En el nombre del padre



 Me había hecho el firme propósito de no escribir más sobre el actual presidente del gobierno español, sobre todo porque creo que he escrito bastante sobre sus luces y sombras.

 Pero el descubrir una faceta en él no por sospechada menos encomiable me hace dejar de lado mi firme propósito para loar la decisión de Rajoy hijo de atender las necesidades de Rajoy padre y ahorrar a la familia unos 3.600 euros de gasto mensual, cifra a la que evidentemente el señor Rajoy padre no puede hacer frente con su pensión. Estimando que como juez jubilado cobre la pensión máxima de la Seguridad Social, que para este año es de poco más de 2.560 euros. En el nombre del padre y para su asistencia completa las 24 horas del día el hijo ha contratado a cuatro personas, ha trasladado al autor de sus días a la Moncloa y allí seguramente le prodigará el cariño que sin duda merece.

 Lo que ya no me parece tan loable es que lo haga pagando con cargo a los gastos de la Moncloa. Creo que con su sueldo de 70.000 euros anuales, poco más de 5.800 euros mensuales y teniendo en cuenta que la casa, la comida, la luz, el agua y todo lo demás se lo pagamos, también, nosotros, podría hacer frente de su dinero personal a los gastos que el cuidado de su padre requiere. No sé si es legal o no lo es, pero sí sé que no es ético que quien deja sin atender a 421.000 dependientes les haga pagar a esos mismos dependientes, o a quienes los cuidan, parte de los cuidados del bien atendido señor Rajoy padre. Mucho menos lo es si consideramos que hace tiempo que el hijo alardea de lo bien que está España después de su gestión y de los esfuerzos a los que nos ha obligado a todos los españoles o, mejor dicho, a casi todos los españoles.

 El video de la España en la UCI en estado crítico, salvada gracias al buen hacer del equipo médico es, además de pésimo gusto y un plagio, una evidente falacia. Una de dos, o España no está realmente tan bien cuando no hay dinero para atender a los 421.000 españoles dependientes que aún esperan la ayuda del gobierno o al presidente Rajoy le importa muy poco el sufrimiento de los españoles que no sean de su círculo más íntimo. Existe una tercera posibilidad, que en mi opinión en la real y es que se produzcan las dos situaciones, es decir que tras el gobierno del actual presidente España esté poco más o menos igual que como la encontró, y que eso a él le dé casi igual. No da señales de muchas luces, eso es algo que he repetido bastante aquí mismo y no creo que tenga la empatía suficiente como para ponerse en la situación de un dependiente, de un parado de larga duración con las prestaciones agotadas o de una de las familias que tienen que acudir a organizaciones benéficas para comer.

 Y estas son situaciones que se producen por esos esfuerzos que el gobierno pide a los ciudadanos para salir de la crisis, son fruto de las políticas neoliberales llevadas a cabo por el gobierno de este hijo ejemplar pero mediocre presidente de gobierno.

 Estamos en precampaña para las generales y ya están con la cantinela de que estamos muy bien y si vienen otros sin experiencia, que ni siquiera han sido concejales (palabra de Rajoy) corremos el riesgo de volver a donde estábamos. También han dejado claro que Rajoy es intocable cara a posibles pactos electorales, lo cual me parece estupendo en el nombre del padre, pero en el nombre de todos los españoles, incluso de muchos españoles que creen en las políticas que la derecha lleva a cabo, una equivocación.

 A mí personalmente me da igual, pero creo que se equivoca el Partido Popular en seguir con Rajoy como figura paterna y cabeza de cartel. Seguramente tiene que haber gente mucho más capaz que él en ese partido. Porque lo que está claro es que debería ser compatible el bienestar del padre del presidente del gobierno con el del resto de los españoles, incluso aquellos que no le hemos votado pero para los cuales también tiene que gobernar.

 No basta con ser el mejor de los hijos si no se es, también un buen presidente del gobierno con todo lo que ello implica de trabajo y servicio por el bien común, y Rajoy hijo no da la talla.