Historias de Bonilla “El Pecas”: Un cambio irreversible

Al volver la vista atrás


Han pasado los años; diez, exactamente. Santa Cruz ha cambiado mucho: ha cambiado el pueblo, ha cambiado la escuela… y también el trabajo en el campo. Hay ahora más maestros, pero menos alumnos.

 

 Hay más casas, pero menos habitantes. Y es que la emigración, como en tantos otros pueblos, alejó amigos, separó familias… creó nuevos problemas para poder dar solución a otros.

 La familia de Bonilla ha permanecido en el pueblo. Con mucho sacrificio por parte de todos, es verdad, pero aquí siguen. Hace unos años su padre compró un carro, un carro de lanza (qué ilusión le hacía a Bonilla cuando era niño). También compró el mulo de Antonio Márquez, que emigró a Barcelona. Y se quedó con su labor.

 Las faenas del verano se agilizan bastante. Preparado el carro con sus ocho estacas, un par de viajes son suficientes para tener una parva en la era. Bonilla es siempre el carrero. Y se siente importante con su látigo al cuello y conduciendo a las bestias con la madrina. Se acabaron los viajes para encerrar el grano y las guardias en la era: los sacos (ahora no envasan en costales) van todos de una vez en el carro. A finales de verano se le pone la red para meter la paja. Y vaya si hay diferencia de con los herpiles.



 Pero el carro del padre de Bonilla será sólo una breve etapa intermedia en el salto hacia la mecanización definitiva del campo. Carros y yuntas serán sustituidos por tractores y cosechadoras. La figura del “pintaor”, la del escardador, la del segador, desaparecerán para siempre de los campos de Santa Cruz. Y el trillo, el bieldo o el ubio dejarán de ser instrumentos de trabajo para convertirse en piezas de museo.


Vocabulario
Bieldo (“bielgo”): Utensilio de madera para aventar. Consta de un mango largo y un palo corto travesero en el que se incrustan seis u ocho dientes. La bielda (“bielga” es más grande y se utiliza para remover la paja.
Carrero: Persona que conduce las bestias que tiran del carro.
Carro: Carruaje formado por un bastidor y varales. Tiene dos ruedas y puede tener lanza o varas.
Costal: Saco de lona estrecho y largo.
Estaca: Palo afilado en un extremo para clavarlo. En el carro son largas y van sujetas a los varales; su parte afilada es la superior para pinchar en ellas las gavillas.
Era: Espacio plano donde se trilla y avienta. Puede ser empedrada o de tierra.
Escardador: Quien escarda.
Herpil: Envase para la paja hecho de soga formando red de malla ancha.
Látigo: Vara con cuerda en un extremo para arrear a los animales.
Madrina: En las guarniciones del carro, correa que se une a la jáquima de ambas bestias y sirve para que el carrero pueda conducirlas.
Parva: Mies extendida en la era para trillarla.
Pintador (aquí, “pintaor”): El que pinta (siembra a golpes).
Red: Malla de soga que se pone al carro para transportar la paja.
Saco: Envase de lona o esparto (más recientemente, también de rafia o plástico).
Segador: Quien siega.
Trilla (o trillo): Artilugio para trillar. Sus partes esenciales son las ruedas con cuchillas y el tablero. Suele tener un asiento y, a veces, un sistema de seguridad para desenganchar rápidamente en caso de emergencia.
Ubio: Yugo para tirar del arado.
Yunta: Conjunto de dos bestias que, juntas, tiran del carro o del arado.