Antes, durante, después: Recuperando la memoria de Alhama

Libros y publicaciones

 
 Represión franquista en Alhama de Granada es el subtítulo del libro presentado por Juan Antonio Olivares Abad en la tarde-noche del jueves 20 de octubre.



 Esta vez sí pudo ser en el salón de actos del ayuntamiento de nuestro pueblo y allí muy poco después de las siete de la tarde, daba Ámala Fernández la bienvenida a público y participantes en este acto de presentación del libro “Antes durante después. Represión franquista en Alhama de Granada”. Acompañaban al autor en la mesa José Chamizo, y Juan Hidalgo Cámara, antiguo defensor del pueblo de Andalucía el primero y conocido de Alhama; e investigador sobre la justicia militar en Almería y Granada durante el franquismo y asesor de Juan Antonio para el libro, el segundo.

 Después de la bienvenida a los asistentes y de dar lectura a amplias biografías de los presentes por parte de Ámala, José Chamizo dio comienzo a su intervención con unas palabras del filósofo Emilio Lladó “Ser es esencialmente ser memoria”, para proseguir en el sentido de que destaca en el libro especialmente su contribución a la recuperación de la memoria, que se está haciendo desde abajo y pese a la falta de colaboración institucional. En este aspecto, resaltó Chamizo que este libro da voz a la gente sencilla del pueblo. La segunda cosa, que, según el anterior defensor del pueblo, cabe destacar en el libro presentado, es que muestra la realidad andaluza y española y de la depauperada clase trabajadora del campo de la época, que acogió con esperanza la República que comenzó a legislar para aliviar en parte las situaciones de profunda injusticia, legislación a la que se opusieron los poderosos, que a través de la Guardia Civil y de la Iglesia contaban con potentes instrumentos para oponerse a cualquier cambio. Naturalmente esto llevó a una serie de conflictos y enfrentamientos entre jornaleros y caciques que culminó con el golpe militar y una represión demoledora, preventiva y paralizante.

 En aquellos lugares en los que el golpe de estado militar no triunfó se produjo el caos, continuó su intervención José Chamizo, con el pueblo echado a la calle y actos de violencia contra elementos derechistas, algunos de los cuales se recogen en el libro presentado, especialmente después de que la aviación franquista bombardease Alhama y la presencia de militares en Málaga.

 En su intervención también se refirió a la “desbandá” y la huida por la “carretera de la muerte” y la entrada el 23 de enero de 1937 de los franquistas en Alhama lo que dio comienzo a la represión y el silencio. “Parece mentira que aún queden personas enterradas sin que las autoridades hagan nada”. En este libro está recogido todo lo que sucedió en Alhama.

 Juan Hidalgo prosiguió con el acto de presentación con los agradecimientos de rigor y comentando que lleva muchos años investigando los hechos de una guerra que perdieron todos. Ya desde los primeros momentos de la República hubo intentos de derrocarla, como el fallido golpe de estado del general José Sanjurjo del 10 de agosto de 1932 o pucherazos electorales en algunos pueblos que hicieron necesario repetir las elecciones.

 Sobre sus investigaciones contó que ha estudiado más 200 pueblos de la provincia de Granada y que lleva 20 años haciéndolo, en este libro se recogen únicamente los hechos de Alhama porque los de la Comarca entera hubiese sido imposible. Destacó Juan Hidalgo que aún hoy día existe miedo entre la gente de más edad de hablar sobre lo sucedido en la guerra.

 Sobre el libro afirmó que el día que lo llamó Juan para preguntarle que si tenía datos sobre una tal Angustias Medina, con esa llamada comenzó su amistad con el autor, cuyo libro ahonda en las miserias de lo que pasó en los pueblos por la represión que se hizo con directivas del general Mola en las que daba “instrucciones con la dureza con la que se tenía que actuar”.

 Se refirió también a anécdotas recogidas en el libro sobre la “corría” que llegan al alma.

 Como detalle citó el número de los represaliados en Granada, que ascendió a 25.000.

 Finalizó comentando que la guerra la perdimos todos y que el libro, que es un magnífico trabajo, le había encantado.

 Apabullado se mostró Juan Antonio Olivares ante las anteriores palabras y ante lo que supone una novedad para él. Continuó contando que no hay agradecimientos específicos en el libro, y que Juan Hidalgo es el maestro que dirige al becario. Sí quiso agradecer a Paco Moyano y su familia las atenciones recibidas en sus visitas a Alhama.

