Veteranía y savia joven en el recital poético de las Mazmorras

  Poetas y amantes de la poesía, se dieron cita el sábado 23 de julio, a las 8 de la tarde, en Las Mazmorras, para disfrutar de poemas de autores clásicos y de propia cosecha de algunos de los recitadores.

 Abrió el acto Ángel Muñoz, concejal de cultura, dando la bienvenida a los presentes y también aprovechó la ocasión para recitar, concretamente el poema “Alhama, la novia del río”, con el que Manuel Vinuesa Jiménez del Barco ganó el primer certamen literario de Alhama en 1961.
 
 Tras Ángel se puso ante el atril Antonio López “El Viñero” que leyó “La cigarra impertinente”, “El abeto y el almendro” y “Un día en la Sierra Tejeda”; textos de su personal estilo mitad prosa poética, mitad poesía prosaica.
 
 A continuación, intervino Mati Muñoz, que recitó “Me gustan las palabras” de Antonio Gordo, un grito contra la violencia machista. Tras este poema salió a la palestra Juan Cubo. Mati y Juan actuaron a dúo y comenzaron con un pequeño homenaje a Gabriel Rojas Triviño, “Beloyo”. Gabriel fue un cantaor alhameño dotado, a juicio de cuántos lo escuchaban, de una portentosa voz y una gran sensibilidad para cantar sus propias creaciones, que componía y memorizaba sin saber leer y escribir, para mayor mérito suyo. Diversas vicisitudes le impidieron alcanzar la fama que hubiera merecido. Recitaron uno de sus cantes, “pregoncillo de frutas”. Tras ello recitaron algunas “trovas alpujarreñas”.
 
 Los siguientes en intervenir fueron Jesús Ruiz y su nieta Sara, que leyeron varias obras del propio Jesús, Sara recitó “Cosas de mi abuelo” y el abuelo “Sueños de pasión” y “Amistad con ilusión”.
 
 Tras ellos les tocó el turno a Juanjo Ruiz y sus hijas Andrea y Claudia. Juanjo leyó “Así es ella” del paraguayo Elvio Romero, “Ni tú me debes ni te debo nada” del nicaragüense Guillermo Gómez Brenes y “Canción de cuna para dormir a un preso” del madrileño José Hierro. Las chicas recitaron, bien por separado, bien a dúo diversos poemas infantiles de varios clásicos, concretamente: “La mariposa” y “La tarara” de García Lorca, “Los ratones” de Lope de Vega, “Lindas palabras” de Antonio Machado y “El chamarín en el chopo” de Juan Ramón Jiménez.
 
 Seguidamente intervino Monsalud Moreno con “No te rindas” de Mario Benedetti.
 
 Tras ella, Antonio Gordo recitó “Si me llamaras”, de Pedro Salinas y “El derrotado”, de Ángel González”.
 
 Antonio López Ordóñez, de Santa Cruz del Comercio recitó un poema dedicado a su madre, que compuso en la mili, uno al carnaval y otro a los Tajos de Alhama, los dos también suyos.
 
 Estuvo la tarde-noche llena de Antonios, pues le siguió A. Molina que leyó “Romance de la vida” escrito por él.
 
 Continuó la velada Yolanda García una talentosa joven que recitó cinco hermosos poemas escritos por ella: “Inefable”, “Inmarcesible”, “She used to love me a lot” (con título en inglés, pero escrito en castellano), “Sopla y pide un deseo” y “Luz de mi vida, fuego de mis entrañas”.
 
 Le siguió Salvador Arias que leyó dos poemas de su libro “Besos, versos del alma” del cual hablaremos en su momento: “Ay dulce soledad” y “Besar el alma”.
 
 Fuera de guión intervino Rafael Muñoz y Antonio Molina recitó otro poema para dar fin a la velada.
 
 Nos congratulamos de que gente joven se decida a participar y animamos a que en próximas ediciones más jóvenes colaboren.

Texto y fotos: Prudencio Gordo.