Vestigios artesanales en Játar



Paseando por la vega de Játar, me encuentro con José Maldonado, natural de Alhama pero toda una vida vivida en esta localidad.




 A sus 84 años, José me comenta que su afición por hacer cosas de esparto surgió hace unos 4 años, cuando aburrido porque toda la vida se había dedicado a la albañilería pensó: “tengo que buscar una afición para entretenerme”. Nadie lo enseñó, sólo comenzó a practicar, domar, trenzar y a hacer muchos y diversos objetos.

 Él llama trabajos de “pleitilla” pequeña y pleita grande, en la pequeña él engloba trabajos como morteros, sopletes en miniatura, diferentes animalillos, espuertas pequeñas, aguaderas, bozales… todos ellos en tamaño miniatura y que normalmente hace con 5 ramales (que son los cabos del esparto que trenza).De 17 ramales son sus trabajos de pleita grande, fruteros, esterillas, sopletes para avivar la lumbre…

 Ante mi curiosidad acerca del esparto pregunté a José cuál es la época en la que se puede recolectar esta planta, su respuesta fue clara y concisa: “si quieres que el trabajo realizado te dure más y sea más bueno lo ideal es recolectarlo en Agosto”.

 La planta de esparto se puede encontrar en nuestras sierras, el esparto se corta pero su raíz queda adherida al suelo.

 Durante el rato de charla que mantuvimos, José me explicó que para sus trabajos de “pleitilla” pequeña él hace manojos manejables, los pone en agua durante 20 días y luego lo maja con una maza que él mismo ha fabricado de madera de encina. En cambio, para hacer serones, esterillas, espuertas grandes, pleitas para hacer queso…coge el esparto tal cual y comienza a fabricarlos, no lo pone en remojo.

 Y, con un poquito más de sabiduría popular me voy caminando para casa, pensando en que hay cosas, arte, cultura que ojalá perduren en el tiempo y no se pierdan con los años, que ya quedan pocos artesanos.