sombra,
el fervor de silencios olvidados
por el roto esclavo de la memoria.
Asomaos al bautizo de síes condicionales a boca de parir.
Si termina la larga noche ¿pueden verlo?
la luz como una bolsa explotará algún día.

 ¿Cómo una gata aparentemente sin formación había podido leer teorías marxistas aplicadas a la literatura? Esto se está poniendo muy extraño, encima ahora con las huelgas de perros, que agotados por la excesiva carga de estas semanas – afirman salir a pasear más de mil veces al día para que sus dueños disfruten de unos minutos de libertad – , se han organizado en torno al líder espiritual de los sabuesos, el capitán Melgares. El primer acto de protesta fue el viernes de Dolores. Por el estado de alarma, en la pandemia que estamos arrastrando, el cura había organizado unos actos simbólicos, quería que todo el pueblo saliera a sus balcones a las ocho para que le aplaudieran, su plan era que los vecinos de la Placeta para arriba dijeran al unísono “la virgen”, mientras que los de la Joya tenían que decir “María”, justo cuando él diera la hipotética señal. Su jugada solo se puede rotular con el titular de un batacazo, unos decían “viva la virgen” , esos mismos continuaban “la puta que parió que me he equivocado”, otros “María” o “virgencilla”. A la ocurrencia fracasada del cura se le sumó el boicot de Melgares. Había instalado unos altavoces de un millón de vatios – uno arriba, uno abajo – en lo alto del pueblo, “en la cruz el hachuelo” y cuando el cura empezaba con la eucaristía sobre sí mismo, a defender sus postulados de la espectacularidad de efervescente aparatosidad, sonó la canción “very good fandango” de los AB/DC. Los sonidos desafiantes e infernales cubrían como una niebla dura todos los rincones de la ciudad. Bajo los ángeles negros, las familias alentaban la lengua eléctrica de la banda que creció en el Buena Vista Social Burriancas – esta podría ser otra pista. ¿Qué misterio hay detrás del viaje de la próxima semana de Pedro a Burriancas? ¿Podría ser Burriancas la meca de los mulos y de los burros? ¿Qué conexión hay con los mensajes de G A T O M U L O y B U R R O T E C A descubiertos por Don Luis? –. Los perros de la banda de Melgares volvieron como coloquialmente se dice, “empalmados a sus casas” (o húmedas en lenguaje inclusivo), incluido mi hermano Rosky vino emocionado– un bodeguero obsesionado con irse de terrazas, su sueño es vivir en bucle el día de la ruta de la tapa – , últimamente parece haber madurado y la acción, la pura calle, lo está haciendo crecer o eso parece. El pueblo ha bautizado popularmente este día como “el viernes de Melgares”; donde un elenco de artistas comarcales sonaron, como el grupo flamenco La fontana de Toto, el de pop Las Sibancas, pero también Carlos Ginevia, Antiheroe, Moldero Mc Rally, Los Mama, Diesel Lucas, Los pantanetas – Franquillo, el heredero de Loquillo, es el cantante –, Pólvora MCipote, el jatareño Wifi para todos y los jayenuscos Gran Turismo Inyección y el mixto de Fornes y Arenas La hora de la Resinera, más tirando para el naturalismo. La alternativa en la mesa de mezclas la tuvo Javi Benítez, dj Gallo, el SME – Sindicato de Música Electrónica –, presidido por Fernando Velasco, y en representación de los disyoqueis P-Cuck, Miguel Bastida, hermanos Ruiz db, Kenny García, Huracán Awer, Gesús Lpz, Víctor Molina, Cantano, Kultur, Edu Raya y otros tantos, además de Moi Granizo como mejor bailador de electrónica de la Comarca, decidieron en unanimidad que era una oportunidad interesante para el canterano. Deleitó el de la carretera Graná, se ganó al respetable y, logró el éxito que había soñado el cura, todo el pueblo saltando en sus balcones, algunos incluso de subieron a los tejados, la noche se hizo a golpe de yunque, soplaban los platillos y un silencio mínimo traía pedruscos de lava nueva, focus focus focus de horas levitadas. “Gallo Gallo”, decía todo el pueblo al unisono, “Gallo Gallo”, sucedía el golpe y al golpe tenaz seguía el crujir abierto,“ Gallo Gallo”, flotaba el reloj con gravilla de efectos frescos, “Gallo Gallo”.


 Me llaman Pasisco, detective y pico. Siento que las paredes se juntan como jamás he sentido, estoy encerrado en una habitación encerrada dentro de otra habitación, soy dos cerillas en el hueco de mis ojos vaciados, alrededor todo está oscuro, una inmensa galaxia negra formada por todo aquello que está sin decir. Si me sigues puedes sentir una respiración fuerte, puedes escuchar el sonido que dejan las herraduras, el paso inconfundible de la sapiencia del terreno, observa las grietas de una mano trabajada, las viñas en la garganta, la barba de cerezo, la tierra en la mirada, contempla como las palabras saludan alumbrando a Pedro el de los mulos. Puede que venga del hotel la Seguiriya de hacer un trueque con Moyano, él suele llevarle almendras o pimientos o tomates o vino y Paco le canta un tanguillo como el de “Los reyes de la baraja” o se anima con “La soleá de mi abuelo” o con su inédita seguiriya, la que más le gusta a Pedro, “siguerilla del vino de Alxama”

De los tajos de Aljama
yo provengo, vecinos
y aluego esta grieta es mi alma
toma una copa de vino

Si quieren una bufanda
aguas calientes, vecinos
y endevés de propaganda
toma otra copa de vino.