Yo tampoco podré pagar el impuesto de sucesiones



Y ya me gustaría a mí heredar más de esos 250.000 euros, que me obligarían a pagar dicho impuesto.

 Aclaro por anticipado que no tengo ninguna prisa en heredar ni esa cantidad ni ninguna otra que me pueda corresponder, pero que si entro en materia es porque creo que, en política, aunque se puede hacer todo, no todo es lícito o al menos moral y ético.

 Y últimamente estamos asistiendo a la campaña de desgaste de la Junta de Andalucía desde dos frentes bien distintos: El de los dos hospitales, Granada tiene dos ríos y quiere dos hospitales; en este asunto no voy a entrar hoy. El otro dardo que se arroja es el del impuesto de sucesiones. Impuesto con el que sí que estoy de acuerdo, igual que lo estoy con el de la plusvalía que graba por parte municipal el mismo hecho, o los mismos hechos de aumento del patrimonio por parte de los herederos.

 Pero dije líneas arriba que todo se puede hacer en política, pero creo que manipular, desinformar , mentir y usar todo eso como argumento con ser posible es , como mínimo, “pringoso”, si me permite la expresión. Y en el tema del impuesto de sucesión se viene mintiendo o no diciendo toda la verdad, que viene a ser casi lo mismo, por no decir que peor.

 Hasta ahora el límite para no pagar el impuesto de sucesión era de 175.000 euros por heredero, con los cambios que se han hecho dicho límite pasa a 250.000 euros exentos y entre 250.000 y 350.000 y los primeros 200.000 están también libres de esa carga fiscal. La vivienda habitual también está exenta del pago del impuesto de sucesión si en los últimos dos años se ha convivido en ella.

 En cuanto a las explotaciones agrícolas están prácticamente exentas, concretamente el 99 % del valor queda exento del pago de las empresas agrícolas individuales, aun cuando dicha actividad no constituya la principal fuente de ingresos del fallecido.

 En lo que respecta a esas informaciones que han corrido por grupos de wasap y redes sociales de familias humildes a las que la Junta les valora sus bienes inmuebles en una cantidad a todas luces desproporcionada, unos minutos de navegación por google bastan para descubrir que lo que hace la Junta de Andalucía es aplicar un coeficiente al valor catastral para estimar el valor real del bien inmueble. Como referencia señalo el porcentaje al valor catastral aplicable en lugares con los que tenemos vecindad geográfica:

- Granada: 2.11
- Loja: 1.32
- Alhama: 1,74
- Santa Cruz del Comercio: 2,69.

 Es decir que el valor catastral del inmueble se multiplicaría por 1,74 en el caso de Alhama y a esa cantidad se le aplicaría, en su caso, el 7, 65 en las cantidades más bajas o el 35,50 en casos de cantidades próximas a los 800.000 euros. Como es sabido el valor catastral resulta muy inferior al valor real, con lo cual el llegar a los 175.000 de antes de los cambios o a los 250,000 de ahora por heredero, aclaro lo de por cada heredero, es bastante difícil en economías humildes. Caso distinto es el da la plusvalía municipal que sí se aplica al valor real del inmueble y cada ayuntamiento lo aplica teniendo en cuenta diversas variables y que suele ser lo que sí puede suponer en algún caso problemas para afrontarlo.

En todo caso basta con repasar la prensa para que quede bastante claro que en Andalucía muy pocas familias rechazan las herencias por no poder afrontar el impuesto de sucesión, que tampoco es la comunidad que más recauda por este concepto algo más de 300 millones de euros el año pasado, mientras Madrid recaudó 545 millones. En 2014 se tramitaron en nuestra comunidad 48.225 herencias de las cuales hubo 5.916 renuncias. Todo esto se puede leer en la prensa digital y no es nada que yo me saque del magín.

 Legítimo es querer desplazar del gobierno de la Junta de Andalucía a quien ahora lo ocupa, pero lo que al menos a mí, me parece indigno de personas honestas es apelar a la manipulación o la mentira para alcanzar ese objetivo. Y me resulta más que evidente que eso es exactamente lo que se está haciendo con el asunto del impuesto de sucesión que, en palabras de una conocida presentadora de televisión, nada de izquierdas: “Ahora lo digo de verdad. Yo estoy a favor de que no haya impuesto de sucesiones evidentemente porque me viene mejor, pero esto se ha organizado también un poquito para darle a Andalucía, Extremadura y Asturias” (ver aquí)

 Por otra parte, quien con alguna frecuencia me ha leído sabe que aspiro a una sociedad en la cual las barreras, dificultades e impedimentos que para el disfrute de una vida digna y decorosa hay sean arrasadas por la acción niveladora del Estado. Entre la pobreza obscena que muchos sufren y el lujo, también obsceno del que muy pocos disfrutan debe existir un término medio para llegar al cual es indispensable que quienes más tienen, más tributen, algo en lo que incluso el ministro Montoro, que no es precisamente de izquierdas parece estar de acuerdo conmigo.