Los premios a la Igualdad que nunca debieron ser, pero sí unos merecidos reconocimientos

Mujer


Se “premió” a Concepción Molina Carrión, a la Asociación de Mujeres AMAL, y a le empresa de ayuda a domicilio OCARAMA.



 Dentro de los actos programados para la “Feria de Septiembre” había dos que tenían que ver con el tema de la Mujer, uno; la colocación de una placa de reconocimiento a las mujeres, y otro, el que nos ocupa en este momento, de los “Premios de Igualdad”, que considero como un nombre desafortunado, porque valorar como primero, segundo y tercer premio lo que debió ser un “reconocimiento” desvirtuó totalmente el sentido que se entendía debió tener el acto, y que se repitió en varias ocasiones a lo largo del mismo.


 De esta forma lo abrió la concejala de Igualdad, Ana Molina, que hizo un recorrido por la presencia de la mujer en las instituciones, desde aquellas primeras elecciones democráticas cuyas listas estaban dominadas por hombres, hasta la llegada de la primera concejal en la persona de Marina Arrebola, en el caso de Alhama, así como la incorporación paulatina de mujer en todos los órdenes sociales.

 Acabada su intervención pasó a la entrega de los “premios”, llamando al primero de ellos, en la persona de Concepción Molina Carrión, como la persona más longeva, cosa que nos es así, pero se manifestó que no se había podido localizar a otras, aunque, desde mi opinión, no por ello menos merecedora de un RECONOCIMEINTO, como mujer a la que le tocó vivir un tiempo de discriminación y trabajo no reconocido.

 Por su edad, y su estado de salud, no pudo estar presente, y sería su hijo, Diego Moldero, el que tendría las palabras de agradecimiento en nombre de su madre, recogiendo el ramo de flores y el pin, o insignia, que se otorgaba a los “premiados”.

 Se llamó después al “segundo premio” que recaía en AMAL (Asociación de Mujeres de Alhama), siendo recogido por su presidenta María Corrales. AMAL supuso todo un cambio para la mentalidad de la época, fue el despertar de las mujeres de Alhama en una reivindicación permanente y efectiva de un importante avance social, con sus actividades, talleres, conferencias, presencia y visibilidad, que no ha cesado desde sus inicios y hasta nuestros días. ¿Qué jurado le da un segundo premio a una actividad que removió los cimientos antifeministas en la mentalidad colectiva?

 Por último, el “tercer premio” recayó en OCARAMA, la empresa de ayuda a domicilio, otro cambio social importante en el cuidado de nuestros mayores, que también ha supuesto un vuelco en la atención de las personas dependientes, con personal cualificado para ello, y que ha venido, no sólo a mejorar la calidad de vida de quien lo necesita, también a la creación de puesto de trabajo en algo tan humano como dignificar los años más necesitados de la vida. Según la concejala esto era un “tercer premio”, que fue recogido por Otilia Cabello, una de las socias de la empresa OCARAMA.

 A lo largo de su intervención, Ana Molina, anunció la creación de los Premios de Igualdad “Elena/o de Céspedes”, esperemos que estos tengan un criterio más adecuado, acorde con los destinatarios de los mismos, y con la dignificación e importancia que ello requiere.




Diego Moldero recogió el reconocimiento en nombre de su madre.

María Corrales, presidenta de AMAL

Oti Cabello, por OCARAMA


Diego tras agradecer el reconocimiento, de fondo la imagen de su madre.

Diego y su mujer a la salida del acto

Diego entrega a su madre el diploma y el ramo de flores.

AMAL, junto a la organización

AMAL, a la salida del acto

OCARAMA con la organización

OCARAMA a la salida del acto.


Juan Cabezas.