Viene de camino

La otra mirada


Siempre está por llegar, o a punto de llegar.

 Pasa un poco como con el rey emérito, que se sabe dónde está, pero no quieren decirlo. Le toca a la Casa Real, dice el presidente y el rey en activo dice que le toca al presunto exiliado.

 Pero hay cosas que vienen de camino ya hace años: Diversas terapias contra las más temidas de las enfermedades, esa reforma fiscal que hará que los que más tienen paguen más en favor de los que no tienen nada o casi nada, que como dice la canción de Silvio Rodríguez “tengo una mujer clara, que no pide nada, o casi nada, que no es lo mismo, pero es igual”. Vienen de camino, pero se diría que no vienen en el AVE, ni siquiera en un tren rapidito si no que lo hacen en una de esas antiguas diligencias, como esa diligencia de Carmona a la que iban a asaltar “siete ladrones de fama”. Y hágame la merced el lector de creerme cuando digo que aquí no me refiero a nadie presente, a ningún partido político en general, ni a ningún político en particular. Pero que, si nos ponemos, usted y yo encontramos gente suficiente para dejar a los siete bandoleros del Viso a la altura de las Ursulinas, un suponer, aclaro.

 Que vienen de camino las reformas fiscales, y las reuniones del Pacto de Toledo para mirar a ver que hacen con el tema de las pensiones, que nos hemos puestos los pensionistas de lo más estupendos (pronúnciese con ese liquida, mejor) y queremos comer todos los días, al menos tres veces al día, y, ya puestos, caliente. Que me parece a mí, y creo que me he pronunciado en el asunto, que lo mejor va a ser que la Seguridad Social se financie con impuestos además de con las cotizaciones. Vienen de camino, espero, esas reformas tan necesarias para hacer que acceder a una pensión pública sea posible, cuando por edad u otra circunstancia no se puede obtener el pan de cada día con el fruto del sudor, que es cómo está escrito desde hace milenos que nos lo tenemos que ganar todos. Los pobres con el nuestro y los ricos también con el nuestro.

Del mismo modo viene de camino esa vacuna contra la Covid que va a darnos una alegría a todos, que falta que nos hace. Los rusos dicen que ya la tienen, pero no estoy seguro de que le hayan implementado el chip de Microsoft para controlarnos, que va a ser que no. Y el hecho de ser rusa hace que por la parte de aquí desconfiemos de ella. Ya se verá.
 Otra cosa que viene de camino es la imputación a Podemos, o ya está, no lo tengo claro, por asuntos de dineros mal habidos o mal gastados, Aquí diré lo que ya escribí en su tiempo cuando gobernaba el PP. Yo, como votante no juzgo hechos ilícitos, que para eso están los jueces, si no que juzgo a los partidos por sus políticas y cómo repercuten en la clase más desfavorecida, que es la trabajadora. Pagana a la fuerza de todas las facturas que se deben pagar y no encuentran pagador voluntario.

 Y hablando de paganos y facturas recomiendo vivamente a los monárquicos entusiastas que se dejen de trucos y paraísos fiscales para que el Estado tenga con que pagar para que a toda la Familia Real no les falte ni gloria bendita, que a los de siempre se nos empieza a hacer cuesta arriba. Esa es una de las cosas que no viene de camino, ni está, ni se la espera: La solidaridad de los Crasos, los Césares y los Pompeyos con los Espartacos. Que creo que más o menos me hago entender. A ver si a esta gente de ahora, entre que le pagan los escoltas al emérito, ocultan su paradero y todo lo demás encuentran tiempo para iniciar el camino fiscal que todos queremos andar, al menos los que, por desgracia, no pagamos más impuestos que los del IVA, dado que nuestros ingresos son fiscal mente irrisorios y, por tanto, no fiscalizables, por mucho que dada su transparencia estén totalmente fiscalizados.

 En fin, tal vez sea eso, el que “viene de camino” todo lo que esperamos, lo que haga que pase lo que pase en nuestro solar patrio aquí no se mueva del sillón ni Dios. Todos apalancados, salvo para compartir discursos xenófobos, aporófobos y misóginos en las redes sociales y calentarle la cabeza al camarero, cuando cubata en mano, arreglas el mundo con cuatro hostias bien “das” y dos tiros.