Según los mayas, esta sería nuestra última ruta



 Cuando nos reunimos en nuestro punto de partida ya habitual, para comenzar nuestras rutas, un comentario medio en broma y medio en serio pasaba de unos a otros, ¿quizá según el calendario Maya esta sería la última ruta, no solo de nuestro club, si no de más de uno?, por aquello de que a las ocho de la mañana del día 16, faltaban cinco días para la gran hecatombe, que por desgracia a más de un ser humano le ha sumido en la más profunda de las desesperaciones, mientras que otros pensábamos que era otro de esos inventos mercantilistas “holiwudienses” para sacarnos la pasta gansa a base de películas, libros, encargos de refugios especiales para sobrevivir a la nada e ingresos en sectas de la salvación a no sé cuantos miles de euros a pagar cada mes.







 Nosotros “nos liábamos la manta a la cabeza”, y pensamos que la ruta que ese día íbamos a disfrutar se nos quedaría en “nuestros cuerpos”, para siempre, así que, a los coches, como si de un ejército de salvación se tratara.

 Comenzamos a caminar, una vez llegados a nuestro destino desde la entrada al casco urbano de la vecina localidad de Jayena, ese pueblo que tiene nuestro Parque Natural a un tiro de piedra y que sabe y entiende la vida del bosque como nadie en nuestra Comarca alhameña.

 Jayena, donde viven unos 1.160 vecinos y desde sus novecientos doce metros de altura sobre el nivel del mar mira a los pinares y a las montañas serranas hacia el sur, y a los campos de olivos y almendros hacia el norte, básicamente los trabajos agrícolas durante todo el año y la emigración a zonas costeras en los veranos son su fuentes para ganarse la vida, hasta hace unos tres lustros el bosque también formaba parte de sus riqueza, hasta que el devastador incendio del día 20 de agosto del año 1975, a eso de la una y media de la tarde, dio al traste con la industria resinera y maderera de la cual vivían muchísimos vecinos de esta zona.

 Nuestro grupo comenzó a callejear por el centro del pueblo, hasta llegar a la calle frente al cuartel de la guardia civil, para adentrarnos en una callejuela, que llega hasta la Plaza de la Constitución, donde pasamos bajo un alto cobertizo de madera que nos dejó delante de la puerta de la iglesia parroquial del Santísimo Sacramento, que data del siglo XVII, y que debido al terremoto de 1884, fue profundamente restaurada por su práctica destrucción en el mismo, a principios del siglo XX de nuevo se abrió al público.

 Conectamos con el camino asfaltado que llega hasta el área recreativa del Bacal, este camino forma parte del sendero de gran recorrido GR-7, que viene desde la parte del Valle de Lecrín, y que atraviesa nuestra Comarca hasta salir por el Boquete de Zafarraya en dirección a Periana.

 Este camino discurre entre olivos y cultivos de verdeo, cercanos al Rio Grande de Jayena siempre a nuestra derecha, la mañana era desapacible, una de esas llamadas “nieblas meonas”, no dejo de incordiar hasta casi más de la mitad de la ruta, por lo cual en este tramo no teníamos una visión clara de los paisajes cercanos, y el personal caminando con los chubasqueros calados y pensando en la hora en que esta levantara.

 Cruzamos el rio sin dificultad y nos encauzamos hacia el camino del área recreativa del Bacal, abandonando a la derecha el sendero del GR-7, el camino entre la niebla y el bosque le dio unos tintes de misterio a la ruta en este primer tramo.

 Llegados al área recreativa del Bacal, hicimos un pequeño descanso, para tomar uno de los senderos que parten de la misma, al final del carril que atraviesa este área, se bifurca en dos, uno a la izquierda que nos llevaría hasta el cortijo de Corzola por el río Bacal y el de la derecha que era el que íbamos a tomar y nos dejaría en el Cerro de la Haza de la Encina, este sendero en subida va bordeando el barranco del rio Bacal, siempre ascendiendo dicho sendero en dirección sur, se va acercando hasta el barranquillo de la Rambla de la Cuesta de los Morros, tras atravesar el mismo seguimos subiendo hasta el Cerro de la Haza y sin llegar a coronarlo nos desviamos dirección oeste, y nos fuimos acercando, en una subida a través del monte entre aulagas ya en flor y un sinfín de plantas aromáticas (tomillos, romeros, salvias, etc.) al camino de la Cuesta del los Morros, camino interminable recto y kilométrico que discurre por la cuerda de este monte perdiéndose en la lejanía.

