'Alhama y Granada. Raíces y alas', primera exposición de acuarelas de Joaquín Valderrama en la Galería del Carmen



Permanecerá del 3 al 24 de agosto y se compone de 46 obras, más de la mitad con temas alhameños y el resto sobre Granada, bodegones y temas florales.


El alhameño Joaquín Vallderrama, profesor de Matemáticas y editor de libros, tras su jubilación ha recuperado su pasión por los paseos matemáticos y con esta muestra ve cumplido su deseo de realizar su primera exposición individual de pintura en Alhama.

- Hola, Joaquín, nos gustaría conocer algunos detalles de tu infancia alhameña, ya sabes, ¿en qué barrio de Alhama naciste, dónde recibiste tu primera formación, quiénes fueron tus primeros maestros, etc?
- Nací en el Caño Wamba, número 2, en una pequeña casa cuyos muros lindan con el Hospital de la Reina. Sus padres eran Miguel Valderrama Ariza (Miguel “el blanqueaor” o Miguel “Agonías”) y mi madre, Dolores Ramos Rubiales, de la familia de los “Cochurras”. Mi primera escuela la tenía muy cerca, en el Hospital de la Reina, en el que estaban entonces las monjas Mercedarias. Comencé con 3 años con Sor Josefina, toda una institución en Alhama. Era muy recta y gruñona, pero a mí me quería mucho, y yo a ella. De hecho he seguido visitándola durante muchos años. Con 5 o 6 años, cuando las Mercedarias se trasladaron a la Joya, donde está la actual Residencia de ancianos, seguí yendo a su clase hasta que, a los 8 años, me pasaron a las escuelas del Paseo.

 En el Paseo había dos clases, la de Don Juan, donde ahora está Turismo, cuyas ventanas daban a la calle, y la de D. Pedro, a continuación, con ventanas al Patio del Carmen. En este patio formábamos nuestro “espíritu nacional”, probábamos el queso de bola y la leche en polvo, y jugábamos en el recreo a “las bolas” (hoy canicas) y a las chapas, aunque a veces, algún compañero más lanzado nos llevaba a “la vuelta del mundo” a darle las primeras caladas a un “Bisonte”, el cigarrillo rubio de moda de la época.

 Con D. Pedro de la Rosa, gran maestro y gran persona, de Galera, aprendí mucho. Con él comencé a escribir “con tinta” (con pluma y tintero) pues hasta entonces había tenido solamente mi pizarra y pizarrín, o un lápiz, y a estudiar en la Enciclopedia Álvarez. Y gracias a D. Pedro, que me llevó a Granada para el examen de Ingreso y para la concesión de una beca, pude venir a estudiar, con 10 añitos, interno, al Ave María, en la Cuesta del Chapiz. 

- Seguro que de esos años también tienes recuerdos y alguna que otra anécdota...
- En aquella época teníamos que llevar el colchón, sábanas y mantas, y el cubierto con el vaso y la servilleta. Dormíamos en literas en dormitorios de más de 50 personas. Yo recuerdo esta época como de las más felices de mi vida. Allí pasé interno 8 años, cuatro de Bachillerato, tres de Magisterio (entonces era posible ser maestro ¡con 17 años!) y un último de Preuniversitario, antes de pasar a la Universidad. Al terminar el curso, embalaba de nuevo el colchón y la ropa, y volvía al pueblo en alguno de los coches “pirata” de entonces (casi siempre con Juanito Ochoa) para pasar el verano. Desde los 8 años hasta que terminé mis estudios universitarios, mis veranos los dedicaba sobre todo a ayudar a mi padre en el trabajo (la beca, hasta que llegué a la Universidad, no era suficiente para cubrir los gastos del internado). Más de la mitad de las casas del Alhama las conozco por dentro por este motivo. Pero no todo era trabajo. Era la época de las pandillas, de los primeros (y casi últimos, en mi caso) ligues y coqueteos, de los baños en el Enchinar o en la Acequia alta, de las películas del Cinema Pérez, y de los guateques, en la callejuela del cine, o en la antigua casa de mi hermana en la Cuesta de los Molinos, que ahora es propiedad de los hermanos Arenas. Con 15 años, una pandilla de tres chicos y otra de tres chicas comenzamos a salir y, aunque hoy parezca imposible, aún seguimos juntos.