 Y de Alhama contó que, siendo niño nacido en Tarrasa, por la época casi todos sus compañeros veraneaban en “el pueblo” y que él preguntó una vez a su madre, si ellos “no tenían pueblo”, la respuesta fue “pregúntale a tu padre” la respuesta del padre “si el pueblo fuese mío, lo vendía”.
 
 Su primera venida a Alhama fue en el año 1971-72 con su novia y las primeras conversaciones con su primo Alfonso Olivares sobre la familia y, sobre todo sobre la niñez de Alfonso (la corría, los bombardeos de la carretera de Almería) le pusieron en antecedentes sobre el tema de su libro. Siguió contando que la madre de su padre estuvo en la cárcel y eso por aquel tiempo era un estigma (su expediente penal estaba en Málaga), “mi abuela y ochenta mujeres más desde septiembre de 1938 y hasta octubre de 1939 fueron llevadas a diversas cárceles del norte de España”.

 Juan Antonio Olivares aprendió a escribir con los apodos de Alhama que su padre le hacía relacionar.

 En cuanto al origen del título obedece a que los encausados debían responder con exactitud lo que habían hecho antes del “Alzamiento Nacional”, durante el mismo y en cuanto al después, al futuro, estaba en manos de los jueces militares que juzgaron a todos los represaliados con tres códigos militares. Después del 18 de julio se impuso por parte de los vencedores la idea de crear la opinión de que los vencidos eran todos rojos, sin matices de ningún tipo, pese a que eran gente muy normal y sencilla pertenecientes a distintas ideologías políticas, sin embargo, la imagen que se dio (y que aún se sigue dando por parte de algún autor) era la de “hordas marxistas”.

 Sin embargo, era gente con un gran deseo de culturizarse y muchos de ellos fueron juzgados por el simple hecho de dar clase en la escuela.

 En cuanto a lo que concierne a la cuestión de la violencia en nuestro pueblo, que es el ámbito geográfico concreto que abarca el libro, de que “unos provocan la violencia y tiene profesionales de la violencia y otros tenían que defenderse de esa violencia”. Los vencedores accedieron al poder y se mantuvieron en él por medio del terror. Ese terror destrozó infinidad de familias, que se convirtieron en los olvidados de la historia. El golpe trajo al país épocas oscuras y quienes lo trajeron a pesar de llamarse “personas de orden y de moral cristiana” se olvidaron por completo de esa moral. El libro recoge el papel de algunos curas en esas fechas.

 Recordó el autor que Azaña en 1938 hablo de “paz, piedad y perdón” mientras que Torcuato Fernández Miranda tras el asesinato de Carrero Blanco dijo “Hemos olvidado la guerra, pero no la victoria”.

 En cuanto a la Transición “en todos los países de Europa se luchó contra los fascistas y se honró a los que lucharon contra ellos, en España se optó por la amnesia sobre los represaliados y ya ha llegado el momento de iniciar el tercer periodo democrático y recuperara la memoria histórica, de recordar a víctimas y verdugos, cada uno por lo que hizo.

 En Alhama, por cada mil personas, 36 fueron encausadas y, se pregunta el autor “¿Cómo se cuantifica el dolor de las familias?

 Es el momento, concluyó el autor, de sacar a los muertos de las cunetas enterrar a los muertos y que hablen los aterrados.

 Posteriormente se dio la palabra al público y en el turno de preguntas se dijo que es un libro importante que aporta documentación, de la perversión del lenguaje que habla de “represión” y no de “terrorismo”, “purgas” o “genocidio” y José Chamizo retomó la palabra para recordad que “ha calado entre la gente con peor información que la República fue el caos “y que “la situación avanza hacia una estructura fascista en Europa si no luchamos para evitarlo”.

 Posteriormente se pasó a la proyección de una presentación con diferente material fotográfico la época de la República y la Guerra Civil

 Finalizó el acto con el agradecimiento de Ámala Fernández a los presentes y el recordatorio de que caso de no encontrar el libro en las libreras de Alhama, se puede comprar en “La Seguiriya”, tras lo cual Juan Antonio Olivares Abad firmó ejemplares de su libro.


































El libro está a la venta en La Seguiriya