Antonio López "El Viñero"- murguista de Alhama



"Nadie sabe si el que va con una máscara es pobre o rico"


Imagen: Antonio López, veterano murguista (Ramón L. Pérez, IDEAL)

En la edición dominical de IDEAL el periodista Andrés Cardenas entrevista al  "Viñero", nuestro murgista más veterano que continua en activo pues "lleva prácticamente toda la vida participando en el Carnaval de Alhama, bien disfrazándose o bien componiendo letrillas para su murga "La Cueva".

Tiene guasa la cosa. ¿Sabe en donde ensayo algunas veces las coplillas del Carnaval? En las oficinas que han hecho en lo que fue la cárcel, en donde estuve preso en los años más duros de la dictadura por salir vestido de máscara. ¿Qué le parece?. Y en un balcón muy cerca de allí, Fernando de los Ríos dio un mitin en Alhama. Por cierto Fernando de los Ríos ya elogió los carnavales de Alhama. Le envió una carta a mi padre que fue el último alcalde republicano que tuvo este pueblo».


Antonio López 'El Viñero', sin duda el murguero más popular de la provincia, habla más que entre siete y no se está quieto ni a la de tres. Imitando esa poderosa imaginación de la que da fe a cada instante, el siete y el tres son los guarismos de la edad que tiene. A sus 73 años, gesticula, rebufa, mueve sus manos, nos invita a vino y morcilla y entona cancioncillas con la energía que le otorga una vitalidad de las que da envidia. Antonio nunca pisó una escuela y si sabe leer y escribir, es gracias a un hombre que era recovero y que se llamaba José de la Torre. Pero eso, su falta de pedagogía escolar, no le ha impedido ser un poeta popular a la hora de componer miles de letrillas que utilizan las murgas y comparsa de su pueblo en los días de Carnaval. Seguramente es el más profundo conocedor de la liturgia de este evento.


-Cuando salgo al campo, siempre llevo un lápiz y una libretilla en la que voy apuntando todo lo que se me ocurre. Hoy mismo le he sacado una letra a la crisis. Es que mi cabeza nunca se está quieta. Siempre estoy inventándome dicharachos y romperrasgas.

Dicharachos

-¿Qué es un roperrasgas Antonio? -le preguntamos.
-Pues por ejemplo, alguien dice: 'esa mujer es tan delgada que duerme sobre un alambre y se tapa con una guita'. Otro le contesta: 'Pues estará todas las noches arrastrando los flecos'. Eso es un romperrasga.


-Y díganos sobre la marcha un dicharacho.
-¿Sobre la marcha? Pues este: Quién fuera cura en agosto, gato en el mes de enero, pastor en el mes de mayo y en el otoño viñero.


Antonio López gasta figura quijotesca: puntiagudo y descarnado. Tiene rostro alargado y ojos azules tan inquietos como su lengua. Sus manos acompañan todas sus palabras, como para darle más énfasis a aquello que quiere decir. Es tan rápido en su plática y tan elocuente en su exposición, que de vez en cuando se para y le dice al periodista: «Si hablo mucho, usted me para, que yo me embalo que es una barbaridad».

 Su esposa, que de vez en cuando llega al cuarto de estar en la que se desarrolla el encuentro, lo corrobora con una sonrisa y una sentencia:



-Habla hasta para aburrir.

-Pues más vale hablar mucho con buena fe que poco con mala leche -contesta él.
Cuenta 'El Viñero' que nació un día en que había un nevazo tremendo y que sus primeros años de vida los vivió en un cortijo a unos pocos kilómetros de Alhama. En cuando a su afición al Carnaval, comenta que la lleva desde que era chico y que no ha habido año en que él, de alguna forma, no haya participado en estas jornadas en las que cientos de alhameños se visten de máscara. Así que cuando llegan estas fechas, a El Viñero le hierve la sangre, se pone nervioso y su cabeza no para de enjaretar pareados para que sean entonados durante las fiestas. Él ha sido una de las personas que más ha contribuido a recuperar el Carnaval en Alhama. El Ayuntamiento le ha elegido en varias ocasiones para dar el pregón carnavalesco y hasta ha dado conferencias en algún colegio que otro sobre esa afición suya a componer letrillas para el carnaval.

-Ná, les decía a los zagales cuanto tonterías de las mías. ¡Si el más tonto en mi familia he sido yo! Pero mira... no sé... le debo caer bien a la gente. ¿Sabe? Vienen muchos jóvenes a que les componga cantinelas. Me gusta que cuenten conmigo. Aunque el Carnaval de ahora no es como el de antes. Ahora la juventud se mueve de otra manera.

Fiesta democrática

Expone Antonio que el Carnaval es la fiesta es más democrática que existe porque «detrás de la máscara nadie sabe si quien va es un pobre o un rico».

-Aquí siempre ha habido Carnaval. En los años cincuenta y sesenta, con eso de la prohibición, estuvo un poco apagado, pero en Alhama la gente nunca ha dejado de vestirse de máscara. ¡Si es que hasta al sargento de la Guardia Civil le gustaba vernos y escuchar nuestras murgas!

Además de coplero y murguista, El Viñero tiene otras aficiones, como tocar la bandurria y coleccionar refranes. Dice que no ha encontrado un refrán que fuera mentira y que si todo se dice con gracia, no tiene por qué molestar a la gente. A la actitud de la cuidadanía ante la picaresca de algunas letrillas, también él le sacó partido con el siguiente texto:

Anda la gente diciendo que
las murgas son muy criticonas
y hay que ver la pila de trajes
que cortan algunas personas

-Yo es que me los invento sobre la marcha. Por lo visto tengo esa facilidad ¿Qué día es hoy? -nos pregunta.

-Diecinueve de febrero

-Hoy es 19 de febrero
un día feliz en mi vida
porque vinieron a la limón
Cárdenas el reportero
y el fotógrafo Ramón.

Recopilador de apodos

200 motes: Además de componer cancioncillas carnavalescas y de tocar la bandurria, Antonio está elaborando un censo de apodos y motos de Alhama de Granada. A su padre le llamaban 'Genízaro' y a su madre 'Panarrilla'. Pero él no ha heredado ninguno de esos motes. Antonio ha trabajado en muchas actividades pero la que le consta es la de agricultor. Fue 'pisaor' de uva en un lagar, de ahí su sobrenombre: 'El Viñero'.

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