IDEAL entrevistó a Francisca Josefa García Moreno, alcaldesa de Arenas Del Rey (PSOE)



En la primera entrevista de este año, en la sección que el diario provincial dedica a los alcaldes de nuestros pueblos, le tocó el turno a esta alcaldesa de nuestra Comarca. La entrevista se puede ver en la página 10 del día 2 de enero.

«Han embargado a agricultores por hipotecarse para hacer invernaderos»

 Arenas del Rey, el Pantano de los Bermejales y la entidad local autónoma de Fornes son los tres núcleos de población que integran el municipio de Arenas del Rey, una zona tradicionalmente agrícola con enorme belleza natural y paisajística. Francisca Josefa García Moreno (Arenas del Rey, 1970), alcaldesa desde 2003, cree que ha llegado el momento de dar un paso hacia delante en el desarrollo del territorio. «En los primeros mandatos nos esforzamos para hacer proyectos visibles y tangibles como la adecuación de senderos y obras de diversa índole. Ahora, queremos darle un impulso a otros sectores que puedan fortalecer nuestra economía desde una visión integral, porque la gente está empezando a irse nuevamente a los hoteles. Para ello, debemos sentarnos con las administraciones y con la gente, y preguntarles: ¿qué modelo de desarrollo queremos? ¿Hacia dónde hemos de ir?»

La agricultura es el motor económico de su municipio, ¿cree que está suficientemente profesionalizada y tecnificada?
– Arenas del Rey siempre ha sido una zona rural productiva y con mucha agua. El sistema agrícola más extendido aquí son los invernaderos bajo malla que producen hortalizas como la habichuela, el tomate, calabacín, etc. y alguna zona de olivar y almendro. Tenemos un sector rural muy profesionalizado cuyo principal problema es la comercialización. Por otro lado, creo que los responsables políticos deben apoyar a los pueblos y a los agricultores individualmente, porque ahora mismo es una actividad que no es rentable, pero necesaria. ¿De qué íbamos a comer si no? Aquí ha habido agricultores que le han embargado sus tierras porque se habían hipotecado para hacer invernaderos. Esto no debería ser así. Tenemos, por ejemplo, a la empresa de Conservas Juan Ranas que se instaló aquí y está haciendo productos excepcionales y dando trabajo a varias personas.

¿Cómo se pueden introducir nuevos nichos de empleo?
– No podemos esperar a que venga ninguna empresa grande a salvarnos, porque estos pueblos son rurales y la logística es complicada. En la zona hay muchos recursos y estamos tratando de diversificar la economía. Hasta la fecha, se han realizado acciones concretas en el plano turístico o deportivo. Ahora, nos hemos unido varios pueblos para buscar un desarrollo integral y examinar todas las posibilidades desde una visión conjunta para saber cómo podemos complementarnos. Para ello, hay que implicar a las administraciones, a la gente y a la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que muchas veces pone problemas. Con este proyecto llevamos más de un año y la Diputación nos está ayudando desde el punto de vista técnico. No se trata de hacer cosas grandes. A lo mejor, lo que hay que hacer son muchas cosas pequeñas.

¿De qué manera puede influir en ese desarrollo el Pantano de los Bermejales y los recursos naturales?
– Sin duda, el agua es uno de nuestros principales activos que nos puede ayudar a poner en marcha nuevas iniciativas. Llevamos varios años realizando un triatlón y una travesía a nado. Desde el punto de vista de la navegación, también se podrían hacer cosas, pero apareció el mejillón cebra y Confederación nos lo prohibió. Una vez desarrollemos ese Plan de Desarrollo Integral y nos coordinemos habrá que ver qué podemos hacer y qué no. También quiero referirme a la resinera, que era una antigua fábrica que había en Arenas del Rey y se incendió hace muchos años. Ahora, la Junta ha adjudicado varias zonas de ese Parque Natural que está entre Málaga y Granada para su explotación y está elaborando un Plan de Gestión Integral para rentabilizar todas las posibilidades que ofrece el monte: resina, madera, plantas aromáticas, etc.

En el día a día ¿qué temas le preocupan más?
– Hay muchas cosas que te hacen desviarte de esas grandes líneas estratégicas y que es necesario atender. Un día viene una persona que se le ha fundido una luz o la escuela, que tiene muchas necesidades y requiere de nuestra colaboración. En el tema urbanístico, por ejemplo, las trabas burocráticas son infinitas, por la cantidad de legislación nueva que sale y obliga a adaptar nuestras normas urbanísticas. Un asunto que me preocupa especialmente es la elevada tasa de abandono escolar. Hay muchos jóvenes que no tienen la Educación Secundaria Obligatoria y, fruto de esa preocupación, hemos puesto en marcha un proyecto en colaboración con las madres y padres de los alumnos mediante el cual una persona orienta, guía y acompaña a los alumnos por las tardes. Motivar a los hijos es complicado, pero es necesario. Recuerdo que nuestros padres nos decían: «Yo no tengo estudios y mira el trabajo que tengo. Por eso, tenéis que estudiar para tener una carrera». Ahora, tenemos una generación que tiene muchísima formación e idiomas, pero se nos ha olvidado una parte muy importante, que es sacarlos a la sociedad y que resuelvan sus problemas por sí mismos.