- ¿Cuándo surge tu interés por las Matemáticas y la pintura?
- También pienso que en esta época están los orígenes de mis aficiones por la pintura y las matemáticas. En dibujo siempre saqué buenas notas, se me daba bien, y especialmente con uno de los profesores, D. Miguel Lozano, “el bigotes”, recientemente fallecido, con el que coincidí más tarde en la Escuela de Artes y Oficios, en un curso monográfico. En matemáticas casi siempre he tenido buenos profesores, desde la infancia, y creo que, además de mi predisposición innata, esto ha sido determinante para dedicarme a ellas profesionalmente. Especialmente recuerdo mi primer y mi último profesor en el Ave María. Mi primer profesor, en 1º de Bachillerato elemental, era entonces un recién licenciado en Ciencias (y creo que no en Matemáticas, sino en Química) que nos hacía ver las matemáticas de una manera viva y fácil. Años después coincidimos estando yo en el IES Padre Manjón y él como Inspector de Educación, y varias veces le he comentado lo mucho que le aprecio y que gracias a él yo escogí la carrera de Matemáticas. Aún hoy, no vivimos lejos, me lo encuentro y lo saludo por la calle. Gracias, D. Manuel Avilés. También guardo un especial recuerdo de mi profesor de Matemáticas de Preuniversitario, D. Manuel Bravo. Aunque casi siempre llegaba tarde (entonces era normal dar 30 horas semanales de clase, y además, de 9 a 10 en los Escolapios, de 10 a 11 en el Ave María y de 11 a 12 en el Sacromonte), nos asombraba a todos con su capacidad de síntesis y de transmisión de conocimientos. En 20 minutos era capaz de dar una clase brillante que normalmente se da en una hora.

- ¿Qué hacías en Alhama durante las vacaciones estivales?
- Durante los veranos ayudaba a mi padre en su oficio de pintor de brocha gorda. Recuerdo que un verano estábamos pintando el ayuntamiento y en aquel tiempo (años 60) la Iglesia del Carmen se utilizaba como almacén, y allí teníamos los materiales de pintura, incluso apagábamos la cal. Un día, a la hora del bocadillo, me senté en la escalinata junto a la puerta que baja a la cripta y descubrí, detrás del mucho polvo que tenía la puerta, que los cuarterones estaban pintados con paisajes. En mi candidez de niño de 12 años, no se me ocurrió más que barnizar los cuarterones para dejar al descubierto un pequeño tesoro, los preciosos cuadros que estaban escondidos tras una gruesa capa de polvo. Desconozco el final que ha tenido dicha puerta, pues me dicen que ya no está. Tengo que comprobarlo pronto.



TRAYECTORIA PROFESIONAL Y ARTÍSTICA

- ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional en Granada?
- En Granada estuve interno en el Ave María hasta completar mis estudios de Magisterio. Posteriormente desarrollé en la Facultad de Ciencias de Granada mis estudios de matemáticas, que era lo que realmente me apasionaba. Mi actividad profesional, después de estar 4 años en el Departamento de Estadística de la UGR, se ha desarrollado casi en su totalidad en el Instituto de Educación Secundaria Padre Manjón, en el que me jubilé hace ya 9 años, después de 31 como Catedrático de Matemáticas en dicho centro.

- ¿Cuándo retomas tu faceta artística?
- Aunque siempre me ha gustado la pintura, y el dibujo se me daba bien, mis primeros pinitos en serio comenzaron en 1980, estando ya como profesor en el Manjón. Por las tardes estuve asistiendo a la Escuela de Artes y Oficios, en la calle Gracia de Granada, a 2 cursos monográficos, dirigidos por el profesor Nicolás Prados López. En dichas clases hacíamos un poco de todo, carboncillo, tiza, pastel, óleo, y alguna acuarela. D. Nicolás Prados es conocido en Alhama por ser el autor de la escultura de la fuente del Paseo del Cisne. Era un personaje pintoresco, que incluso me sugirió que dejara mi profesión y me fuese con él a pintar a su estudio. Afortunadamente, pienso, no le hice mucho caso. Una muestra de mi obra de entonces es el retrato a pastel que le hice a mi padre un verano del 83, y que presento en la exposición sólo como recuerdo de aquella época.

