Fomento del consumo de productos ecológicos



El  área de la Mujer de COAG  Andalucía defiende la agricultura y ganadería ecológicas como garantía de seguridad alimentaria. Considera que sigue faltando información para concienciar a la población sobre los beneficios de los productos ecológicos para la salud humana y el medio ambiente.


31/07/2006.- El Área de la Mujer de COAG Andalucía defiende la agricultura y ganadería ecológicas como garantía de seguridad alimentaria. Esta organización recuerda que las necesidades y exigencias relativas a la alimentación son cada vez mayores y, en ese sentido, el desarrollo humano ha ido acompañado de una evolución en las técnicas de manejo de los productos. Pero la tecnificación de la cadena alimentaria no sólo ha traído ventajas, sino también inconvenientes, planteando algunos retos sobre la seguridad de los productos que se mueven a través de ella. 

Alimentos adecuados

 La seguridad alimentaria significa que el consumidor debe disponer de alimentos adecuados, inocuos y de calidad y tener garantizada la capacidad de adquirirlos. En la Unión Europea tres de esas cuatro premisas se cumplen de forma generalizada, y es la inocuidad de los alimentos la que cobra especial protagonismo, y a la que van dirigidas todas las políticas de control sanitario. Por eso, cuando se habla de seguridad alimentaria se tiende a pensar en alimentos “seguros”, libres de contaminaciones que supongan una amenaza para la salud.

 En ese sentido, el área de la Mujer de COAG sostiene que los productos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológicas son los más indicados para la salud y también para el medio ambiente. Sin embargo, aunque la mayoría de los ciudadanos sabe lo que es la agricultura ecológica, no existe suficiente información que permita concienciar a la sociedad sobre la conveniencia de su consumo.

95 % para el mercado extranjero

 A esta falta de concienciación se une una serie de problemas para los productores, que aún se encuentran con unas prácticas que no resultan rentables, porque sus costes son más altos que los de la agricultura convencional y sus productos no ven reconocido el valor añadido de su naturaleza ecológica. En ese sentido, el área de la Mujer de COAG señala que sería necesario mejorar la comercialización de los productos ecológicos, y promover su circulación en el mercado interno, ya que en estos momentos casi el 95% de nuestra producción ecológica se consume en otros países.