 Las vistas desde este punto, el más alto de esta ruta unos 1250m.las teníamos limitadas por la dichosita niebla, pero poco a poco esta fue disipándose, dando comienzo el espectáculo visual que desde este camino se puede contemplar en todas direcciones.

 Desde el oeste hacia el sur toda la cadena de sierras de nuestro Parque Natural, desde las inmediaciones de la veredas blancas cerca de Zafarraya hasta las últimas cumbres de la Almijara, pasado el pico Navachica, techo de esta sierra de (1.832m)., al norte Parapanda en la lejanía y las sierras de Arana y hacia el Este las cumbres blancas de Sierra Nevada.

 El barranco a nuestra izquierda en el sentido de la marcha el del rio Cebollón y los pinares más cercanos preciosos, verdes y húmedos.

 Este tramo interminable estaba llevándonos hasta la pista del aterrizaje del avión contraincendios del INFOCA, pero antes y con un tímido sol encontramos un recodo en el camino donde paramos para reponer fuerzas antes de proseguir esta ruta.

 De nuevo volvimos al camino de la Cuesta de los Morros, que es tramo del GR-7, el trecho desde el punto de descanso hasta la pista de aterrizaje no es muy largo. Llegados a esta la atravesamos, y en ella nos hicimos una foto de grupo bajo un sol muy agradable, abandonándola por el llamado Camino de Jayena, que no seguimos porque nos desviamos hacia el Este buscando la vereda de bajada hacia el barranco de los Zarzalejos, precioso espacio que entre los pinares de la Loma de la Fuente y la Loma de Zarzalejos, nos regala un sendero limpio y cómodo en bajada, recientemente adecentado por los trabajadores forestales y que se conecta con un camino forestal en su parte más baja que va hacia el pueblo de Fornes.

 Al finalizar la bajada retomamos la ruta ascendente de este barranco en dirección sur, en ascenso hasta conectar con el GR-7, de nuevo en la parte más alta de este barranco de Zarzalejos, con la intención de seguir este sendero de largo recorrido, ya hasta Jayena que se nos apareció en la lejanía con su caserío blanco, recortado entre los olivares de sus geografía al este.

 Nuestra intención era que antes de bajar al pueblo, hiciéramos una visita desviándonos del sendero hacia la izquierda a la Mesilla de Jayena, un precioso mirador con bancos para descansar y baranda de madera donde se pueden contemplar unas inmejorables vistas del entorno cercano a Jayena, hacia el Parque Natural, donde se pueden contemplar mirando hacia el Sur, el aeródromo, el Cerro Cabañeros, el Navachica, el Cerro de las paredes de Fuente fría, el Salto del Caballo, La Cadena, el Cerro de los Machos, el Puerto de Frigiliana, el Pico del Lucero, el Puerto de Cómpeta, el Pico de la Chapa, la Sierra de Játar y La Maroma, hacia el oeste el Pantano de los Bermejales y la Mesa de Fornes, este mirador esta a 1.085metros de altura y a dos kilómetros del centro urbano del pueblo, os invito a que lo conozcáis es un paseo en subida muy agradable y de dificultad baja, asequible para todos.

 Allí en la Mesilla, echamos el último descanso antes de bajar hacia el rio, para llegar hasta los coches. La Mesilla de Jayena es una estructura geológica con una cumbre plana, se han encontrado en los mismos restos arqueológicos de Neolítico, es tradicional subir a la misma en la noche de san Juan para ver al amanecer la llamada Rueda de Santa Catalina, que es un efecto visual en la salida del sol en el que se puede apreciar una especie de halo alrededor del mismo, y que se cree tiene un efecto místico en las
personas que lo contemplan.

