Ya son generaciones las que han empatizado con los romances a lo largo de sus 23 ediciones

Velada de los romances


La velada de este año estuvo dedicada a la tradición oral en la música, del Renacimiento a las vanguardias, y cuyo invitado fue Andrés García Maldonado, creador de la misma, tras haber dejado el pasado año la presidencia del Patronato de Estudios Alhameños.





 El pasado sábado, 10 de agosto de 2019, a las diez de una noche agradable de verano, donde la temperatura había cedido del día sofocante a la brisa reparadora y confortable del anochecer alhameño en la típica Plaza de los Presos, en la que confluyeron las tres culturas; cristiana, árabe y judía -de ahí elegida para este evento-, tuvo lugar el desarrollo de este XXIII edición que, tras este tiempo, ya se ha convertido en tradición, como tradición oral fueron los romances y, en este caso también, la música.

 De esta forma inició el presidente del Patronato la velada, agradeciendo la presencia de los asistentes que, como cada año, no sólo ocupan la sillas dispuestas para los espectadores, también los propios bancos y pretiles que circundan la plaza, creando ese ambiente medieval que tanto algunas de las construcciones, así como la inmensa torre de la iglesia, que es el escenario natural de fondo, se encarga de recordarnos, lo que hace que nos sea más fácil trasladarnos a las épocas pretéritas que protagonizan estas veladas con sus músicas y narraciones. “Es un día especial, en una noche que ya se ha consolidado en el verano cultural alhameño, -comenzó Ignacio Benítez- una idea y una noche que surgió del que fuera presidente del Patronato, Andrés García Maldonado, y que precisamente por ser presidente no ha podido ser el invitado, pero ahora, el primer año que ya no lo es, queremos que ese invitado sea él, porque nadie mejor que él ha demostrado ese amor por la comarca y ese alhameñismo que precisamente le ha llevado a ser Hijo Predilecto de nuestra ciudad”. “Viviendo en Málaga, -continuó Ignacio Benítez- nunca ha dejado se ser alhameño y malagueño a la vez, y siempre dispuesto en cuanto se le pedido o solicitado”, tras las palabras de presentación dejó paso al invitado de la Velada.

 Andrés García Maldonado inició sus palabras precisamente con el agradecimiento al Patronato en algo que él ya no esperaba (puesto que se había despedido en la Velada del pasado año), así como a los alcaldes y concejales del Ayuntamiento de todas las corporaciones que se han ido sucediendo, y con las que siempre ha tenido una estrecha colaboración, así como por el acierto de las música y las intérpretes elegidas para la ocasión, por lo que se sentía doblemente agradecido, pasando a pronunciar su tema de la Velada, que, con una visión muy personal consistió en intentar averiguar quién fue ese autor anónimo del Romance ¡Ay de mi Alhama! que tanta notoriedad le ha dado a nuestra ciudad a lo largo de los siglos, y que más abajo reproducimos en su integridad.

 Terminada la intervención de Andrés, tuve el placer de presentar la parte musical de la noche, dos jóvenes que inundaron con su voz y el acorde de la guitarra el momento mágico de la Velada, magistrales Ángela e Isabel, tanto en la interpretación como en la selección musical, donde se consiguió una perfecta armonía entre ellas, el público y el título del evento; “La tradición oral en la música: del Renacimiento a las Vanguardias”, a las que, para finalizar, versionaron un tema de Carlos Cano dedicado a Alhama, ello, unido a su impecable actuación, hizo que el público en pie las aplaudiera largamente.

Ángela de Miguel Altelarrea, a la guitarra
Nacida en Soria en 1996, obtuvo su título de Enseñanzas Profesionales de Música, en la especialidad de guitarra clásica, en el Conservatorio Profesional de Música “Oreste Camarca” de Soria, en el año 2015. Actualmente finaliza sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Música “Victoria Eugenia”. Ha recibido clases magistrales de David Mozqueda, Winfried Kellner, Nicolas Papin y Antonio Duro entre otros. Ha realizado conciertos como solista desde el año 2014 en diferentes municipios de la provincia de Soria. Forma parte, además, del Joven Coro de la Orquesta Ciudad de Granada, colaborando en numerosos conciertos con la OCG.

