El fantasma de Tom Joad

 “Mira, Tom…nosotros, nuestra gente, seguirá viviendo cuando esta otra haya desaparecido. Escucha, Tom, nosotros somos la gente que vive. No nos pueden borrar del mapa. Nosotros somos el pueblo, nosotros seguimos adelante”.

Jonh Steimbeck, “Las uvas de la ira”.

 Me han venido a la mente estas palabras que dice, Madre a su hijo Tom Joad en; en la magnífica película de John Ford, del mismo título las pronuncia al final, en el libro un poco antes. El parecido del título, “Las uvas de la ira” con los días de la ira celebrados por los pueblos de Túnez, Egipto, Libia, Bareín y otros de la zona ,así como el hecho evidente de que en estos países las palabras, escritas en 1939, resultaron proféticas. La gente, el pueblo de esos países ha dicho basta, no nos pueden borrar del mapa y seguimos adelante…

  Y como, desgraciadamente, en estos años últimos años tampoco hemos encontrado otra fuente de energía que pueda sustituir a petróleo ventajosamente, como el mundo es un pañuelo y el efecto mariposa es una evidencia; basta con que Libia este en vías de cambio, todos esperamos que para mejor, para que el efecto se deje sentir en Alhama; de momento en el límite de velocidad, después en el aumento de los precios y quién sabe si de los tipos de interés del BCE.

  Con todo, me alegro de que algunos países puedan salir de las dictaduras que durante tantos años han ayudado a sostener los gobernantes de la vieja Europa que, mirando a otro lado y silbando, para disimular han aceptado el oro negro que tanto necesitamos, y tanto derrochamos.

  No creo que nos venga mal a todos un poco de ahorro de energía y cambiar algo nuestros hábitos de consumo. Usar menos el coche y caminar más es además de económico, saludable, apagar las luces de las habitaciones en las que no estamos, por ejemplo. Tampoco se trata de vivir como Espartanos o como Diógenes el cínico sino de ser conscientes de que los recursos del planeta son de todos sus habitantes y que no podemos ni debemos derrocharlos solo unos cuantos privilegiados.

  Lo que en carnaval hacemos, aprovechar las ropas viejas y olvidadas para salir a la calle de mascaras y mascarones, podemos llevarlo a cabo en otras facetas de la vida cotidiana. Usar los folios por las dos caras, emplear papel ecológico, gastar menos agua, reciclar y reutilizar…

 Mientras tanto sigamos atentos a lo que pasa en Oriente Próximo. “No te inquietes, Tom. Llegan nuevos tiempos, distintos.

- ¿Cómo lo sabes?
- No sé como….”