La comparsa “El Pitorreo” recibe presiones para que cambie una de sus letrillas

Carnaval


Es la primera noticia que tenemos de un acto de estas características desde que al comienzo de la década de los 80 se recuperara el Carnaval de Alhama.


Imágenes de los ensayos de El Pitorreo para el Carnaval 2012




¿Un carnaval con censura?

 El hecho es muy grave en sí, y por distintas razones. No entramos en valoraciones de la letra en cuestión, ni tan siquiera si la corrección pretendida es adecuada o no, no se trata de eso, se trata simple y llanamente de la injerencia en algo que se entiende desde siempre libre y de expresión popular, y que deja de manifiesto varias cuestiones que no son precisamente desdeñables.

 Por un lado, y para que el interesado se enterase es porque alguien de la comparsa se ha ido de la lengua, y ha ido con el cuento de algo que se supone se debe llevar con cierta discreción, no cabe duda de que en una gran parte el Carnaval es también sorpresa.

 Por otra parte las letrillas del Carnaval no son verdad ni mentira, ni tienen que reflejar una realidad ni dejar de reflejarla, el Carnaval es claramente una caricatura de nosotros mismos, de nuestro entorno y de nuestras circunstancias, y como en toda caricatura es una deformación humorística de hechos y acontecimientos que un grupo de amigos le añade un “lequillo” que divierte al personal tras haberse llevado meses de ensayo combinando letra y música.

 Quien quiera conocer noticias tal y como han pasado que se compre el periódico, vea o escuche los informativos (aunque también en esto depende cual), porque el Carnaval no es eso ni lo pretende, el día que sea eso se habrá acabado como tal. El Carnaval es, ante todo, libertad.

 Y esto es grave porque no es una cuestión cualquiera, puede ser el comienzo de una enfermedad más grave, una epidemia de gripe comienza con un simple estornudo, y desde hace algún tiempo también se ha empezado a notar una pérdida de libertades en los menos afines al pensamiento único y a los que se resisten a admitir que la culpa de la crisis (que tantos réditos políticos les está dando a algunos) sea de los trabajadores y se actúe contra ellos en la pérdida de derechos adquiridos.

 Ya en otra ocasión la comparsa “El Pitorreo” pasó por una situación parecida, pero en aquella ocasión fue el fanatismo religioso quien se encargó de liar el revuelo, aunque aquí no fue por una letrilla, si no por la escenografía, y esto ya fue en pleno Carnaval.

 Si cosas de estas se permiten ¿qué será lo siguiente, pasar las letrillas por censura previa?, ¿te echo a la calle si no eres de los míos, no me has votado o tengo alguna duda?. Desgraciadamente vivimos en un país donde parte de la derecha se sigue identificando con el franquismo, y además de no condenarlo y de seguir exhibiendo símbolos e imaginería franquista sí persigue a quienes intenten otra cosa. El caso de los últimos días es evidente.

 Hemos visto, en los últimos años, como se cerraba CNN+ para poner Gran Hermano, como Cuatro ha sido absorbida por la telebasura, La Sexta por Antena3 que precisamente nada tiene que ver con los definidos como progresistas, y ahora… ¿intentarán la fusión de “El Pitorreo” con los “Coros y Danzas”?.

 En nuestra mano, y de querer seguir siendo personas libres, está el seguir defendiendo la libertad, la igualdad y la justicia, pero hay que trabajar por ello, porque a la mínima, al igual que los derechos laborales, intentarán recortarla. De nosotros depende.



 La Cueva el pasado año 2011. Este año no contaremos con ellos

Este Carnaval sin “La Cueva”

 Qué duda cabe que se le echará de menos. Más de treinta años dándole prestigio y caché a nuestro Carnaval no es cualquier cosa. Lamentablemente la más veterana de nuestras murgas no sale este año. Diversas son las cuestiones, desde la cada vez más dificultades para encontrar componentes, hasta el cansancio acumulado, como cierta falta de ilusión. Esperemos que sea una cuestión pasajera y se vuelva a contar con ellos en los próximos carnavales.

 De esta forma se afronta lo que en pocos días debería ser la fiesta más genuina y turística de los alhameños y, que desde que fue declarada de Interés Turístico Andaluz, hay que cuidarla al máximo.