El zahorí que afirma localizar bolsas de crudo entre Moraleda y Castillo aprendió de un alhameño



El agricultor jubilado de 77 años, Antonio Cenit, afirma que con sus “herramientas” además de buscar acuíferos también ha encontrado petróleo, agua termal y gas. Antonio Cénit y su mujer viven en el cortijo de la Era Empedrada, a escaso 1,5 kilómetros de Peñuelas. Nos recibe a las puertas del mismo y nos conduce a su cochera en cuyas paredes cuelgan aperos agrícolas junto con curiosos gráficos realizados en cartones e innumerables varillas,  “herramientas” o detectores de curiosas formas y diversos materiales, con las que afirma a base de preguntas localizar acuíferos, agua caliente, e incluso, bolsas de crudo.


 Cuando le pedimos que nos muestre su funcionamiento nos aclara que primero hay que saber lo que buscamos pues cada una tiene su utilidad por lo que decidió enumerarlos. “Antes buscaba con menos detectores pero resulta que me di cuenta de que cada uno tienes su propia aplicación. Yo le pregunto a ésto igual que le pregunto a usted. Le pregunté si le ponía números y me dijo que sí. Cada una me ha tenido que decir el número de serie que les pertenece”, explica en tanto el gallo del corral cercano lanza un prolongado kikiriquí.

 Luego nos interesamos por sus comienzos, ya que la casualidad quiso que naciera en él una afición a la que ahora le dedica casi todo el tiempo.  “Hace unos 15 años vino aquí un hombre de Alhama y le señaló un pozo a mi hermana y empezó a buscarme otro a mí, pero resulta que se puso enfermo, por lo que continué yo y salió un golpe de agua muy bueno, 12 litros, a 84 metros”. Al principio empezó utilizando varitas de almendro que fue sustituyendo por las de cobre y más recientemente por otras de aluminio con curiosas formas que tienen en común disponer de un trozo de tubo de cobre a modo de mango.

 Sus teorías se han ido ampliando paralelamente al número de varillas. Ahora te habla de placas y semiplacas, respiraderos, paralelas y réplicas con un convencimiento total de que estos artilugios le pueden responder con dos simples movimientos, si gira a la derecha la respuesta es afirmativa y si lo hace a la izquierda es negativa.  De esta forma afirma encontrar los distintos elementos líquidos, e incluso, gas natural, además de la profundidad en que se encuentran y cantidad aproximada.

Gráficos en cartones



 Ante nuestro escepticismo, primero en la propia cochera y después en el campo, nos hace una pequeña exhibición. Mientras la realiza miramos con fijeza la mano del “zahorí” y vemos que no realiza ningún movimiento, ¿lo hará con la mente?  Le interrogamos por los lugares donde afirma haber encontrado el más de medio centenar de pozos de agua a lo que nos responde que se encuentran en los términos municipales de Alhama de Granada, Cacín y su anejo El Turro, Moraleda de Zafayona, Gabias, Peñuelas, Belicena y Dúrcal, entre otros. Tras unos segundos de silencio añade “al constructor  Molina Olea le señalé dos en Alcalá la Real y Huétor Santillán”.

 Entre los numerosos gráficos hay uno en el que, con caligrafía irregular, típica de los que aprendieron un poco a escribir en los años 40 y 50, incluye el siguiente texto: “Bolsa de crudo. Está compuesta de arboleda y animales como dinosaurios y otros siete componentes. La profundidad es de 680 metros. Dicen mis detestores (sic) que el crudo lleva debajo 13 millones de años, estas señales rojas son los respiradores. Distancia de uno a otro de 0,70 metros”.

 Le decimos con humor que si esto fuera verdad y al precio que está el petróleo sería una estupenda noticia y que las empresas petrolíferas se daría tortas por contratarle. Él casi, ni se inmuta, limitándose a añadir “hay muchas y muy grandes. Entre Moraleda y  Chimeneas hay una pila de millones de barriles”. Lo mismo que cuando nos explica que también ha localizado “agua caliente”. “Por  aquí pasa un chorro muy bueno. Si fuera joven y tuviera dineros haría un balneario en esa finca que tengo con olivos”. Hablando de dinero, le preguntamos por último si las varillas adivinarían el número que va a tocar en la lotería a lo cual nos explica que ya lo ha intentado pero no ha funcionado pues “mis herramientas no quieren saber nada de dinero”.