Isabel Guerrero Martínez, soprano
Nacida en Alhama de Granada en 1994, comienza su pasión por el canto en la coral de dicha localidad. Ha obtenido su título de Enseñanzas Profesionales de Música, en la especialidad de canto, en el Conservatorio Profesional de Música “Ángel Barrios” de Granada, en el año 2019. Ha recibido clases magistrales de Mariola Cantarero y Leticia Rodríguez, con la cual se sigue formando. Además, se graduó en Historia y Ciencias de la Música en el año 2018. Ha participado en varios coros de la capital granadina entre los que destaca el Joven Coro de la Orquesta Ciudad de Granada, colaborando en numerosos conciertos con la OCG.

Las músicas de la noche
Renacimiento
• Paseabas el rey moro, de Luys de Narváez
• La mañana de San Juan, de Diego Pisador
• Qu’es de ti, desconsolado, de Juan de la Encina
Siglo XX
• Siete Canciones populares españolas, de Manuel de Falla
- El Paño Moruno
- Seguidilla de Murcia
- Asturiana
- Jota
- Nana
- Canción
- Polo
• Capricho árabe, Francisco Tárrega
• Canciones españolas antiguas, de Federico García Lorca
- Sevillanas del siglo XVIII
- Las tres hojas
- Nana de Sevilla
- Zorongo

 Para finalizar el acto, el alcalde de Alhama, dirigió unas palabras de apoyo a la actividad del Patronato de Estudios Alhameños, entre los que se encuentra esta Velada de los Romances, al tiempo que agradeció la presencia y asistencia de lo que vienen siendo un público entregado a esta actividad, con elogiosas palabras para Andrés y a su entrega durante todos estos años que ha estado al frente de esta institución cultural, tras las cuales se entregaron unos diplomas de recuerdo y agradecimiento a los participantes.

 
Alhama, Noche del 10 de agosto de 2019
XXIII Velada “Alhama, Ciudad de los Romances”


Por Andrés García Maldonado

SEÑOR AUTOR ANÓNIMO DEL ¡AY DE MI ALHAMA!
CORREO DE LA ETERNIDAD.

Apreciado Autor:

 Bastante más de cinco siglos llevamos, generación tras generación, queriendo saber quién eres. Escritores, eruditos e investigadores sobre los romances y cientos y cientos de alhameños durante todo este tiempo, hemos estado atentos al más mínimo indicio que nos llevase a encontrar tu identidad personal.

 Por activa, por pasiva y por mil formas más hemos analizado y medido cada una de las palabras de tu ¡Ay de mi Alhama! Y también las del “Moro alcaide, moro alcaide”, para ver si obteníamos algún dato sobre ti.

 Y prácticamente nada. Ya nos consolamos, con el hecho de que en la otra de vida lo sabremos, aunque de esta forma no tenemos prisa en ello, como comprenderás.

 ¿Eres moro o cristiano? ¿Pertenecías al Reino de Granada, o a los de la Novísima Castilla? ¿Viniste quizá de algún otro lugar o eras de la misma Alhama? ¿Llegaste con las tropas castellano-andaluzas aquella terrible noche del último día de febrero? ¿Te narraron los vencedores el gran y heroico triunfo? ¿O fueron los desdichados vencidos los que te entristecieron con la dolorosísima y sangrienta derrota? ¿Escribiste para desánimo de musulmanes, para gloria de cristiano o, única y simplemente, para narrar los hechos? ¿Seguiste aquí aquellos días o llegaste los posteriores con Muley Hacen en sus repetidos intentos para recuperar la ciudad-fortaleza? ¿Lo hiciste quizá en una de las sucesivas expediciones de socorro, reforzamiento o relevo por parte de los cristianos? ¿O nunca estuviste aquí y, como exponía antes, te contaron la tremenda batalla Tenebrosa? Sea como fuere, tú eres autor de un singular romance.



