Últimamente no logro ponerme de acuerdo casi ni conmigo mismo.
Últimamente no logro ponerme de acuerdo casi ni conmigo mismo.
Creo que la acción que voy a llevar a cabo el 28 de abril se inscribe plenamente en los supuestos que contempla nuestra actual legislación para la legítima defensa.
Tengo amigos de derechas, conservadores, católicos y tradicionales.
Aclaro antes de proseguir que me pronuncio en calidad de humanista, de persona radicalmente centrada en los seres humanos.
Empiezo a sospechar que en España las cosas funcionan más o menos como en el barco de Gep Ganapia.
Todo el personal del tercer dedo, de la séptima planta del hospital del PTS (Parque Tecnológico de la Salud) lo son, sin duda alguna.
No hablo ni de las públicas, ni de las privadas, ni siquiera quiero hablar de centros educativos.
Por la década en la que nací, y tal vez en algún año posterior, los españoles dejábamos la patria chica, los más afortunados.