- Cómo surge tu faceta de editor?
- En la segunda etapa de mi vida, compaginando con la docencia, emprendí una aventura editorial, a costa de dejar la actividad pictórica. Un grupo de matemáticos decidimos editar los libros de matemáticas que queríamos utilizar en clase. Un gran proyecto emprendido con gran ilusión y trabajo, que dio los frutos que deseábamos a nivel de resultados académicos, pero no de gestión. La crisis de 2007 le dio la puntilla a la editorial Proyecto Sur. Además de libros de matemáticas, potenciamos la edición de temas granadinos. Un ejemplo fue la edición del libro “Historia, Leyenda y Sociedad en la Alhama decimonónica”, de nuestro querido amigo Salvador Raya.

- En qué consiste la actividad denominada ‘Paseos matemáticos'?
- Después de jubilarme, he retomado de nuevo las actividades que se han quedado pendientes. Por un lado sigo dedicando parte de mi tiempo a la divulgación matemática, a exponer cómo las matemáticas están presentes en todo lo que nos rodea. Fruto de ello han sido múltiples cursos paseos matemáticos con escolares y amigos, que han culminado en el libro “Paseos matemáticos por Granada” que publicó en 2017 la UGR. Espero que para octubre salga a la luz un nuevo libro “La Alhambra matemática”. Parte del libro está publicado en el blog “Alhambramatemática”.

- Volviendo a la pintura ¿Por qué te has decantado por acuarela?
- Aunque apenas si había pintado dos o tres acuarelas, esta técnica me sedujo desde el principio y con ella he desarrollado mi labor durante los dos últimos años, uno apoyándome en las clases de la Agrupación de acuarelistas de Granada, y el último año, bajo la dirección del gran acuarelista Geoffrey Wynne. Algunas de las obras aquí expuestas las he realizado en su taller o están inspiradas en sus trabajos. 

EXPOSICIÓN “ALHAMA Y GRANADA: RAÍCES Y ALAS”



- ¿Qué nos puede decir del contenido de su primera exposición en Alhama?
- La exposición la componen 46 obras, más de la mitad tratan sobre temas alhameños, y el resto sobre Granada. Se incluyen también algunas obras con bodegones y temas florales. La parte alhameña pretende reflejar los rincones que más me han llamado la atención, y están efectuados a partir de fotografías personales, si bien he utilizado algunas de los magníficos fotógrafos que reflejan la vida y costumbres de nuestro pueblo, como Baltasar Ruiz o Fernando Velasco.

- ¿Por qué la ha dado el título de “Alhama y Granada: Raíces y alas”
- Hace referencia claramente a los dos grandes temas que presento. En primer lugar los temas alhameños, mis raíces. Lógicamente tiene especial relevancia mi barrio, las “calles bajas”, hoy conocido más finamente como el barrio árabe. Está representado el Caño Wamba, donde nací, el cobertizo, el Adarve, la Plaza de los Presos, la calle Llana, etc. En segundo lugar, las alas, Granada, la ciudad donde aprendí a volar, donde pude realizar mis estudios superiores y donde he desarrollado toda mi actividad profesional, empresarial y artística.

- ¿Algún motivo especial para la elección de la acuarela de la Virgen de las Angustias para el cartel?
- La he elegido para el cartel por varias razones. Por un lado, todos los alhameños, incluso los no creyentes, sentimos a la Virgen de las Angustias como algo muy nuestro. Por otro el Camarín de la Virgen me devuelve a los recuerdos de mi infancia. Aún me emociono cuando recuerdo mi sorpresa al descubrir los cuadros pintados en los cuarterones de una de las puertas que bajan a la cripta.

- ¿Quiere añadir algo más?
- Esta exposición, si bien ya he realizado alguna otra colectiva en Granada, es mi primera exposición individual, y quiero agradecer al ayuntamiento de Alhama y a todos los amigos que me habéis apoyado las facilidades para llevarla a cabo.

Inauguración: Lunes 3 de agosto.
Hora: 8 de la tarde.
Lugar: Patio del Carmen
Ayuntamiento de Alhama de Granada

Nota: los colores de los cuadros pueden verse alterados, y no coincidir exactamente con los originales, en estas reproducciones.

Teto y fotos: Antonio Arenas.