Auto sacramental de la Asunción de la Virgen, en Arenas del Rey



A través de la música y medios audiovisuales se narran los últimos años de la Virgen en Jerusalén, la visita de los apóstoles, el Monte Calvario y el Santo Sepulcro.




 El uno de agosto de 2018, a las 10 de la noche. En conmemoración del primer aniversario del nombramiento de la Virgen de los Dolores, como alcaldesa perpetúa de Arenas del Rey, la Asociación Parroquial realizó una representación teatral de la Asunción de la Virgen. Representada por vecinos del pueblo en el interior de la parroquia.

 A través de la música y diferentes diapositivas fuimos descubriendo los últimos años de la Virgen, convertida en una mujer sola, sierva, silenciosa. Sus últimos años en Jerusalén, la visita de los apóstoles, Monte Calvario, El Santo Sepulcro.

 El relato del Auto Sacramental está inspirado en San Juan Damasceno (Teólogo griego; presbítero y Doctor de la Iglesia)

 Doce personas representaban a los apóstoles, varios niños a los ángeles

Desarrollo:

 "La Madre de Dios no murió de enfermedad, Ella murió de amor. Era tanto el deseo de irse al cielo donde estaba su Hijo, que este amor la hizo morir.

 Unos catorce años después de la muerte de Jesús, cuando ya había empleado todo su tiempo en enseñar la religión del Salvador a pequeños y grandes, cuando había consolado tantas personas tristes y había ayudado a tantos enfermos y moribundos, hizo saber a los Apóstoles que ya se aproximaba la fecha de partir de este mundo para la eternidad.

 Los Apóstoles la amaban como a la más bondadosa de todas las madres y se apresuraron a viajar para recibir de sus maternales labios sus últimos consejos, y de sus sacrosantas manos su última bendición.

 Fueron llegando, y con lágrimas copiosas, y de rodillas, besaron sus manos.

 Para cada uno de ellos tuvo la excelsa Señora palabras de consuelo y de esperanza. Y luego, como quien se duerme en el más plácido de los sueños, fue Ella cerrando santamente sus ojos; y su alma, mil veces bendita, partió a la eternidad.

 La noticia cundió por toda la ciudad, y no hubo un cristiano que no viniera a llorar junto a su cadáver, como por la muerte de la propia madre.

 Su entierro más parecía una procesión de Pascua que un funeral. Todos cantaban el Aleluya con la más firme esperanza de que ahora tenían una poderosísima Protectora en el cielo, para interceder por cada uno de los discípulos de Jesús.

 En el aire se sentían suavísimos aromas, y parecía escuchar cada uno, armonías de músicas muy suaves.

 Pero, Tomás Apóstol, no había alcanzado a llegar a tiempo. Cuando arribó ya habían vuelto de sepultar a la Santísima Madre.

 Pedro, - dijo Tomás- No me puedes negar el gran favor de poder ir a la tumba de mi madre amabilísima y darle un último beso a esas manos santas que tantas veces me bendijeron.

 Y Pedro aceptó.

 Se fueron todos hacia el Santo Sepulcro, y cuando ya estaban cerca empezaron a sentir de nuevo suavísimos aromas en el ambiente y armoniosas músicas en el aire.

 Abrieron el sepulcro y en vez del cadáver de la Virgen encontraron solamente...una gran cantidad de flores muy hermosas. “

 Esto es lo que llamamos Asunción de la Virgen (cuya fiesta se celebra el 15 de Agosto).

 Terminado el Auto Sacramental, con gran afluencia de personas se presentó y bendijo el estandarte de nuestra señora de los Dolores. (Pintura realizada por Rafael Reme, diseño del estandarte: Nono Revelles, realizado en talleres de bordados artísticos de Chimeneas S. Judas Tadeo).