Nueva economía; El maná rojo

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La facturación de tomate cherry en la zona de los Ríos rondó los 400 millones de pesetas (2,4 millones de €uros).
 


Diciembre de 2000.- Según datos facilitados a ECONOMÍA IDEAL por el director de la Caja General de Ahorros de Arenas del Rey, Álvaro Fernández Molina, durante la campaña del 2000, la producción de tomate cherry en la zona de los Ríos (Arenas del Rey, Fornes, Játar y Jayena) ha rozado 1,5 millones de kilogramos lo que ha supuesto una facturación aproximada de unos 400 millones de pesetas dado que el precio medio del kilo de tomate cherry ha estado en torno a las 250 pesetas. La práctica totalidad de los 40 agricultores han comercializado su producción a través de La Palma Sociedad Cooperativa Andaluza, de Carchuna (Granada), quien además les facilita la adquisición de la planta, fertilizantes y productos químicos necesarios.

El gran salto en el cultivo de esta variedad de tomate se ha producido en el año 2000 en el que se han pasado de cinco a más de 25 el número de hectáreas cultivadas. Los 200.000 metros cuadrados nuevos de invernadero bajo malla han supuesto una inversión cercana a los 175 millones de pesetas. En la extensión del cultivo ha desempeñado un papel fundamental la Caja General de Ahorros de Granada que ha organizado y financiado desde 1998 tres jornadas del tomate cherry en las que se han celebrado coloquios con técnicos agrícolas, distribuidores de productos, constructores de invernaderos, así como desplazamientos a Carchuna para conocer las instalaciones de la cooperativa La Palma. Esta cooperativa ha adquirido unos terrenos en el paraje de La Colonia para la construcción de una nave para la preparación y pesaje de los tomates.

Álvaro Fernández afirma que en la comarca no existen otras alternativas a la agricultura tradicional (almendro, olivo, verdeo) por lo que su desarrollo económico “parece estar muy vinculado al éxito de los nuevos cultivos, intensivos en mano de obra, y que, por la climatología de la zona, permiten cosechas una vez finalizada la campaña de la costa, que posibilitan a estas grandes empresas exportadoras el suministro de productos a sus cadenas de distribución de alimentos”. En estos municipios la campaña suele prolongarse de agosto a noviembre, iniciándose la plantación a principios de mayo.

Por su parte García Infante e hijos, S.L. ha comercializado este año la producción de cuatro agricultores y ha organizado, en colaboración con la Caja Rural, otra reunión informativa en el ayuntamiento de Fornes para ampliar el número de cultivadores.

Progresiva implantación



El tomate cereza o enano, más conocido por su acepción inglesa como tomate cherry se introdujo por primera vez en esta zona hace cuatro años. La climatología favorable, la zona disfruta de un microclima especial en los meses estivales, así como la abundancia de agua han favorecido su implantación progresiva. En 1997 fueron tres los agricultores pioneros que construyeron los primeros 5.700 metros cuadrados de invernadero bajo malla-raspa y magadó. Un año más tarde se duplicó el número de agricultores y de extensión cultivada, en tanto que en 1999 el número de agricultores aumentó a 17 y la superficie cultivada a 45.000 metros cuadrados. Este año han sido más de 40 los agricultores y la superficie nueva se ha elevado otras 20 hectáreas lo que supone una superficie total invernada por encima de las 25 hectáreas.

Para el próximo año es posible que se duplique la extensión pues ya hay nuevos invernaderos preparados y otros en vía de construcción, especialmente en Fornes y Jayena. Este cultivo se ha convertido en el nuevo maná en una zona muy castigada por el desempleo en la que está evitando la emigración temporal a la hostelería balear, e incluso el retorno de algunos emigrantes. Los principales consumidores de este producto son los ingleses aunque poco a poco se está abriendo paso en otros mercados europeos, incluido España en donde cada vez son más las recetas que incluyen este tomatito.

Historia de un pequeño tomate

Aunque en la zona de los Ríos el cultivo bajo malla del tomate cherry (Lycopersicon esculentum) se inicia en 1997, lo cierto es que llegó a España a finales de la década de los 70. Sus principales características son el escaso tamaño de sus frutos y su sabor dulce y agradable. El tiempo que transcurre desde su plantación hasta la recolección oscila entre los dos y tres meses, pudiendo continuar hasta 180 días o más. La densidad de plantación en esta zona es de cuatro plantas por metro cuadrado que al final de temporada habrán producido en torno al kilo y medio de tomate.

Este cultivo requiere mucha mano de obra pues además de su plantación necesita otras operaciones manuales como la poda para que quede con uno o dos brazos, el destallado que suele realizarse a partir de décimo día y el entutorado con hilo de rafia para sujetar la planta a partir de los 15 ó 20 centímetros de altura. Otros trabajos necesarios son la polinización con la aplicación de viento o colmenas de abejorros, el abonado o riego, el deshojado, el pinzamiento de los brotes terminales,... En Granada en el año 2000 se han producido más de 25 millones de kilogramos de este tomate, de ellos 1,5 millones de kilogramos en la zona de los Ríos que se han exportado a distintos países de la Unión Europea, principalmente Inglaterra, lo que ha supuesto un aumento del 30 por ciento respecto a la anterior campaña. En muchos restaurantes podemos encontrarlos en recetas fundamentalmente de ensalada y también suele ser habitual acompañante de la merienda escolar. Un último secreto: el tomate cherry se debe comer de un solo bocado para evitar mancharse la ropa.