Adiós 2019…



De esa gente noble, amiga, que siempre está en mi recuerdo, con su mirada y sonrisa, recia llama es de mis versos…

Navidad



No te olvides de poner la figura de un abuelo con su nieto entre los brazos. Colócala muy cerquita, muy cerquita del portal.

Escuela del Robledal



Voló mi mente a tiempos ya remotos. Y a tiempos ya remotos quiso volar también mi corazón.

Otoño en el alma (V): Ven a verme



Ya mis fuerzas flaquean, los ojos se me nublan, el tiempo se me agota y temo desfallecer.

Otoño en el alma (IV)



Me duele tu sufrir sin esperanza en un triste hospital. Me duele tu cansancio camino de otras tierras buscando libertad.

La loca



“Viene la Navarreta”, gritaban los chiquillos por las calles mientras se dispersaban. Algunos la seguían a distancia. Otros, la apedreaban.

La pesca



Y embebido en estos recuerdos he caminado, he caminado…. Y apenas he encontrado alguna sombra donde resguardarme un poco de este sol que parece no haberse enterado de que el otoño llegó hace muchos días.

Tiempo de sementera



Como un inmenso cuaderno queda pautada la tierra, esperando la simiente que esparza con mano diestra, paso a paso, el sembrador: es tiempo de sementera.

Otoño en el alma (III): Marionetas



La voz que nos informa, las leyes que nos rigen, la dieta alimenticia, la moda en el vestir, todo lo mueven poderosas manos que, con fines perversos, deciden nuestra forma de vivir.

Víctimas de la guerra (II): Luisa



¿A dónde va, doña Luisa, encorvada de tristeza, recorriendo los caminos, recorriendo las veredas?

Víctimas de la guerra (I): José



A mi buen amigo Antonio Robles, que, en su libro “Memorias de Santeña”, nos narró magistralmente esta historia.