Nombres para los vinos de la nueva bodega alhameña



Lección de Historia con vino. Lar de Alhama, Blasón, Privilegio, Romance, Torre Real, Viña Alhama y Tierras de Alhama fueron las denominaciones propuestas por el historiador García Maldonado.


03/01/2005
.- Quieren que Granada cuente con un vino tinto de calidad. Para ello, hace poco más de un año un grupo de veintiséis productores del suroeste de esta provincia decidieron constituir la cooperativa vinícola “Sierra Tejeda”, cuya bodega se construirá en el nuevo polígono agroganadero de Alhama de Granada, y para la que el grupo de desarrollo rural del Poniente granadino ya ha concedido 150.000 euros. Mientras se materializa su construcción, socios y Junta Directiva presidida por Nicolás Calvo y Pepe Cervantes, estudian la posible denominación para este nuevo caldo. Siete son las propuestas realizadas en un acto público por el historiador alhameño, Andrés García Maldonado.

En secreto

Hasta la celebración del acto en el salón de plenos, Andrés había guardado celosamente sus propuestas. Por fin, en lo que prefirió llamar “charla entre amigos” en lugar de conferencia o ponencia, fue desgranando cada uno de los siete nombres y su justificación histórica repleta de nombres propios y fechas. Al mismo par que recalcaba el nombre extraía de su carpeta azul una etiqueta completamente diseñada en la predominaba la denominación junto a un fragmento de las vistas de Georgius Hoegnagle. Todo ello sobre el color crema que todo lo recupera y orlado con el verde de la esperanza. 

Siete

También el número de las propuestas tuvo su justificación “por tratarse de un número sagrado, porque siete eran las tabernas que existían en Alhama en la época en que el vino tuvo mayor aceptación, siete la leguas que separaban Alhama de la capital y siete las leguas de su término municipal”. Todas ellas relacionadas con hitos históricos relacionados con Alhama pero totalmente válidos para el resto de las poblaciones vinculadas a este proyecto vinícola. La primera de las denominaciones, Lar de Alhama, por tratarse de una divinidad romana encontrada en esta ciudad hace seis años. “Este dios romano Lar es el dios de la familia, de la alegría, de la primavera y protector del laboreo, tiene en una mano un cuerno para beber y la otra una copa”, explicó antes de señalar que en la actualidad pertenece a una colección privada para la que se están realizando los trámites para su pase a propiedad municipal.

Curiosidad

Antes de proseguir Andrés intercaló una curiosidad relacionada con el vino de Alhama y de cómo el precio era distinto para el exterior que para el interior. Sucedió en el Bar de Emilio “El Rubio”, localizado en el cruce de Humilladero y calle Guillén, y que contaba con una reja que daba a la calle. Por ella los arrieros antes de regresar a sus tierras malagueñas pedían sus vinos y al preguntar por el valor les decía que dos reales. Entonces cuando se marchaban y hacían cábalas, se preguntaban: 

- ¿Cómo si en todos los sitios está a 1,50 pesetas, aquí puede costar dos reales?
Entonces regresaban, ataban los mulos en la reja y entraban en el bar. Cuando llegaba la hora de pagar les pedía 1,50 

- ¿Esto cómo es?, le preguntaban. 

A lo que respondió: 

- Pues porque por la ventana es a dos reales pero aquí dentro es 1,50.

Para la segunda denominación descartó cualquier sustantivo del pasado esplendor musulmán pues “sería una contradicción que tenga relación con esta cultura que tiene prohibido el alcohol y dado que ya lo lleva, en algunos casos, en el topónimo Alhama que como sabes es de origen árabe”. Por ello, para justificar el segundo apelativo habló de los años posteriores a la toma de Alhama acaecida en 1482. Así por ejemplo, habló de los repartimientos y de Hernando del Pulgar, “el de las fazañas”, y de los caballeros destacados que en gratitud y pago reciben distintas propiedades y “veinte aranzadas de viña”. También cuenta cómo el rey Fernando el Católico da órdenes para que de las siete mil bestias que vienen para Alhama, mil se dediquen a traer siete mil arrobas de vino que llegan a Alhama el 20 agosto de 1482. “Relacionado con esta época y con el escudo de Alhama se podrían haber sacado otros nombres muchos nombres: tres escalas, dos llaves, castillo,… pero propongo “Blasón” puesto que este vino pretende convertirse en un blasón que va a representar a los lugares de procedencia de los socios de esta cooperativa”. 

Romance

También la tercera denominación, Romance, está relacionada con esta época en la que se compone el conocido “Ay de mi Alhama” y, dado que se pretende, que sean nombres originales, significativos y con la misma fuerza de la composición poética. Así mismo, sucede con la cuarta propuesta, “Torre Real” pues entre las décadas de 1570 y 1580 cuando se establece una auténtica reglamentación en Alhama para la producción y consumo del vino. Así cuando el vino era de calidad estaba prohibido la venta de vinos foráneos, si no era de calidad se prohibía la venta del vino autóctono, y si era de calidad media /baja había unos tabernas en los que vendía vino forastero y en otras vino local por un precio de 14 maravedís la jarra. Si se incumplía esta ordenanza la multa ascendía a seis mil maravedís. “En el momento cuando se fijan estas condiciones, ya la torre concluida, “Torre Real” de la Encarnación, nombre que vale para todas las poblaciones”, matizó. 

 A continuación se refirió a los privilegios concedidos a Alhama desde los tiempos del Conde de Tendilla hasta los otorgados por Carlos III en 1578. “¿Por qué la palabra “Privilegio” no puede seguir distinguiendo va a Alhama?, preguntó a los asistentes al tiempo que mostraba la etiqueta”. Para terminar propuso los nombres compuestos: Viña Alhama, que también valdría como Viña Lecrín, Viña Atarfe,… según la procedencia de la uva, y “Tierras de Alhama” nombre que leyó en su etapa de estudiante en un libro de geografía de España y que se relaciona con la riqueza agrícola de esta zona. Antes comentó varias referencias al caldo alhameño como la incluida en el Catastro de la Ensenada en el que se afirma que en Alhama “no había tabernas pero sí 18 tiendas de verdura en las que se vendía vino cuando les da la gana” o como en el diccionario de Pascual Madoz, los letrados que redactaron el texto de esta ciudad pusieron que el vino era de “mediana calidad, afirmación que fue copiada por el resto de historiadores hasta mediados del XX”. En definitiva, Andrés dio una nueva lección de Historia a la hora de justificar sus propuestas de denominación de un vino que, sin lugar a dudas, busca la proyección del sector económico de una zona granadina.

 Para finalizar el alcalde de Alhama calificó de “magníficas” estas propuestas y felicitó a la cooperativa por la puesta en marcha de esta bodega alhameña lo que supondrá “un atractivo turístico más y el empuje empresarial para muchos vecinos”. Así mismo, reiteró todo el apoyo de la Corporación para sacar adelante este proyecto. Por su parte Nicolás Calvo, tras agradecer la asistencia a los presentes y explicó brevemente cómo después de un año aún no se habían terminado el papeleo para concluir aclarando “que será una bodega alhameña con socios del suroeste de Granada, que será posible gracias al Leader y a la aportación de los socios”.

Antes de marcharse todos los asistentes fueron invitados a distintas variedades de vino entre las que lógicamente no podía faltar el del terreno.

Texto y fotos: Antonio Arenas.