 Como dijo Menéndez Pidal, cuando quedó sólo el reino de Granada en la Península como tributario de Castilla, sin representar amenaza alguna, los castellanos, lejos de sentir repulsión hacia los musulmanes refugiados en aquel último reducto, se sintieron atraídos hacia aquella exótica civilización, y tú sabes de la convivencia de moros y cristianos en la frontera. Estoy seguro, que de no ser moro, es clara tu mauro filia, esa empatía que sientes hacia el punto de vista del moro.
Los romances noticieros, como escribe Angus Mackay, fueron compuestos a raíz de los sucesos existiendo antes de que las narraciones de las crónicas fuesen escritas, así son una fuente más de la Historia.

 El ¡Ay de mi Alhama! tiene trazos de raíz popular del género, pero los tiene más evidentes del estilo cortesano que nos lleva a pensar en que eres un versificador instruido. Hubo de ir tomando cuerpo a partir del canto popular, emanar del mismo hecho, partiendo de la imaginación de los vencedores, en este caso, pero todo nos lleva a que eres un poeta o juglar inspirado que compusiste el singular poema con las magistrales características del romance: llaneza, destreza narrativa, vigor y sensibilidad.

Lo de musulmán o cristiano ya quedó aclarado. Todo nos orienta a que eres cristiano.



 Se observa tu punto de vista castellano al alabar a los conquistadores de la ciudad -“cristianos de braveza”- y hundes en sentimientos de desolación a todos los moros comenzando por el rey granadino, ni siquiera mencionas su nombre. Pero eso sí, le reprendes su comportamiento duramente y hasta le vaticinas el hundimiento del mismísimo reino.

 Y, sobre todo, los romances fronterizos en la Guerra de Granada fueron propaganda estatal cristiana contra los moros, siendo muy usual y eficaz durante aquellos diez años que duro esta durísima contienda, igual tiempo que la de Troya.

 Supiste rememorar, admirado autor anónimo, legendarios hechos de aquel siglo XV. Y han venido, siglo tras siglo, hasta esta misma noche, a hacernos resurgir sentimientos eternos. ¡Qué grande, qué valerosa, es la realidad en la poesía!

 Sí, sobre todo los alhameños de estos últimos siglos y de los que vendrán, queremos saber de ti, para agradecerte imperecederamente lo que realmente es imposible de pagar. El universalizar y engrandecer el nombre de nuestra Alhama, por dar testimonio de lo eterno humano que todos llevamos dentro, al hacer que en tu elegía se plasme lo que después consagra en la poesía universal el inolvidable Antonio Machado: “Hoy es siempre todavía”.

 Cuantos y cuantos en estos cinco siglos y por toda La Tierra han hablado y recitado tu poema y con él han hablado de nuestra amada Alhama:

- Juan de Mariana, en su Historia de España, escrita en latín para general conocimiento en toda Europa, lo proyectó allá por el tiempo en el que estuvo más en boga los romances, en el siglo XVI.

- Ginés Pérez de Hita, que apuntó que el origen del poema es arábigo, afirmó que era en aquella lengua muy doloroso y triste, hasta el punto que se prohibió cantar en el reino de Granada, ya que provocaba llanto y dolor.

- Manuel Milá y Fontanals, lo calificó como “Joya incomparable de la poesía castellana, siendo los romances hijos de una sociedad todavía heroica y ya no bárbara”.

- Jacob Grimm escribiendo sobre la veracidad de la poesía popular, dejó escrito que rara vez puede tener tan exacta aplicación como en tu romance.

- Menéndez Pidal: dijo que tu poema “con el romancero tiene una proyección geográfica que ninguna canción tradicional iguala ni ha igualado nunca”. Se extiende por toda la Península, así como por toda Iberoamérica, Norte de África, países de Asia Menor, y hasta nuestros mismos días, por todo el Mundo.

- El Duque de Rivas, José Zorrilla, Menéndez y Pelayo y tantos otros escritores y eruditos investigadores de multitud de países e idiomas, como mi entrañable amiga María Jesús Pérez Ortiz, singular escritora y catedrática, conocedora y amante de tu poema como de Alhama, incluyen el ¡Ay de Alhama! entre las mejores poesías de todos los tiempos de la Lengua Castellana, como se sigue haciendo, y ya vamos para los seiscientos millones de castellano-parlantes.



