Nieve y buen humor



En la tarde del lunes 16 de enero nos sorprendía la primera nevada de este año que, aunque intensa en algunos momentos, no llegó a cuajar.




 La temperatura y el color del día lo hacían presagiar, en la madrugada se estuvo en algún grado negativo, y el frío diurno era de nieve. Sobre las cinco de la tarde, y durante unas dos horas, empezó la nevada, en algunos momentos de copos inmensos, pero en todos casos de nieve muy blanda, que si bien no cuajó dejó su manto blanco en todos nuestros tejados y campos al menos por un tiempo.

 La humedad, la lluvia o la nieve ya hacían falta tras un enero casi primaveral en cuanto a lo soleado de los días, y como no podía ser de otra manera, en cuanto cesó la nevada, la chiquillería (y no tan chiquillos) a disfrutar de la nieve, la guerra de pelotazos blancos no tardó en llegar rebañando sobre todo las que cubrían los coches, y hubo quien se lo tomó con bastante humor, como Fernando, que no dudó en ataviar con todo lo característico al muñeco, (o el busto de este, la cosa no daba para más) en el propio techo de su vehículo con la nieve que cubría este.

 En esta ocasión  no traemos la típica del paisaje nevado, entre otras cosas porque pronto anocheció, y sí la de la diversión que supuso por unos momentos la nevada del ya pasado lunes.