La peluquera alcaldesa

El Turro


“El mérito de un político es ganarse a la gente que no le ha votado”. La alcaldesa pedánea de El Turro quiere mejorar el nivel cultural de sus 370 vecinos y sacar a su pueblo del anonimato.  (En la imagen Emilia Calvente, alcaldesa de El Turro)

05/12/2005.- La primera vez que hablé con la alcaldesa pedánea de El Turro fue por teléfono. Su voz juvenil y entusiasmo me hicieron creer que se trataba de una mujer mucho más joven de lo que indica su DNI. Así se lo comenté cuando asistí a la presentación del “primer libro” de su pueblo donde no podía ocultar su doble satisfacción. Por un lado, al presentarse en público una recopilación de historias, canciones y recetas tradicionales. Por otro, al haber conseguido reunir a varios políticos de ámbito provincial  en un acto inusual en su pequeña localidad de 370 habitantes. “Es que hasta en Diputación ignoran donde está El Turro”, me comenta con cierta tristeza antes de destacar la mucha importancia que le concede a la cultura.  Esta pedanía de Cacín se encuentra en la comarca de Alhama y es conocida en el mundo artístico por sus canteras de las que salieron las imponentes columnas del palacio de Carlos V. 

Familia numerosa

Emilia Calvente Romera nació en El Turro en junio de 1951 en el seno de una familia numerosa de ocho hermanos. Afirma sin dudar que el mejor recuerdo que tiene de su padre es que “nos crió muy bien, nunca me pegó”.  La precaria situación económica familiar hizo que desde muy joven, al igual que muchos turreños y turreñas, tuviera que emigrar. “Nos íbamos a Tarragona a la vendimia donde nos tirábamos 40 días comiendo “papas asás” en el fuego para poder traernos entre mi hermano y yo unas 50.000 pesetas,” indica. Así estuvo cinco años antes de iniciar otra etapa trabajando en los hoteles tarraconenses durante tres veranos. “Aquí nos explotaban una barbaridad pues por una miseria dábamos más horas que un reloj”. Con 21 años aprovecha los meses sin trabajo para realizar un curso de peluquería del PPO en la granadina calle Tablas. Ello le permite desempeñar este oficio durante cuatro lustros en hoteles de Gerona. La avanzada edad de sus padres, afectados de Alzheimer, le obliga a regresar a su pueblo. Pero no vuelve sola pues lo hace como madre soltera de una niña de tres años. Durante bastante tiempo se dedica exclusivamente al cuidado de sus padres y a la crianza de ésta. Sus inquietudes sociales le empujan a participar en política haciéndolo de la mano de Isauro González en las filas de Izquierda Unida.

Virtudes y defectos

Hace dos años, en una de las visitas a su madre enferma el actual alcalde de Cacín, José Fernández Guerrero, le invita a integrarse en la candidatura socialista de este municipio. Reconoce que “no tenía ganas pero me gusta mucho porque puedes ayudar a la gente de tu pueblo”. Esta convicción y la tradición paterna le hace aceptar la propuesta (también le habían tirado los tejos IU y PP)  pues su progenitor fue militante socialista. Los resultados son pobres pues el número de abstenciones fue muy alto. Cuando asume la alcaldía de El Turro la primera sensación es que “hay mucho en que trabajar y muy poco dinero”. Tiene muy claro que su  prioridad es “meter la cultura”. En los dos años de mandato ha puesto en marcha la biblioteca, recuperado el carnaval, organizado dos semanas culturales y presentado el libro de la Escuela de Adultos. También considera imprescindible el embellecimiento y arreglo de todas las calles incluida una nueva red de alcantarillado pues la actual cuenta con más de 30 años de antigüedad. Reconoce que los dos sectores que más le preocupan son la mujer y la juventud. La primera por la falta de expectativas laborales y los jóvenes por su poca implicación en la vida del pueblo. Un defecto de Emilia: “me gustan las cosas muy rápidas y en las administraciones todo va muy lento”. Una virtud: la sinceridad y la humildad. “Agradezco que me digan las cosas a la cara. Si me he equivocado, pediré perdón”.  Uno de sus lemas: “el mérito de un buen político es ganarse a la gente que no le ha votado”. Y eso es lo que ella intenta diariamente al tiempo que sueña con mejorar las condiciones sociales y laborales de sus vecinos y la salida del anonimato de su pueblo.