Por primera vez, también se escuchó un verso en árabe, ejemplo de la transformación social actual, en la voz de Naima Houdaibi.
El pasado viernes 11 de julio, las históricas ‘Mazmorras’ de Alhama se abrieron nuevamente para acoger la decimoquinta edición de ‘Poesía en las Mazmorras’. Este singular espacio, que antaño pudo evocar un lugar lúgubre, se ha consolidado como espacio cultural y literario. Dieciséis voces, dieciséis almas, fueron las protagonistas de una velada donde los versos, tanto propios como ‘prestados’, se entrelazaron con autenticidad, evocación y sentimientos.
Lo más notable de este encuentro anual es la filosofía que lo sustenta: la convicción de que los sentimientos y las expresiones más sinceras no requieren de credenciales académicas. Aquí, el valor reside en la emoción pura, brotando del 'pueblo llano', sin importar el grado de formación cultural. Personas con trayectorias de vida diversas confluyen en un mismo escenario, demostrando que la poesía es un lenguaje universal que no distingue entre títulos, solo entre los sentimientos de las personas.
La velada también marcó un hito con la primera vez que se escucharon versos en árabe, en la voz de Naima Houdaibi. Este momento no solo simboliza la multiculturalidad presente en nuestra sociedad, sino que representa un elocuente ejemplo de integración y empatía, tejiendo nuevos hilos en la vida cultural de Alhama. El recinto, aunque no de grandes dimensiones, se llenó una vez más, esperando poder compartir vivencias, sentimientos y expresiones que, quizás, solo en este lugar tan especial encuentran su pleno sentido.
La velada dio comienzo con las palabras de bienvenida de Matilde Molina, teniente de alcalde de Alhama, quien agradeció la asistencia y destacó la decimoquinta edición como pilar del programa 'Verano Cultural'. Subrayó el compromiso con la igualdad, haciendo de este recital un espacio donde "el verso es de las mujeres y hombres de nuestro municipio y de los que nos visitan", en una colaboración entre las Consejerías de Cultura e Igualdad. Tras ella, María Luisa Gómez, presentadora y técnica del Centro de la Mujer de Alhama, tomó el relevo, sumándose a los agradecimientos y rindiendo un emotivo homenaje a quienes participaron en ediciones pasadas y ya no están. Dio la bienvenida a los veteranos y a las nuevas incorporaciones, asegurando la continuidad del evento por muchos años más.
A continuación, un repaso por las dieciséis intervenciones que llenaron de magia las Mazmorras:
Monsalud Moreno
Monsalud Moreno abrió el recital con una emotiva dedicatoria a Eladia Calvo, una persona importante en su inicio con la poesía. Su poema, 'Paraísos perdidos', fue una adaptación personal de una obra inspirada en Sanabria y los pueblos de España, que Monsalud transformó en un canto a Alhama. Sus versos exploraron la esencia de la vida, el valor de los pueblos y la gratitud por sentir que uno forma parte de la tierra, compartiendo una emoción pura y accesible.
Salvador Arias
Salvador Arias, con 82 años y siempre defendiendo la cultura del pueblo, compartió versos conmovedores nacidos de una experiencia personal de superación. Su poema 'Al final de mi camino' fue un homenaje a la nobleza de la gente que le salvó la vida, desmintiendo prejuicios sobre el 'cuchicheo' popular y defendiendo el valor de la expresión genuina. También recitó 'La más tierna y hermosa espiga', un reflejo profundo de la vida familiar, demostrando cómo la experiencia vital se convierte en la más rica fuente de inspiración poética.
Teresa Rodríguez
Teresa Rodríguez, con la pasión que la caracteriza, reivindicó la belleza y el amor por su pueblo a través de su poema 'Ahí quiero estar'. Sus versos pintaron un cuadro de Alhama, con sus paisajes y su gente, donde la conexión con la tierra es profunda. Además, recuperó un poema temprano sobre la figura del maestro, recordándonos el legado de cariño y enseñanza que, más allá de cualquier cambio social, permanece inalterable en el corazón de todos, en el recuerdo a Doña Ángeles.
Juani Olmos
Juani Olmos dedicó su intervención al público y, especialmente, a sus amigas presentes, abordando temas de reflexión profunda. Sus poemas 'El Silencio' y 'La razón y el pensamiento' invitaron a la introspección sobre la sociedad actual, la importancia de la salud y la búsqueda de lo humano frente al materialismo. Cerró con una espinela dedicada al escritor Antonio Gala y un emotivo retrato poético de Juan Cabezas, maestro de muchos, destacando su labor periodística y cultural en Alhama, una muestra de cómo el ingenio, la vocación y la entrega local puede generar conocimiento y proyección social y de nuestro pueblo.
Teresa Millón
Teresa Millón compartió su corazón con versos que evocan las vicisitudes de la vida. Su poema 'Caminos Dificultosos' narró la superación de la soledad y la congoja, encontrando una luz y una fuerza interior para seguir adelante, superando las burlas. Continuó con 'El Reloj', una reflexión sobre el paso del tiempo y el deseo de prolongar los momentos de felicidad, demostrando que la sabiduría de la vida cotidiana es la musa más potente.
Obdulia Fernández
Obdulia Fernández aportó una nota de optimismo y sabiduría vital con su reflexión 'Envejecer con felicidad'. Sus versos, nacidos de una experiencia personal matutina, abordaron con naturalidad y humor los pequeños achaques del envejecimiento, pero con una firme convicción: vivir la vida con ganas, disfrutar sin importar impresionar a nadie. Una demostración clara de cómo las vivencias diarias y la perspectiva personal se transforman en poesía auténtica y cercana.
