Podemos mejorar

 Durante todas estas miradas he venido insistiendo en que estamos mejor que hace unos años, a pesar de todos los problemas que aún quedan pendientes de resolución, pero casi no he aludido a esos problemas que aun tenemos en Alhama y Comarca; tal vez por ser época de elecciones me apetece hoy tratar el tema de lo que queda por resolver o mejorar; no con la intención de que tomen nota los aspirantes a regir nuestro pueblo en los próximos cuatro años,  que seguro que  ellos conocen mejor que yo la realidad de nuestra comarca, sino con la de dejar constancia de que se que no vivo en el mejor de los mundos posibles, aunque el tono siempre optimista que empleo en estas reflexiones mías parezcan indicar lo contrario.

 El primer problema a resolver es evidente: Las comunicaciones que unen a nuestra comarca con el resto del mundo son francamente mejorables; es un hecho evidente que nuestras carreteras locales pueden y deben mejorar. Incluso sería deseable que hubiese una línea regular Alhama-Loja. Es una evidencia que en Loja están los juzgados de 1ª Instancia e Instrucción y que el hospital de alta resolución está donde está. De vez en cuando hay que ir a Loja y no es fácil para los que no tenemos vehículo propio. Tampoco ignoro que en tiempos en los que se habla de recortar gastos salir con un gasto mas es cuando menos, inoportuno, pero si se habla de necesidades, ahí está esa necesidad. Otras cosas se subvencionan, también.

 La radio que se nos fue, ignoro donde y como, pero nuestra Radio  Alhama es algo a recuperar, como ya deje escrito en la correspondiente mirada.

 En el turismo o en la gestión de los recursos turísticos se ha avanzado bastante pero siempre cabe mejorar y para ello los ciudadanos de a pie podemos ayudar simplemente con observar las normativas sobre desechos sólidos urbanos, una ciudad limpia es siempre más atractiva para quienes nos visitan que una ciudad sucia.

 El empleo estable y de calidad para todos es el  principal problema, no ya de la comarca sino prácticamente del mundo entero. Aquí no hay recetas milagrosas por mucho que se empeñen los poderes públicos en echarle imaginación a la cosa. Pero como las crisis son cíclicas, llegan y se van. Esta también pasará.

 La ganadería y la agricultura también arrastran sus propios problemas, que se resumen,  más o menos en que lo que reciben los empresarios como pago por sus productos, apenas da para cubrir gastos, mientras que esos mismos productos a la despensa del consumidor llegan notablemente encarecidos, pero ese problema tampoco es nuevo y tampoco parece de fácil solución.

 Y supongo que en los programas de las candidaturas que se presenten en nuestro pueblo, se incluirán aun más problemas que los que yo apenas  he esbozado, con las soluciones que proponen. Podemos mejorar.