 Pero es que su traducción por Lord Byron hizo que el poema se afianzara en la Literatura Universal, donde ya estaba, y ahora les llega a miles de millones en las más variadas lenguas, así como por todas las redes y avances tecnológicos. Y lo mismo en la Historia Universal como consolidó, aún más, el historiador italiano Cesar Cantú.

 Cómo me voy a olvidar de los elogios que te hicieron los inmortales poetas españoles Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Rafael Alberti a preguntas mías siendo representante de la ciudad de Málaga, y, sobre todo, Dámaso Alonso cuando hace 51 años, director entonces de la Real Academia de la Lengua y yo un joven “plumilla” de periódico, le pregunté sobre tu poema y me habló de la maravilla que era valorándolo como ejemplo de la iluminación y la precisión de la imagen de los romances, lo que se daba especialmente en los romances moriscos o fronterizos, recordándome la cortesía ente moros y cristianos en medio de ásperos hechos sangrientos.

 Y con la música, partiendo con los vihuelistas de aquellos siglos e instrumentos que le fueron sucediendo, entró por todas las cortes de Europa comenzando por las de Carlos I y Felipe II, y desde aquellos primeros compositores, Luis de Milán, Luis de Narváez, Diego Pasador, Venegas de Henestrosa, Francisco Hervás y tantos otros cientos de músicos de los más variados lugares hasta nuestros mismos días, como el joven y sobresaliente alhameño Pablo Peula Medina, le han prestado su atención y genio proporcionándole acertados acompañamientos musicales. Antes con los trovadores por doquier y esta misma noche con la jovencísima soprano alhameña Isabel Guerrero, que nos va a dejar absortos por su alta calidad, y la también joven guitarrista cóquense Ángela de Miguel, igualmente singular artista.

 Terminando no creo que te moleste que haga una mínima mención a “Moro alcaide, moro alcaide”. ¿Quién sabe si tú también tienes algo que ver con él? Ya nos lo contarás.

 Menéndez Pidal al comentar este romance nos dice: “A la perdida de Alhama se refiere también “Moro alcaide, moro alcaide” (primavera, 84), igualmente de tipo morisco”. Lo cierto es que para nuestra historia el ¡Ay de mi Alhama! es insuperable, el de “Moro alcaide” es asimismo de gran belleza y atractivo poético, convirtiéndose, durante todos estos siglos, en un canto más sobre la leyenda y la historia de la conquista de Alhama que también se universalizó y ha supuesto más renombre mundial para nuestra ciudad.



 Todo con esta misma Plaza Real en la historia y en el corazón de la encantadora Alhama, en la que tantos miles de veces se recitó y recitará tu romance con otros muchos. Donde venimos levantándole este altar anual y donde los alhameños desde hace casi un cuarto de siglo pagamos parte de esa inmensa deuda que jamás será posible liquidarte. Pues si ya era incalculable por su infinita dimensión, sigue creciendo sin parar más y más, día tras día.

 En fin, no sabemos quién eres, pero sí que eres autor –¿O autora? ¿Quién nos puede afirmar que no se trata de una mujer?- de uno de los poemas más bellos de todos los tiempos. Al final de los siglos será una de las curiosidades que millones de personas de estos últimos cinco siglos, más los que transcurran, sabremos y, por supuesto, con nuestra felicitación, te manifestaremos la gratitud de uno de los pueblos más bellos de España que tú universalizaste.

 Hasta la Eternidad amigo autor anónimo, si ello nos corresponde. A ti creo que sí, querido escritor, porque en el ¡Ay de mi Alhama! acogiste a los vencidos con dignidad, compartiste su dolor y te pusiste al lado de los perdedores, por ello hubiste de tener ganada la gloria terrena y mereces la celestial en la forma que exista y disponga Dios ¿O Alá? Todo ello con nuestra admiración y respeto, tanto de cuantos estamos aquí esta noche al pie de nuestra simbólica Torre como de millones y millones de personas repartidas por los cinco continentes de la Tierra.

Muchas gracias.

 

Las imágenes de la XXIII Velada de los Romances

































Fotos: Cristhian Ruiz Millón.