Agley Lubiri
Agley Lubiri presentó dos facetas de su inspiración: una reflexión profunda sobre 'La vida', que definió como un regalo con caminos de amor, rosas y espinas, impulsando la resistencia y la valoración del presente. Además, compartió 'Brisa Marina', un poema romántico y evocador, inspirado por una imagen, donde el viento y la nostalgia se entrelazan. Su conexión con un grupo de mujeres local, regalo de la vida, subraya cómo las relaciones humanas y las observaciones cotidianas son la verdadera fuente de expresión.
Sara Oliva
Sara Oliva, una joven estudiante que encuentra su vocación en la imagen y sonido, inició su lectura con el célebre 'Corazón coraza' de Mario Benedetti, demostrando su aprecio por la poesía consagrada. Sin embargo, su intervención más personal fue un poema dedicado a una cámara antigua, un regalo que le ha devuelto 'el brillo a su vida' al capturar la belleza auténtica y los momentos inesperados, lejos de la perfección irreal de las redes sociales. Su testimonio evidencia cómo la pasión, más allá de cualquier título, guía el camino creativo.
Jesús Ruiz
Jesús Ruiz, abuelo de Sara Oliva, ofreció al público el poema 'El poeta habla por teléfono con el amor' de Dámaso Alonso, un ejemplo de la riqueza literaria que trasciende generaciones. Con su intervención, Jesús también compartió una entrañable anécdota personal sobre su madre y su fecha de nacimiento, demostrando que la poesía no solo reside en los grandes autores, sino también en las historias sencillas y humanas que nos conectan con nuestras raíces y afectos más profundos.
Rosa María Miranda
Rosa María Miranda llevó al escenario la atemporalidad de la poesía clásica con el 'Romance del prisionero' y el evocador 'Yo voy soñando caminos' de Antonio Machado. Su voz, además, dio vida a un poema de su propia autoría, 'Un amigo', un emotivo tributo a la amistad que perdura más allá de la presencia física. Su selección ilustra la coexistencia de la tradición literaria y la expresión personal, ambas igualmente válidas en este espacio inclusivo.
David Carretero
David Carretero eligió dos potentes poemas que exploran la profundidad del sentimiento humano. Primero, 'Paren todos los relojes' de W.H. Auden, una obra dramática que refleja la magnitud del luto y la pérdida. Después, 'No te enamores de una mujer que lee', de Marta Rivera Garrido, un homenaje a la mujer intelectual, sensible y despierta. Su selección demuestra cómo la poesía, independientemente de su origen o complejidad, sirve como un vehículo universal para explorar las emociones más intensas.
María Ángeles Gálvez
María Ángeles Gálvez, maestra del Colegio Conde de Tendilla, aportó la frescura de su propia creación poética. Compartió 'Te confieso', un poema íntimo que explora los sentimientos profundos del amor y la conexión personal. A continuación, recitó 'Un domingo en casa', una oda a la belleza que reside en lo cotidiano y en los pequeños placeres de la vida. Su participación subraya cómo la sensibilidad, sea cual sea la profesión o formación, enriquece el tapiz poético del evento.
Juan Valladares
Juan Valladares, con una deuda pendiente del año anterior, trajo al escenario obras de dos grandes figuras literarias: Federico García Lorca y Bertolt Brecht. Recitó 'La sangre derramada', un homenaje lorquiano a Ignacio Sánchez Mejías, y 'Borra todas las huellas' de Brecht, que evoca el exilio y la supervivencia. Su admiración por estos 'espíritus nobles' demuestra cómo el conocimiento y el aprecio por la literatura, sin importar cómo se haya adquirido, son celebrados en este foro.
Remes Almagro
Remes Almagro continuó la línea de homenaje a Federico García Lorca con la recitación de 'Se le vio caminar', un fragmento poderoso que rememora la muerte del poeta en Granada. Su interpretación evocó la trágica belleza del verso lorquiano, sumergiendo al público en la profundidad de la obra. Con su voz, Remes conectó el presente con la memoria de uno de los grandes, reafirmando el legado cultural que se comparte libremente.
Naima Houdaibi
Naima Houdaibi fue la voz de la multiculturalidad e integración de la velada. Abrió con su poema 'Aquí no hay viejos, solo nos llegó la tarde', una profunda reflexión sobre la sabiduría y la experiencia que traen los años, valorando cada etapa de la vida como un "regalo natural". Por primera vez en la historia del evento, Naima recitó un poema en árabe, seguido de su traducción al español, un gesto cargado de significado que simbolizó la bienvenida y la unión de diferentes culturas a través de la poesía.
Remedios Extremera
Remedios Extremera cerró el recital con un relato lleno de humor sobre sus sentimientos y temores ante la muerte, haciendo referencia a su poema del año anterior sobre la vida como una noria. Su propuesta de un "testamento vital" muy particular provocó risas y reflexiones, destacando cómo la poesía puede abordar temas complejos con ligereza y cercanía. Su intervención fue un broche de oro que resaltó la capacidad de la palabra para conectar con lo más íntimo y compartido de la experiencia humana.
Así, la decimoquinta edición de ‘Poesía en las Mazmorras’ culminó una vez más como un testimonio del poder de la palabra y el sentimiento. Más allá de las diferencias de edad, formación o procedencia cultural, este evento reafirma que la poesía es un espacio de encuentro donde la expresión más pura florece sin necesidad de etiquetas. Es un recordatorio de que las vivencias, la autenticidad y la emoción son los verdaderos pilares de la creatividad. Las 'Mazmorras' de Alhama, lejos de ser un lugar tétrico, se confirman como un hogar para las voces que, desde la sencillez y la diversidad, construyen un puente de integración a través del verso. Un evento que, edición tras edición, sigue enriqueciendo el alma de Alhama, en este proceso de cambio, y, desgraciadamente, de abandono institucional.
Vídeo íntegro del acto