Carta abierta a Higinio Almagro



Señor Delegado Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Granada:

 Aunque tengo el honor de conocerlo personalmente, debido a dos visitas institucionales suyas a Alhama,a las que yo asistí como informante para Alhama Comunicación, no tema que esta carta sea para solicitar nada.

 Ni merced, ni trato de favor, ni nada que de lejos o de cerca esté relacionado con algún propósito inconfesable. Esta carta es para reflexionar sobre la salud en Granada y, siendo tal materia de su competencia a usted dedico la carta, que adelanto ya sin más preámbulos, es de agradecimiento y felicitación a usted, a todos los que le han antecedido en el cargo y a todos sus colaboradores en las tareas de gestionar la salud de los granadinos.

 Sucede que tengo la edad suficiente para recordar cuando para acudir al médico de cabecera tenía que ir a un piso privado, alquilado, supongo, o si era una urgencia, a la pensión en la que se alojaba el médico, que casi siempre era médica, según recuerdo, entonces, y hablo de inicios de los años ochenta del pasado siglo; en mi pueblo no había centro de atención primaria. Pocos años después y según las palabras que pronunció el doctor Samir Yousef en la recogida de su Premio Alhama a una labor en favor de Alhama: “recordó que a su llegada a Alhama allá por el año 1987,” entonces había solo cinco profesionales, tres médicos y dos enfermeras, con una cartera de servicios mínima repartidos en dos programas, la vacunación infantil y salud escolar; actualmente, continuó diciendo el doctor Yousef, en este mismo centro trabajan 26 profesionales, 7 médicos, 5 enfermeras, un pediatra, farmacéutica, veterinario, dentista, técnica en rayos, fisioterapeuta y demás personal auxiliar con una cartera de servicios de 28 programas, todo ello gracias al esfuerzo y colaboración de los profesionales del Centro de Salud, del Ayuntamiento de Alhama y de la política de apoyo que ha realizado la Junta desde entonces hasta ahora.

 Fruto del esfuerzo combinado de todos, ha sido que la Zona Básica de Alhama haya alcanzado la acreditación en calidad avanzada, otorgada por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, siendo nuestro centro de salud el primero de ámbito rural en obtenerlo”.

 Me parecen motivos más que suficientes para estarle agradecido como alhameño, por la responsabilidad que en esas mejoras haya tenido usted, que alguna tendrá, dado que esas declaraciones las hacía el buen doctor Samir Yousef en 2014, tres años después de su nombramiento, tiempo suficiente para haber contribuido a la evidente mejora que reflejan las palabras de quien dirigió el Centro de Atención Primaria de Alhama. Mejora, que, por supuesto, también es atribuible a todos los profesionales que en ese centro de salud trabajan día a día para los cuales va también mi agradecimiento y felicitación.

 También quiero aprovechar para comentarle mis impresiones de mi primera visita al PTS, lugar al que confieso que acudí con cierto temor, dada la leyenda negra (que algunos se han ocupado de crear y divulgar) que ese hospital posee; sin embargo donde esperaba encontrar colas desesperantes para acceder a información, no las había, la funcionaria no era el feroz ogro malhumorado que esperaba si no una correctísima y amable funcionaria que nos orientó con amabilidad y simpatía, cosa que viene siendo lo habitual en mi larga trayectoria como usuario de la sanidad pública andaluza, por otra parte. Mi madre tenía la cita a las doce de la mañana y a las doce y diez entraba en la primera consulta, luego esa misma mañana entró a otra donde quedó apuntada en la lista de espera para operarse, dos o tres meses, nos dijeron, después.

 No creo yo que ese día fuese especial o tuviese suerte, dado que en mi trato con la sanidad granadina (con traumatología, rehabilitación, medicina nuclear y fisioneurología) siempre he encontrado el mismo trato de los profesionales del Clínico San Cecilio, es decir, profesionalidad, amabilidad y trato exquisito.

 Hemos mejorado mucho desde que llegué, hace treinta y tantos años, a un pueblo sin centro de salud siquiera, lo que, naturalmente no significa que no haya aspectos mejorables en estas cuestiones, nos falta una matrona, por ejemplo, en el Centro de atención primaria y dado que una de las faltas de que adolece mi pueblo es la de niños y niñas en edad escolar, dar facilidades para animar a la maternidad no estaría mal. Nada pido para mí puesto que ando muy lejos de necesitar los servicios de tales profesionales; pero es una de las cosas que se echan en falta, según oigo decir.

 Por lo demás creo que está casi todo dicho, porque básicamente lo que quería era manifestarle públicamente mi grado de satisfacción con la sanidad pública granadina, que es alto o muy alto y agradecerle, de nuevo, la parte que en esa satisfacción le competa a usted, que siendo competente (en las dos acepciones) será bastante. Bien es cierto que lo que hace es cumplir con su deber, y precisamente, ese cumplimiento del deber, eficaz y honesto, es lo que quiero resaltar. Es posible hacer política de izquierdas y es posible hacerla desde cargos de responsabilidad con eficacia y honestidad. Y usted lo demuestra.

Un abrazo.