A la vejez, informática e Internet



Los ordenadores también son para los mayores (En la imagen las mayores del Turro en el aula de informática)

 Por primera vez en su vida, las alumnas de la sección permanente de adultos de Cacín y El Turro aprenden informática y comienzan a navegar por la red. Todo un ejemplo.

10/04/2007.- Les hace tanta ilusión que llegan al aula mucho antes que el maestro. Superados los miedos iniciales, las veteranas alumnas de Cacín y el Turro sueñan con "el día que toca ordenador". Para ellas la brecha digital ha comenzado a reducirse. Pese al poco tiempo que llevan utilizándolo ya saben encenderlo, entrar en el procesador de textos, manejar el ratón y realizar sus primeras incursiones por la telaraña mundial.

Primeros pasos


Imagen de las mayores de Cacín en el aula de Guadalinfo

La mayoría todavía no sale de su asombro pues lo que parecía imposible, sólo al alcance de sus hijos y nietos, comienza a resultarles familiar. Escribir con distintos modelos de letras, cambiar sus tamaños, colores, centrar textos, usar el buscador para encontrar información e imágenes, localizar el lugar donde viven sus parientes,... Todo lo tienen ahora a su alcance gracias a las clases iniciales de su maestro, Agustín Galindo Hernández. Ahora todas se muestran felices aunque un poco incrédulas. «¡Quién me lo iba a decir, a mis 74 años aprendiendo a usar el ordenador!», exclama Pepa. Mientras tanto, Teófila busca parsimoniosamente las letras del teclado. «Me gusta mucho porque es interesante descubrir cosas y no es tan difícil como creía», indica. Y así, todas manifiestan su sorpresa por lo fácil que les ha resultado esta primera aproximación al mundo de la informática. Ello ha sido posible gracias al convencimiento de su tutor que se planteó «la necesidad de que fueran ellas quienes descubriesen si son o no capaces de enfrentarse y dominar al ordenador o por lo menos perderle el respeto». También ha sido imprescindible la colaboración del Ayuntamiento que, en el caso de Cacín, les ha facilitado el acceso al centro Guadalinfo, al que acuden un día a la semana para utilizar los cuatro equipos con que cuenta.

El Turro

Por su parte, en el anejo de El Turro, la alcaldesa pedánea, Emilia Calvente, ha realizado todas las gestiones necesarias para que el centro de adultos también disponga de cuatro equipos aunque sean de segunda mano. Según cuenta Galindo, las primeras sesiones fueron toda una odisea para superar la tecnofobia propia del desconocimiento. «¿Dónde toco o no toco para no cargarme el aparato?», «esto es para la gente joven», «a mi edad para qué sirve esto», «yo no he tocado nada y ha desaparecido mi nombre», «a ver si lo que escribo se ve en otro sitio y se ríen de mí» eran al principio las frases más habituales. Después vendría el manejo del «misterioso ratón que va para donde quiere», «me pone muy nerviosa», «y lo muevo y se pierde»,... Pero ahora la cosa se va animando y los anteriores comentarios han sido sustituidos por otros más alentadores: «¡qué bien escribes tú!»; retadores: «a mí me cunde más que a ti»; optimistas: «no es tan difícil»; pragmáticos: «tengo que decirle a mi hijo que me deje utilizarlo en casa»; e ilustrativos de las ganas de aprender con esta nueva herramienta: «podríamos venir más de un día a la semana», «tenemos que chatear algún día», «le pediré a mi hijo su correo electrónico para escribirle algo», ... En definitiva, todo un magnífico ejemplo de que los ordenadores también son cosa de mayores. Y es que, a la vejez, informática e Internet, ¿por qué no?