Acción de gracias

La otra mirada


Efectivamente, me refiero a esa fiesta.

 Que a los pavos no les debe hacer ninguna gracia, pero en la cual todos los norteamericanos, canadienses y sus vecinos del sur, se unen en una fecha determinada a cenar en amor y compaña, con parientes y amigos. Yo doy la idea de celebrarla también; igual que ya hemos aceptado la celebración de Halloween, no hay motivos para no hacer lo mismo. Excepto que tal vez recuerde demasiado a la cena de nochebuena, con sus cuñados y todo, oiga.

 Pero sí que tengo el firme propósito hoy, esta noche mismo, de dar gracias, como en la canción de Violeta Parra, a la vida, por mis padres, hermanos, amigos, libros que he leído, canciones que he escuchado, parejas que he tenido, parejas que no he tenido. Porque todos ellos me han hecho ser como soy y debo decir sin falsa modestia que estoy contento de haberme conocido, pero mucho más contento de haberos conocido a vosotros.

Tengo la suerte de vivir en un país medianamente próspero y civilizado en el cual se ha conseguido que a lo largo de los años haya sido posible ir a un Centro de Salud excelente y no a la pensión de Tere “La Perra”
 Sin duda debe pensar el lector que haberme conocido a mí mismo sea poca cosa para dar gracias, pero, “no se vayan todavía, que aún hay más”. Tengo la suerte de vivir en un país medianamente próspero y civilizado en el cual se ha conseguido que a lo largo de los años haya sido posible ir a un Centro de Salud excelente y no a la pensión de Tere “La Perra”, lugar donde este que les habla, o les escribe, tuvo que ir una noche en busca del médico, médica en este caso, de guardia. Hoy, o si no hoy, hace unos días, me bastó una llamada al número de emergencias, el 061 para que desde allí se activara el protocolo preciso para resolver el asunto. Gracias a la vida. Y a los profesionales de la salud de la Comarca de Alhama que desde quien atiende al control a las enfermeras, pasando por loes técnicos de emergencias sanitarias o lo médicos y celadores dan lo mejor de sí mismos en unas condiciones de trabajo realmente difíciles por la pandemia, sí, pero también por los recortes en sanidad de los gestores de la Junta de Andalucía. Que no es la primera vez que veo a una enfermera atendiendo a paciente de cuatro consultas. Y sin perder la compostura ni, creo, la sonrisa. Que se le nota en los ojos.

 Pero lo que hace que prodigue gracias a la vida es que el Romano Pontífice diga alto y claro lo que este pobre opinador lleva expresando desde siempre: Renta Básica Universal y lucha contra la pobreza. Sí, me refiero y creo Francisco también, a eso que otros llaman paguita como forma de criminalizar a quien por no poder acceder al mercado de trabajo y haciéndosela muy cuesta arriba dejar a sus hijos sin comer, debe apelar a la solidaridad, que no a la caridad.

para que los empresarios encuentren trabajadores lo que tienen que hacer es pagar sueldos decentes y ofrecer condiciones de trabajo aceptables
 Y ya que ha salido el tema de criminalizar a los parados que están parados porque no quieren trabajar, que trabajo hay; no puedo por menos de dar gracias a la ministra de trabajo por decir públicamente y de forma clara y concisa que para que los empresarios encuentren trabajadores lo que tienen que hacer es pagar sueldos decentes y ofrecer condiciones de trabajo aceptables. Lo que vende el trabajador, su fuerza de trabajo, es suya (ahora hablo yo, no la ministra) y tiene todo el derecho del mundo a no venderla por debajo de un mínimo decente, al menos lo estipulado por la ley y el convenio del ramo específico. Trabajar por debajo de ese mínimo sólo lo admito en caso de extrema y urgente necesidad. En esto coincido con el catecismo católico que establece que robar en caso de urgente necesidad no es pecado. Ojo, no es pecado, pero sigue siendo delito y ya vimos que la ley está hecha para los robagallinas.

 No sé si con pavo, con pollo frito o con un par de huevos de la Granja la Jameña Huevos Camperos, con ajos, fritos en aceite de Alhama y con un pan, también de Alhama, pero yo este año celebro el Día de Acción de Gracias. Que motivos no me faltan.

 Y si eso, el año que viene igual celebro Halloween. A ver si la pandemia me deja hacerlo con tranquilidad.