 La bajada hacia el rio es agradable, luego el sendero pasa de los pinares a los álamos cercanos a su cauce, el Rio Grande de Jayena, bajaba tranquilo y limpio, el paso de su cauce por unas improvisadas “pasaeras” con piedras fue divertido, alguien se mojo un poco entre bromas y risas, el GR-7, nos dejo de nuevo en Jayena, donde dimos por terminada esta sexta ruta del calendario de esta temporada.

 Cuarenta y siete personas participamos en esta mañana, donde recorrimos veinte kilómetros y doscientos noventa metros según nuestro GPS, en seis horas y tres minutos, con sus descansos, reagrupamientos, bromas y risas incluidas. Subiendo desde los 824 metros sobre el nivel del mar, hasta los 1.220 metros en su punto más alto.

 Y asegurándoles a los agoreros de los mayas que nosotros pensamos continuar dando guerra, con sus profecías y sin ellas.

Imágenes de la ruta




































Imagen de grupo | PULSA PARA AMPLIAR



Una comida para celebrar nuestro año 2012 senderista

 Por todo lo expuesto anteriormente, a la semana siguiente, el domingo día 23 para ser más exactos, y comprobando que paso el día 21 de diciembre y que estábamos todos aquí, vivitos y coleando, tuvimos nuestra comida de Navidad.

 El asador del Pato Loco fue esta vez el local elegido por nuestro club para celebrar este encuentro anual, que ya no puede faltar dentro de las actividades del club senderista.

 Hemos tomado conciencia en nuestro club a lo largo de estos años, que el senderismo no es solo salir a caminar en grupo durante dos veces cada mes durante nueve meses de temporada al año, el grupo ha asimilado también que además de una actividad deportiva, es una fuente de riqueza para nuestra zona, es que…. lo tenemos todo, un sinfín de caminos, veredas, senderos y pistas que recorren y atraviesan nuestra Comarca de norte a sur y de este a oeste, con un Parque Natural, lleno de espacios y paisajes únicos y enclavado en una zona, que a nivel turístico es envidiable, además de los diferentes entornos cercanos a nuestros pueblos cada uno con su riqueza monumental, cultural, festiva y gastronómica, el Pantano de los Bermejales, el Llano de Zafarraya, Sierra Gorda, etc.

 Por eso el club está fomentando desde hace algunas temporadas estos encuentros en los locales y restaurantes que nos pueden albergar para estas reuniones y donde dejamos nuestra pequeña aportación a la riqueza de nuestra zona.

 Allí, en El Pato Loco en este día echamos la tarde, degustando las exquisiteces de un buen menú navideño, ofrecido por los dueños del asador, a los cuales les damos nuestra enhorabuena por lo bien preparado y presentado que estaba todo y lo bien que nos atendieron, igual que si estuviéramos en casa, con chimenea encendida incluida y rodeados de amigos y compañeros, en un ambiente de grupo y familiar, dando el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas de 2012.

 Esperando y deseando que estas se vivan en paz y armonía y que la entrada y salida de año sea lo más divertida posible, a pesar de los tiempos tan adversos que llevamos padeciendo desde hace unos años y como no que ese año 2013, tan denostado y no deseado... El pobre sin culpa de nada, se convierta en el último de esta crisis que por desgracia nos está cambiando la vida, pues a pesar de todo, el Club Deportivo Senderista La Maroma os desea salud, fuerza y prosperidad para todos.

Nuestra ruta gastronómica para desear un buen 2013


































































































Por cierto, nos tocó la lotería


 El número que llevábamos los senderistas lo vimos agraciado con 100 euros al décimo, así que si eres portador del 28846 de la lotería del 22 de diciembre de 2012, cada euro invertido se multiplica por cinco. Aunque no es mucho, tampoco está nada mal para despedir el año.

     
  Nuestra próxima ruta, el domingo 13 de enero

 Se os dará cumplida información sobre la siguiente ruta a principio de año, que será el domingo 13 de enero de 2013, y posiblemente sea una especial para rebajar esos “kilillos” de más que, “sin querer”, siempre se cogen en esta fechas
.
 
     

 Para todos los senderista, para los que nos habéis seguido en nuestras crónicas y para toda la Comarca, y para todo el mundo ¡feliz 2013!.